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¿Se avecina una guerra entre China y EE.UU.?

La profecía de Mearsheirmer es la tragedia política de las grandes potencias.

El predictor de guerra de John Mearsheirmer, es un destacado investigador de la universidad de Chicago y famoso como la figura principal del realismo ofensivo, según sus postulados, la guerra de las grandes potencias finalmente estallará y nombrará a este final predestinado como “la tragedia política de las grandes potencias”, de la cual China, por supuesto, no es una excepción, por ello, a mediano o corto plazo, la paz se convertirá cada vez más en un lujo, a medida que China crezca y siga dominando el mercado hasta convertirse en una superpotencia.

Lo que nos lleva a la pregunta, ¿Estamos ingresando a la fase crítica en una competencia de poder entre Estados Unidos y China?, la respuesta parece ser afirmativa, si tomamos como punto de referencia, la creciente pelea en el mercado comercial, que desde hace 6 meses ha desencadenado el presidente norteamericano Donald Trump, contra la nación de Asia, que ha expuesto muchas aristas sobre las relaciones bilaterales entre ambas naciones y que produjo el reciente informe del Pentágono publicado hace pocos días.

El informe, presentado al congreso por el departamento de defensa, se titula “Desarrollos militares y de seguridad que involucran a la República Popular de China”, y proporciona nuevos conocimientos sobre la reestructuración militar de China y una postura más agresiva en la región del Indo-Pacífico, dada su contenido alarmista y prebélico, todos los países del mundo deben tomar nota, pues previsiblemente, parte de la cobertura en los medios estadounidenses ha estado sin aliento, aparentemente sorprendida por la idea de que el gran rival norteamericano esté entrenando para un conflicto militar.

Recientemente, el tema del mar del sur de China se está convirtiendo en un tema clave de las relaciones chino-estadounidenses y es que, existe la posibilidad cierta que se produzcan choques militares accidentales entre China y los Estados Unidos, pero el choque accidental en realidad no es el escenario más terrible, pero la escalada a la guerra feroz o irrevocable realmente si lo es, aunque la historia nos dice que el detonador de la explosión no siempre es la causa fundamental de la guerra y por el contrario, si ningún lado tiene como objetivo obtener ganancias de la guerra, incluso los conflictos militares inesperados podrían controlarse bien, no obstante, si un bando decide encender una guerra, incluso aunque todas las otras partes hicieran todo lo posible para apaciguarla, la guerra finalmente estallará.

Sin duda, si la preparación militar estadounidense se basa en un conflicto potencial con China, no debería ser una noticia que China piense de la misma manera, por lo que este informe, no sólo expone una posición prebélica de norteamérica contra cualquier movimiento o intención de China de organizar su ejército o modernizarlo, pues al leer el informe del Pentágono, encontramos afirmaciones tales como: “En 2017, el ejército de liberación popular se embarcó en la mayor transformación de su historia, tanto estructural como operacional”, y es aquí donde comienzan las suposiciones, “El objetivo es crear una fuerza de tierra más móvil, modular y letal capaz de ser el núcleo de las operaciones conjuntas y capaz de cumplir con la directiva de Xi Jinping de luchar y ganar guerras», como si ese no fuese el objetivo de todo el que entra en un conflicto.

Guerra entre China y EE.UU.
Los Estados Unidos deben entender que lo que decide la estabilidad del orden mundial no es el número de superpoderes ni la naturaleza estatal de las superpotencias, sino el nivel de institucionalización de la gobernanza global.

Quien apretara el botón y quien quiere apretarlo, he allí el dilema

Desde la perspectiva de los Estados Unidos, las opiniones populares creen que los norteamericanos no tienen ninguna inclinación a librar una guerra, primero, China aprovechando la disponibilidad geológica en la región del Pacífico Occidental, que incluiye el mar de China meridional, podría establecer un equilibrio de poder, a medida que China concede más importancia a sus intereses geopolíticos, la determinación más fuerte de esta también le da poder para vencer cualquier amenaza potencial de los norteamericanos y todo lo que los Estados Unidos saben.

El informe del Pentágono, continúa diciendo, “La modernización militar de China busca capacidades con el potencial de degradar las principales ventajas operativas y tecnológicas de los EE.UU.», actualmente tanto China como los EE.UU., son potencias nucleares y sus intereses se entrelazan entre sí especialmente en la economía, por lo que, si se produce una guerra feroz entre ellos, sólo quien tenga la hegemonía en el control del Pacífico Sur, poseerá el liderato.

Claramente, a los ojos de China, norteamérica es la amenaza número uno, por lo que emplea medios tanto legales como, grises, para avanzar en sus objetivos de modernización, usando «inversión directa, dirigida al robo cibernético y la explotación del acceso de los ciudadanos chinos privados a estas tecnologías», para llevar a China a cerrar la brecha tecnológica que tiene con los Estados Unidos.

En la actualidad, la situación de competencia entre los estadounidenses Y chinos en el Pacífico asiático está tomando tintes más complicados, porque cuando la economía de los países vecinos está cada vez más entrelazada con la de China, la seguridad depende en gran medida de los norteamericanos, por lo tanto, la competencia geoeconómica entre ambas potencias difícilmente sea ganada por los norteamericanos, pues China le ganaría de mano, como lo demuestra su desafortunado contratiempo diplomático en AIIB, pero si se lleva a cabo una confrontación de geo-seguridad, Norteamérica aprovechando el sistema de aliados de Asia-Pacífico pudiese prevalecer sobre China.

El informe señala, «El EPL ha expandido rápidamente sus áreas operativas de bombarderos sobre el agua, ganando experiencia en regiones marítimas críticas y probablemente entrenando para ataques contra objetivos estadounidenses y aliados», lo que pone en evidencia la intencionalidad del mismo, alertar y alarmar a los vecinos del gigante asiático, pues este ya tiene disputas territoriales con los países vecinos y teniendo en cuenta todo eso, las herramientas ventajosas de los Estados Unidos sobre China provienen principalmente de su capacidad geo-militar y de su postura de policía del planeta.

El informe reconoce «la capacidad de atacar a las fuerzas y bases militares estadounidenses y aliadas en el océano Pacífico occidental, incluido Guam, tales vuelos podrían ser potencialmente utilizados como una señal estratégica para los estados regionales», la estrategia preferida de China es evitar un conflicto dramático, pero el informe dice que China, “utiliza una progresión cronometrada oportunista de pasos incrementales pero intensificados para intentar aumentar el control efectivo sobre las áreas disputadas y evitar la escalada al conflicto militar”.

La confrontación entre EE.UU. y China se produciría esencialmente entre los aliados de Asia y el Pacífico liderados por norteamérica y China, pues sin el apoyo de los aliados, los estadounidenses perderían su punto de apoyo pacífico contra China, entonces, antes de eventualmente recurrir a una solución militar directa contra China, Estados Unidos insistirá en su estrategia de alejar constantemente a China de sus vecinos, especialmente cuando los vecinos de China también son aliados de Estados Unidos, hasta que gane el resultado perfecto de la estrategia de alienación, norteamérica no iniciarán o no librarán conflictos militares contra China.

Sin embargo, no implica la tranquilidad a largo plazo del Pacífico occidental antes de la guerra cara a cara sobre China, como Estados Unidos valora mucho su hegemonía, es muy posible que facilite laboriosamente las fricciones militares entre China y los vecinos, por ello, es tan importante el arma de la disuasión nuclear de China que según el informe “está evolucionando para abarcar una tríada de capacidades de entrega, los bombarderos con capacidad nuclear podrían, por primera vez, proporcionar a China una tríada nuclear de sistemas de entrega dispersos por tierra, mar y aire», y continúa “además, el país está desarrollando un bombardero estratégico furtivo y de largo alcance con una capacidad de entrega nuclear que podría estar en funcionamiento en los próximos 10 años».

El informe también ofrece lecciones para los estados de la región seducidos por las ventajas económicas de China: “no hay almuerzo gratis y los regalos chinos podrían estar seguidos de compromisos militares”, pero todos deben comprender que existen diferencias significativas de ideas de seguridad entre los Estados Unidos y China, pues la mayoría de los países occidentales, especialmente norteamérica, creen en la paz desde la democracia, representada principalmente por la de los norteamericanos, o la paz desde el equilibrio del poder.

Esto implica que los países democráticos desarrollados y ricos son representantes perfectos y naturalmente favorecen la paz y se inclinan a mantener relaciones pacíficas entre ellos, esto último significa capacidad, más que voluntad, por lo que es decisivo, que cada vez que un país crece lo suficientemente fuerte y busca la hegemonía, de acuerdo con esta deducción, el resto del mundo debe unirse para contrarrestar el poder en ascenso o incluso recurrir a medios militares para restablecer el equilibrio.

Fuente
BeastWatchNews

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