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El régimen interino pese a Maduro

El 23 de enero de 2019, un legislador venezolano se autojuramentó como presidente interino

Juan Guaidó, con la constitución en la mano, juró que, como el presidente de la asamblea nacional y presidente interino de Venezuela, sacaría al país de la crisis económica y política en la que estaba sumido y prometió el «fin de la usurpación del presidente Nicolás Maduro y crear un gobierno de transición, para tener elecciones libres», en poco tiempo. Con ello Guaidó dio a los venezolanos opuestos al gobierno la esperanza de que lograría un cambio rápidamente.

Rápidamente fue reconocido como el líder legítimo por Estados Unidos, los vecinos de Venezuela Brasil y Colombia y muchos otros países latinoamericanos, una lista de naciones se unieron en reconocer al joven presidente interino que, pronto creció a más de 50.

Muchos venezolanos lo animaron y su predicción de que gobernaría desde el palacio presidencial «dentro de pocos meses», también aplaudieron su promesa de traer ayuda humanitaria para aliviar la escasez generalizada de bienes básicos, como comida y medicamentos, pero pasaron los meses y el presidente interino, no pasó de las intenciones.

Guaidó, con la ayuda del recién electo presidente de Colombia, Iván Duque, y un sequito de otros tantos presidentes de derecha, organizaron el grupo de Lima, y un convoy de ayuda humanitaria norteamericana, para hacerla entrar a la fuerza por la frontera. Este intento de conseguir penetrar los camiones llenos de ayuda en Venezuela fracasó, el 23 de febrero de 2019 y resultó ser uno de sus primeros contratiempos importantes.

El gobierno del presidente Maduro bloqueó el paso fronterizo y se dieron escenas caóticas durante las cuales un camión se incendió, la oposición venezolana y Estados Unidos fingieron que las fuerzas de seguridad del presidente Maduro habían incendiado el camión, pero una investigación del New York Times reveló más tarde que se había incendiado cuando una bomba de gasolina lanzada por un partidario de Guaidó aterrizó en el camión.

Muchos partidarios del presidente interino, se decepcionaron cuando la ayuda prometida no les llegó y la asistencia a mítines que llamó disminuyó ostensiblemente, poco más de dos meses después, el 30 de abril de 2019, el interino apareció en la madrugada, en un vídeo rodeado de hombres de uniforme y declaró que los miembros de la «familia militar» se habían unido a él para provocar «el cese definitivo de la usurpación».

Presidente Interino Itinerante.
A pesar de no poder ejercer función alguna en la asamblea, ni en Venezuela, Guaidó desafió la prohibición de viajar en su contra, por segunda vez, para pasar por la frontera a Colombia, donde fue recibido por Iván Duque.

El presidente interino itinerante, se vuelve a colocar en el centro de las noticias

Pero su intento de conseguir que las fuerzas armadas cambiaran de bando fracasó, ya que sólo unos 12 soldados se unieron a él, Nicolás Maduro lo calificó como un intento de golpe de estado y reprimió aún más a la oposición.

El interino, recibió nuevas críticas de partes radicales de la oposición por enviar representantes a conversaciones exploratorias con el gobierno venezolano celebradas en Noruega y aunque las conversaciones se estancaron rápidamente con los detractores de Guaidó afirmando que era una prueba más de que carecía de la decisión necesaria para destituir a Maduro, el interino, se mantuvo firme en su disposición, mientras recibía apoyo político y monetario del presidente Donald Trump.

Un año después de su auto juramentación como presidente interino, los límites de los poderes de Guaidó se pusieron en el foco cuando la guardia nacional le prohibió a uno de sus acompañantes entrar en el edificio de la asamblea nacional, por lo que, se negó a entrar por la puerta e intentó trepar por una valla para entrar en el edificio.

Los partidarios del gobierno y un grupo moderado de la oposición, ridiculizaron a Guaidó por no haber cruzado las puertas metálicas que rodean el edificio mientras la policía lo empujaba hacia atrás, protagonizando una escena «ridícula», con la que había sido «humillado».

Pero las escenas de la policía en equipo antidisturbios que rodearon el palacio legislativo y negar la entrada a un parlamentario electo tuvieron un efecto muy diferente fuera de Venezuela y empujó al interino de nuevo al centro de atención y a los gobiernos que no habían salido en su apoyo anteriormente, como México, lo hicieron y condenaron el acoso que había sufrido, aunque luego se retractaran.

Mientras Guaidó era puesto de lado por la asamblea nacional, que sesionó ese mismo día y nombró a Luis Parra orador del hemiciclo, al mismo tiempo y en una asamblea improvisada dentro de un edificio aledaño al congreso un quorum improcedente, juramentó a Guaidó para una reelección como presidente interino, en un segundo período.

Fuente
BreitBartCNN

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