Los legisladores chilenos aprobaron abrumadoramente un proyecto de ley que reduce la semana laboral del país de 45 a 40 horas. En un intento por mejorar la calidad de vida y los derechos de los trabajadores en la nación sudamericana.
La medida fue aprobada por la cámara baja del Congreso de Chile. Por un margen de 127 a 14 después de ser aprobada anónimamente por el Senado hace varias semanas. El presidente de Chile, Gabriel Boric, elogió el proyecto de 40 horas. Como un «proyecto pro-familia que apunta al buen vivir de todos» en una publicación de Twitter.
«Este es un proyecto que contribuirá enormemente a nuestra calidad de vida». Indicó la ministra de trabajo, Jeannette Jara sobre la reducción a 40 horas: «Sí, se pueden hacer cambios para promover los derechos de los trabajadores».
El proyecto de ley de 40 horas, representa una victoria legislativa para Boric. Este, ganó las elecciones con una plataforma de izquierda que prometía mejorar los derechos de los trabajadores, combatir la desigualdad y promover la justicia social.
Otros países también experimentan con semanas de trabajo de 40 horas este año
Sin embargo, algunas de las ambiciones más grandes de Boric. Como reescribir la constitución neoliberal del país heredada de la era del dictador de derecha Augusto Pinochet. Y hacer grandes cambios en el código tributario, han enfrentado reveses.
La ley del martes reduce gradualmente la semana laboral en el transcurso de cinco años. Hasta que el país alcance las 40 horas, el estándar en muchas naciones industrializadas.
América Latina, sin embargo, tiene algunas de las semanas laborales más largas del mundo. Con semanas laborales de 48 horas en países como Perú, Argentina, México y Panamá y 44 horas en Brasil.
La nación sudamericana de Ecuador, sin embargo, tiene una semana laboral de 40 horas.
Las semanas laborales más largas tampoco significan necesariamente una mayor productividad. Francia tiene una semana laboral de 35 horas y tiene algunos de los trabajadores más productivo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
El ensayo, que incluyó a 61 compañías, encontró que las semanas laborales de cuatro días condujeron a una disminución del estrés para los trabajadores. Y tuvieron poco impacto en los ingresos. La gran mayoría de las 61 empresas decidieron continuar con la práctica después de que el juicio había terminado.
El proyecto de ley del martes en Chile impide que las empresas reduzcan los salarios debido al cambio y permite a los trabajadores cambiar a una semana laboral de cuatro días. Sin embargo, no se aplica a los sectores informales de la economía de Chile, que constituyen más de una cuarta parte de la fuerza laboral del país.
Algunas empresas han criticado la iniciativa, diciendo que los pondrá bajo presión mientras intentan adaptarse, pero otros han acogido con satisfacción el cambio.
Danitza Becerra, propietaria de una empresa de diseño llamada Organic Style, afirma que su firma cambió a una semana laboral de 40 horas hace años y ha sido una experiencia positiva.
«Es una muy buena iniciativa que ha cambiado nuestras vidas», dijo.
