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El continente africano en peligro de una gran hambruna

El estriado marrón de la yuca, está destruyendo cultivos por toda la región

La Manihot esculenta, llamada comúnmente yuca, aipim, mandioca, tapioca, guacamota, casabe o casava, es un arbusto perenne nativa del Noreste de Brasil y el norte de Paraguay, se conoce de su domesticación, desde hace 4 mil años y su cultivo se diseminó por todo el trópico americano, miles de años antes de la llegada de los españoles, actualmente se cultiva y consume en toda Latinoamérica, África, Asia y Las Indias, incluyendo Filipinas y Taiwán, donde llegó de la manos de los españoles y portugueses y es la base de la alimentación casi exclusiva de más de 800 millones de personas, por lo que es el cultivo más importante del mundo, sólo detrás del maíz.

Este alimento, rico en nutrientes, carbohidratos, azucares, minerales y vitaminas, supone la base fundamental alimentaria de la mayor parte del trópico alrededor del mundo, llegándose a estimar su producción, cerca de los 300 millones de toneladas anuales, de las cuales el 19% en se cultiva en América, 24% en Asia y 57% en África, siendo este último, donde más se consume y donde se ha convertido en pilar de la nutrición de la zona subsahariana.

Y es en el continente africano donde se ha extendido desde hace alrededor de 40 años la enfermedad del estriado marrón de la yuca, una afección virulenta que amenaza con destruir este año el 90% de los cultivos alrededor de la cuenca del occidente africano y desde donde se ha extendido al resto del continente y el mundo.

Conocido por los especialistas como el «ébola de la yuca», el virus afecta a esta planta y que amenaza la seguridad alimentaria de la región, donde las necesidades de alimentación no hacen más que crecer debido a la presión demográfica, el virus en cuestión, se propaga usando como vector a las moscas blancas, aunque el hombre es un portador ocasional al transportar los esquejes de la yuca de un lugar de África a otros donde el cultivo es vital para la subsistencia.

Ébola de la Yuca.
En el golpeado continente africano, la yuca fue una esperanza pues se adaptó a los secos suelos, pero hoy se encuentra en grave riesgo.

Una catástrofe para el 90% de los habitantes de centro y oeste de África

El doctor Justin Pita, director ejecutivo del programa West Africain Virus Epidemology o Wave, ha alertado que «el estriado marrón de la yuca, una enfermedad viral, que causa la pérdida de entre el 90% y el 100% de la producción en África Central, está moviéndose hacia África del Oeste. Es una amenaza que hay que tomarse muy en serio», inquirió el portavoz de la fundación, que se encarga de la seguridad alimentaria en África, y que está financiada por la fundación Bill y Melinda Gates.

África es el continente con mayor producción de esta planta, de la cual se utilizan los tubérculos, ricos en glúcidos y en almidón, pero también las hojas y la fécula, producida a partir de las raíces y se consume en la mesa del 80% de los 180 millones de habitantes de Nigeria, que es el país con mayor densidad poblacional de África, donde el attieké, un plato hecho a base de sémola de yuca cocida, es el más popular y se consume durante todo el día, al igual que en Costa de Marfil, Burkina Faso y Malí, principalmente, y en las diásporas de estos países en Francia y Estados Unidos, a donde se exportan varias toneladas al mes.

Teniendo los datos de la yuca en la cabeza, si «Hablamos del ébola de la yuca», afirma el doctor Pita y recordando que una hambruna dejó más de 3 mil muertos en Uganda en los años 1990, luego de la aparición de este virus en el país, pueden «imaginarse a Costa de Marfil sin yuca o Abiyán sin attieké, ¡sería una catástrofe!», la fundación, Wave llevan meses tratando de frenar la diseminación del virus hacia el resto de África.

Ébola de la Yuca.
El virus fue descubierto en 1935, pero se ha fortalecido bastante dado a que el cambio climático aumentó el tamaño de los insectos y la sepa se hizo resistente a todo tipo de tratamiento.

El programa Wave, que se encuentra ubicado en Bingerville, una ciudad cercana a Abiyán, fue desarrollado a través de una iniciativa de siete países, entre los que se encuentran Costa de Marfil, Ghana, Benín, Togo, Nigeria, Burkina Faso, República Democrática del Congo y cuya finalidad es la defensa desde un «enfoque regional», contra este virus.

Actualmente, técnicos, investigadores y estudiantes están desarrollando en laboratorio algunas «variedades resistentes» experimentales, que serán probadas en las tierras de cultivo de África central, desde donde se originó la epidemia y el pasado mes y en vista de que día a día se va extendiendo la enfermedad ministros de investigación de ocho países de África del Oeste se reunieron para poner en marcha «una acción concertada» y evitar «una crisis de la yuca» como la vivida en los 1990 en Uganda.

A la fecha, sólo se ha planteado «arrancar las plantas en las zonas infestadas» e incinerarlas, «la prohibición de viajar con esquejes de yuca» y apoyar la investigación «para luchar contra las enfermedades y mejorar la productividad», aunque sería la erradicación o control de la mosca blanca, la manera de extinguir completamente o al menos lograr controlar la enfermedad infecciosa.

Productores locales de Afféry, una gran región productora de yuca, al este de Abiyán, con al menos 200 productoras locales, se han manifestado en contra de la seriedad que hay que ponerle a la diseminación del contagio en su zona, «El attieké es como nuestro cacao […], si la enfermedad aparece aquí o en otra parte, será una tragedia para nuestras familias y nuestra comunidad», señala Nathalie Monet Apo, presidenta de una asociación de agricultores y productores de yuca.

Blandine Yapo Sopi, ha afirmado que «gracias al cultivo de la yuca consigo escolarizar a mis cuatro hijos», el cultivo del tubérculo para la agricultora, le reportan unos 800 dólares producidos de una hectárea de la plantación, y esperan con confianza al programa Wave y sus gobernantes, le encuentren solución a la epidemia, antes de que sea demasiado tarde.

Mundo Hershey, director del programa de investigación sobre la yuca del Centro Internacional de Agricultura Tropical ha manifestado que “Ya está causando estragos en el este de África y está avanzando hacia el oeste”, pero “Si llega a alcanzar a los grandes países productores del oeste de África, como Nigeria y Gana, sería absolutamente desastroso”, señaló el especialista, y añadió que ello podría asesinar a millones de familias en todo el continente.

Fuente
BBC

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