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Militar chileno es sentenciado por tortura

El soldado retirado fue acusado por quemar a dos jóvenes disidente en 1986

Un tribunal chileno condenó a tres soldados retirados a 10 años de cárcel por su participación en un terrible ataque contra dos activistas de la democracia que fueron rociadas con gasolina y quemados, el ataque que ocurrió en 1986 contra Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, fue uno de los más notorios casos de tortura en la dictadura militar de 17 años de Augusto Pinochet.

El jueves, Julio Castaner, Iván Figueroa y Nelson Medina fueron declarados culpables de asesinato y tentativa de homicidio, junto con otros ocho ex soldados, que recibieron sentencias de tres años de prisión por actuar como cómplices en el ataque.

Rojas, residente de Estados Unidos, había regresado a Chile durante las protestas populares contra la dictadura militar de Augusto Pinochet, y junto con Quintana fueron capturados por soldados el 02 de julio de 1986, mientras fotografiaban una huelga nacional de dos días.

Quintana y otros testigos describieron cómo ella y Rojas fueron golpeados, rociados con gasolina e incendiados, y dejados a su suerte en las afueras de la capital, Santiago de Chile, por el militar, donde fueron encontrados por los residentes cercanos y trasladados a un hospital.

Rojas murió por sus quemaduras, y Quintana fue desfigurada en su lado izquierdo, al intentar investigar el caso fueron obstaculizado por un «pacto de silencio» en la fuerza militar por décadas.

Pinochet propuso que los dos activistas se quemaron accidentalmente mientras estaban haciendo bombas molotov, el caso se reabrió en 2013 y en 2014, cuando un recluta del ejército identificó a los hombres que habían participado en el ataque.

Explicaión que dio Pinochet sobre el suceso

Quintana experimentó un largo tratamiento de quemaduras graves en un hospital canadiense y finalmente se convirtió en una diplomática chilena, después de que se restableció la democracia.

Durante la dictadura militar de Pinochet entre 1973 y 1990, unas 3 mil personas murieron o desaparecieron en Chile, otro 28 mil fueron víctimas de tortura, incluyendo la expresidenta Michelle Bachelet.

El juez de la causa ordenó el 22 de julio de 2015, el arresto de siete oficiales del ejército y otro militar para ser interrogados sobre el ataque contra los dos activistas que fueron rociados con gasolina por los soldados y a los que les prendieron fuego.

Dictadura Militar.
Quintana: «Lo más importante que ha sucedido es la revelación de que hay todo un sistema para proteger la mentira que ellos crearon, a los derechos humanos, crímenes de encubrimiento dentro del ejército».

El militar dio la orden a sangre fría, de quemar a los jóvenes

Rojas, el hijo de un exiliado chileno, salió de la escuela de Woodrow Wilson en Washington DC y regresó a Chile a fotografiar, las protestas populares contra la dictadura militar de Pinochet y allí conoció a Quintana, poco antes de haber sido capturado por los soldados.

«Estas dos personas estaban tratando de documentar y registrar lo que estaba sucediendo en las zonas obreras de Santiago, por mostrar al mundo la brutalidad de la represión de Pinochet» afirmó Jose Miguel Vivanco, director ejecutivo de Human Rights Watch Américas en Washington DC.

«Este grupo de oficiales del ejército decidido a sangre fría matarlos. Claramente la intención de los militares era un precedente. Enviar un mensaje claro, trazar una línea en la arena y asegurarse de que todo el mundo tomara nota de qué lo que eran capaces de hacer».

Razón por la cual el crimen es deleznable, en 2014, Fernando Guzmán, quien fue un soldado de 18 años de edad en el momento del ataque, afirmó al juez Mario Carroza que el oficial al mando, el teniente Julio Castañer, ordenó a un soldado sofocar a las víctimas con gasolina y prenderles fuego.

Castañer, para el momento de su detención, todavía se desempeñaba como asistente del jefe de estado mayor de una división del ejército en Tierra del Fuego, Carroza afirmó que el testimonio «cambió fundamentalmente la capacidad de demostrar que los actos eran intencionales porque hasta el momento sólo se hablaba de negligencia, por lo que la versión de las víctimas fue corroborada por el testigo militar».

Fuente
TheClinicCooperativa

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