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Incendios mortales causan una deflagración en Valparaíso

A menos 50 personas de Valparaiso son se encuentran entre las víctimas de los incendios mortales en Chile mientras las llamas se extienden

La ciudad portuaria chilena sufrió una de las peores catástrofes de su historia, al ser arrasada por incendios mortales que se propagaron desde los cerros hasta el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

Un escenario de horror y desolación

El jueves 4 de febrero de 2024, Valparaíso, la ciudad portuaria más importante de Chile, vivió una jornada de horror y desolación, al ser consumida por las llamas de un incendio forestal que se inició en la tarde del día anterior en el cerro La Cruz, y que se extendió rápidamente por otros cerros y sectores de la ciudad, debido al fuerte viento y a las altas temperaturas. El fuego alcanzó el centro histórico de la ciudad, donde se ubican edificios emblemáticos como el Congreso Nacional, la Intendencia Regional, la Catedral, el Teatro Municipal y el Mercado Cardonal, entre otros. Muchos de estos inmuebles resultaron dañados o destruidos por el incendio, que también afectó al patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.

El incendio causó la muerte de al menos 51 personas, según el último balance oficial entregado por el presidente Gabriel Boric, quien visitó la zona afectada y decretó estado de catástrofe y duelo nacional. Entre las víctimas fatales se encuentran bomberos, carabineros, funcionarios públicos y civiles, que perdieron la vida tratando de combatir el fuego, de rescatar a otras personas o de escapar de las llamas. Además, hay más de 300 heridos, algunos de gravedad, y más de 1.000 desaparecidos, según los reportes de las autoridades y de las organizaciones sociales. El incendio también dejó más de 10.000 damnificados, que lo perdieron todo y que debieron ser evacuados a albergues o a casas de familiares y amigos.

Incendio mortal en Chile.
Las autoridades han impuesto el estado de emergencia y dicen que es probable que el número de muertos aumente.

Una respuesta insuficiente y tardía a los incendios mortales

El incendio generó una fuerte crítica a la respuesta de las autoridades, que fue calificada de insuficiente para Valparaíso. Estos, se sintieron abandonados y desprotegidos ante la magnitud de la tragedia. Los vecinos denunciaron que no hubo una alerta temprana. Y tampoco, una coordinación adecuada entre los organismos de emergencia, que se vieron sobrepasados por el avance del fuego. También reclamaron que no hubo suficientes recursos ni medios para combatir el incendio. Tambien, se demoró en llegar el apoyo de otras regiones y del gobierno central. Por lo que se produjeron fallas en los servicios básicos, como el agua, la luz y las comunicaciones.

El presidente Boric reconoció que hubo errores y deficiencias en el manejo de la emergencia. Por lo que, anunció una investigación para determinar las responsabilidades y las sanciones correspondientes. El mandatario también pidió perdón a los afectados y prometió una reconstrucción rápida y participativa de la ciudad. Sin embargo, sus palabras no lograron calmar el malestar y la indignación de los porteños. Mismos, que exigieron la renuncia de las autoridades regionales y locales, y que protagonizaron protestas y cacerolazos en las calles. Algunos grupos de manifestantes se enfrentaron con la policía, que reprimió con gases lacrimógenos y balines de goma.

Incendio mortal en Chile.
Situación de los focos de incendios mortales en Chile.

Un desafío para el futuro y la prevención

El incendio de Valparaíso plantea un desafío para la prevención de este tipo de catástrofes. Unas, que se han vuelto más frecuentes e intensas en los últimos años, debido al cambio climático. Impulsados por la sequía, a la expansión urbana y a la falta de planificación y regulación. Y, está la necesidad de reconstruir la ciudad, respetando su identidad, su diversidad y su patrimonio, y garantizando la participación y la dignidad de sus habitantes. Existe, la urgencia de implementar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. Y de fortalecer el sistema de protección civil y de fomentar la cultura de la prevención y la resiliencia.

El incendio de Valparaíso también plantea un desafío para el futuro y la prevención de la política y la sociedad chilenas. Que en este momento, se encuentran en un proceso de transformación y de crisis, tras el estallido social de 2019. Y la redacción de una nueva Constitución. Por un lado, está la posibilidad de que el incendio sea una oportunidad para la solidaridad y la cooperación. Con el fin de enfrentar los problemas comunes y construir un país más justo y sustentable. Ahora, está la posibilidad de que el incendio sea un motivo de conflicto. De división y de violencia, que profundice las brechas y las desconfianzas, y que dificulte la convivencia y la democracia.

Fuente
ElPaisLaTerceraElMostrador

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