La OEA se reúne en Colombia
La asamblea general busca ejercer presión contra Venezuela
Representantes de 35 gobiernos de América se reunirán desde este miércoles y hasta el viernes en Medellín, Colombia, en la asamblea general de la OEA, para enfrentar supuestamente los desafíos que enfrenta el hemisferio, pero como quedó demostrado en el mensaje del secretario general, Luis Almagro, sobre los refugiados el asunto es saber cómo lograr la vuelta de la democracia a Venezuela.
La reunión de la organización de los estados americanos, OEA, se produce cinco meses después de que el líder opositor venezolano Juan Guaidó invocara la constitución de su país para declararse presidente interino, calificando de ilegítima la reelección de Nicolas Maduro en 2018.
Millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años, huyendo de la hiperinflación, el desempleo, la violencia y la escasez de alimentos y medicamentos, la mayoría de ellos han huido a otros países de la región, incluidos Colombia, Ecuador, Perú y Chile.
Pero la OEA, no parece haber estado al pendiente de que mientras ellos se centran en Venezuela, miles de centroamericanos han hecho el viaje hacia el norte de México a Estados Unidos, huyendo de la pobreza extrema, el desempleo y los altos niveles de violencia y son deportados, asesinados, secuestrados o esclavizados en este país seguro o pasan meses atrapados en la frontera sur de norteamérica.
La crisis política en Venezuela ocupará un lugar central, como lo ha hecho en las dos últimas asambleas generales de la OEA, el tono más suave puede surgir, sin embargo, ya que los años de severa condena por parte del cuerpo no han afectado el control de Maduro sobre el poder.
«La posibilidad de una ruptura limpia, de un cambio repentino en el poder, se ha disipado y tiene que haber otros medios para explorar posibilidades», explica Ivan Briscoe, director para Latinoamérica del International Crisis Group, aunque esto sea la ruta de la OEA.
Hasta ahora, la asamblea ha demostrado ser incapaz de afectar significativamente la situación política dentro de Venezuela, por lo que puede centrar su atención en la construcción de un marco regional para la recepción del éxodo de migrantes de Venezuela, que la ONU espera alcanzar cinco millones para fines de este año.
“La región ya ha presentado el esquema de un buen acuerdo basado en aceptar compartir la carga, compartir información y comprometerse con políticas migratorias similares», indicó Jessica Bolter, asistente de investigación en el instituto de políticas de migración en Washington, DC.
«Desafortunadamente, en las últimas semanas hemos visto que algunos países han estado retrocediendo en estos compromisos», Colombia, Chile, Perú, Ecuador y Trinidad y Tobago recientemente reforzaron las restricciones a los venezolanos que llegan a su frontera.
Por lo que cualquier acuerdo regional que nazca del centro de la OEA, deberá ofrecer algunos incentivos para que todos los países participen.
La OEA, tiene una hoja de ruta, pero no parece ser la que América necesita
Hasta la fecha, el hemisferio no ha visto ningún diálogo similar sobre la migración masiva hacia el norte desde Centroamérica, con cientos de miles de personas que huyen cada año y los funcionarios guatemaltecos y analistas critican plan de «tercer país seguro» de Estados Unidos.
Pero a medida que el tema se convierte en una piedra angular en la política de Estados Unidos, advertidos por miembros de la izquierda denunciando lo que llaman «campos de concentración» para los centroamericanos en la frontera norte de México, finalmente podría entrar en el debate regional en la OEA.
«Estaría fuera de lugar, pero ya es hora de que Estados Unidos sea interrogado sobre este tema», explica Sergio Guzmán, director de análisis de riesgo de Colombia, una firma consultora de riesgos, «el tema seguro es la migración venezolana, pero la conversación podría ir fácilmente a la deriva. Si eso sucede, será un desarrollo interesante», comentó Guzmán.
Los posibles enfoques podrían incluir programas para aliviar las condiciones de crisis que impulsan la migración desde América central o acuerdos para que otras naciones regionales acepten a algunas de las personas que huyen, hasta ahora, la acción principal de las naciones a lo largo de la ruta de migración del norte, incluyendo Guatemala, México y los Estados Unidos, ha sido el bloqueo de las fronteras.
Evitar el movimiento de personas, en gran parte debido a la presión de Washington, norteamérica también ha estado en conversaciones sobre posibles acuerdos de «tercer país seguro», en los cuales los migrantes tendrían que solicitar asilo en el primer país «seguro» al que llegan.
Por su parte, México también ha incrementado su seguridad a lo largo de sus fronteras, incluido el envío o los planes de enviar miles de tropas a sus fronteras norte y sur.
La región aún está lidiando con las consecuencias del escándalo de Odebrecht, en el que las investigaciones revelaron sobornos de alto nivel pagados para hacer negocios en 10 países y los presidentes que han ganado recientemente las elecciones en Argentina, Colombia, Brasil y México han prometido erradicar la corrupción gubernamental, aunque por ahora, se han hecho pocos avances dramáticos.
