Los microplásticos invaden las nubes de lluvia y amenazan el clima
Un estudio revela la presencia de microplásticos en las gotas de lluvia, lo que podría alterar el ciclo hidrológico y la formación de nubes

Los microplásticos, esos pequeños fragmentos de plástico que contaminan los océanos, los suelos y el aire, también llegan a las nubes de lluvia. Así lo ha demostrado un estudio realizado por científicos de la Universidad de Reading en Reino Unido.
Analizando la composición química de las gotas de lluvia recogidas en diferentes lugares del mundo. Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, muestran que el 90% de las gotas de lluvia contienen microplásticos. Estos pueden influir en el tamaño, la forma y la evaporación de las gotas.
El estudio se basó en un método innovador que permite identificar los microplásticos en las gotas de lluvia. Mediante el uso de un espectrómetro de masas. Un instrumento que mide la masa y la carga de las moléculas.
Los investigadores analizaron más de 100 gotas de lluvia procedentes de zonas urbanas, rurales y marinas. Y, encontraron que la mayoría de ellas contenían partículas y microplásticos de diferentes tipos, como polietileno, polipropileno, poliestireno o nailon.

Los microplásticos que caen del cielo, pero como una maldición
Los microplásticos pueden llegar a las nubes de lluvia de varias formas, como por la erosión de los neumáticos de los vehículos. Además de el lavado de la ropa sintética, el vertido de residuos plásticos o la quema de combustibles fósiles.
Una vez en la atmósfera, los microplásticos pueden ser transportados por el viento a grandes distancias. Por lo que actuan como núcleos de condensación. Como superficies sobre las que se forma el vapor de agua que da lugar a las gotas de lluvia.
El problema es que los microplásticos pueden modificar las propiedades físicas de las gotas de lluvia. Por lo que, afectan al ciclo hidrológico y a la formación de nubes.
Los autores del estudio advierten de que los efectos de los microplásticos en las nubes de lluvia son todavía poco conocidos, y que se necesitan más investigaciones para evaluar su impacto en el clima y en el medio ambiente. Sin embargo, señalan que sus hallazgos son una prueba más de la omnipresencia y la persistencia de los microplásticos en el planeta, y de la necesidad de reducir su producción y consumo, así como de mejorar su gestión y reciclaje.