¿México odia a las mujeres?

El feminicidio parece haber tomado el control del país azteca

A inicios de febrero, un hombre de 46 años fue arrestado en su apartamento en el norte de la ciudad de México cubierto de sangre, cuando confesó haber matado, despellejado y extirpando algunos de los órganos de una mujer de 25 años, se trataba del asesino de Ingrid Escamilla, la misma víctima, que se ha convertido en un símbolo que impulsa el movimiento de protesta contra la violencia de género contra las mujeres en territorio azteca.

Días más tarde, las imágenes filtradas del cuerpo mutilado de Ingrid aparecieron en periódicos sensacionalistas con titulares como «Fue culpa de Cupido», al mismo tiempo, el 11 de febrero, una mujer no identificada recogió a una niña de siete años conocida sólo como Fátima Aldrighett,  de su escuela en Xochimilco en la ciudad de México, para que, cuatro días más tarde, el cuerpo de Fátima fuese encontrado desnudo y con signos de tortura dentro de una bolsa de plástico, había sido arrojada por el borde de un camino de tierra a tres kilómetros de su escuela.

En México, ambos casos se consideran feminicidios, un crimen distinto que, describe el asesinato de mujeres, estos casos son impactantes y espantosos, o al menos deberían serlo, pero la respuesta pública y oficial no siempre es de empatía hacia las víctimas.

Regularmente se puede ser testigo, de cómo un país plagado de sexismo odia literalmente a las mujeres hasta la muerte, en México 10 mujeres son asesinadas cada día, en la gran mayoría de los casos por hombres.

Después del caso de Ingrid, se ha vuelto común en México escuchar a la gente hablar de su mala elección de pareja y de cómo ella, siendo tan joven y hermosa, debería haber encontrado a alguien más, esa misma actitud es la que enfurece a más mujeres, no sólo porque se culpa a Ingrid, la víctima, de permanecer en una relación abusiva, sino también porque ese mensaje no se refleja en absoluto en el hombre que la mató como un abusador actual y futuro de otras mujeres.

La aptitud parece decir, “Si ella se hubiera ido, él habría dejado de ser una persona violenta”, el caso de Ingrid ha puesto de relieve lo profunda que es esta fatal falta de empatía, la gente hacía bromas y memes sobre su muerte en los sitios de redes sociales, algunos tan espantosos como representarla como un «cabrito», un plato del norte mexicano de cabra joven asada cortada en el medio con las entrañas expuestas.

La gente común estaba buscando y compartiendo mórbidamente las fotos del cuerpo de Ingrid en línea, la idea de que la culpa de su horrible asesinato caía directamente sobre la propia Ingrid, inundó Internet durante esa segunda semana de febrero.

Las mujeres en México, consideran que tienen trabajos de alto riesgo, tan sólo por su condición de género

Pero pronto, la conversación se convertiría en Fátima, pues la muerte de la pequeña, fue más difícil de inculpar, ella era una niña de siete años que llevaba su uniforme en la escuela, por lo que los culpables de las víctimas habituales no podían culparla por cómo estaba vestida o especular sobre si estaba borracha.

En vez de eso, fueron por la próxima mujer, la gente culpó a su madre por no recogerla a tiempo, como si no se podía esperar que un niño esperara fuera de su escuela sin ser brutalmente asesinado, pero, ¿qué más se puede esperar de un país que, junto con Brasil, encabeza la lista de feminicidios en números absolutos en América Latina?, después de que se rompiera la noticia de estos dos asesinatos, el presidente afirmó, que no quería centrarse demasiado en el tema de los feminicidios porque estaba intentando dañar su mandato.

Como si México no hubiera sido conocido como el país de Las Muertas de Juárez desde 1993, en referencia a la ciudad norteña de Ciudad Juárez, en la frontera con El Paso, Texas, donde cientos de mujeres y niñas fueron encontradas muertas al lado de la carretera mostrando evidencias de tortura, violación y estrangulación.

Después de décadas de estos asesinatos impulsados por el odio, las mujeres en México finalmente están hartas de vivir con miedo y bajo un sistema de justicia penal que permite a los asesinos y violadores vagar libremente; de hecho, las estadísticas de la comisión nacional de derechos humanos en México muestran que alrededor del 90% de los feminicidios en el país quedan impunes.

Las mujeres de México han encontrado una manera de empujar hacia atrás contra la falta de empatía por su difícil situación: la hermandad, ya hubo, protestas de mujeres que se unen en todo el país, pidiendo mejores políticas y sistemas para permitir que las mujeres abandonen las relaciones abusivas y que se cobre a los abusadores.

Y cientos de miles de mujeres han tomado las calles para marchar por sus derechos bajo los hashtags de #IngridEscamilla, #NiUnaMenos, y #JusticiaParaIngrid, en 11 ciudades, incluyendo Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Ciudad Juárez, los días 14 y 15 de febrero en honor a Ingrid.

Disgustadas con la publicación de imágenes del cuerpo mutilado de Ingrid en la prensa, las feministas de todo México subieron fotos de hermosos paisajes con el nombre de Ingrid, por lo que cuando la gente buscaba su nombre en línea, se redireccionaron en lugar de las fotos de su cuerpo, incluso si algunas mujeres sienten que el movimiento feminista «no las representa», las feministas seguirán luchando por sus derechos.

En este momento, grupos de mujeres están invitando a todas las mujeres mexicanas a unirse a la huelga nacional #UnDiaSinNosotras, que tendrá lugar el 9 de marzo, para esta protesta, se pide a las mujeres que se desconecten de internet y se nieguen a salir, incluso al trabajo o a la escuela, tal vez el silencio se escuche más fuerte que sus propias protestas.