En las tierras colombianas es el ganado y no la coca, lo que impulsa la deforestación de la Amazonía
Los sucesivos gobiernos recientes de Colombia utilizan las preocupaciones ambientales para justificar el aumento de su guerra contra el arbusto verde. Pero, una investigación muestra que ya en 2018, la cantidad de bosque talado para cultivar coca fue solo 1/60 del utilizado para ganado.
Los hallazgos del estudio reivindican a los expertos en conservación que argumentaron durante mucho tiempo la estrategia de Colombia para conservar la Amazonía. A menudo está centrada en combatir la producción de coca, pero, no a las tierras para la cría de ganado.
«Queremos erradicar finalmente la narrativa de que la coca es el motor de la deforestación», expresó Paulo Murillo Sandoval de la Universidad del Tolima, quien dirigió el estudio. La deforestación se disparó después de que la guerrilla de las FARC, firmara un histórico acuerdo de paz en 2016 y depusiera las armas.
Cuando los rebeldes salieron de la selva, los acaparadores de tierras se aprovecharon, talando árboles y quemando vastas áreas, para el ganado. La deforestación alcanzó un récord de 219 mil 973 hectáreas en 2017, un 23% más que el año anterior.
«El ganado, es la forma más fácil de demostrar que estás usando la tierra, ya que no está regulada”
El entonces presidente Iván Duque utilizó la supuesta destrucción ambiental causada por el cultivo de coca para justificar la intensificación de la acción militar. En este caso, contra los cultivadores de coca. Prohibido rociar cultivos de coca con glifosato. El gobierno de Duque envió helicópteros y tropas armadas a la selva amazónica, a veces en enfrentamientos mortales con los cultivadores de coca.
Sin embargo, aunque los ranchos de ganado, despejaron más de 3 millones de hectáreas de la selva amazónica en 2018. Por lo que el impacto de la coca fue insignificante. Solo 45 mil hectáreas, fueron taladas para coca en 2018, el último año disponible en el estudio.
Para el estudio, se utilizó un algoritmo de aprendizaje profundo para diferenciar entre la tierra utilizada para la coca y el ganado. Murillo y sus colegas pudieron así, distinguir por primera vez entre tierras para ganado y tierras para coca, las actividades a gran escala de 1985 a 2019.
«Siempre hemos refutado el argumento del gobierno de que la coca estaba impulsando la deforestación, pero carecíamos de pruebas». Expresó Angélica Rojas, oficial de enlace para el estado de Guaviare en la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible. Este grupo de expertos ambientales colombianos, afirman: «Ahora tenemos datos reales con los que podemos oponernos a este error».
Las cifras muestran que los gobiernos anteriores utilizaron el medio ambiente como una falsa justificación para librar una guerra. Estos, estarían usando a los cultivadores de coca, como chivos expiatorios. Mientras llenaban las tierras con ganado.
«No querían evitar la deforestación, solo querían justificar gastar más dinero y recursos en su verdadero objetivo político: eliminar la coca», indicó Rojas.
El estudio también se suma a la evidencia de que, la «guerra contra las drogas» de Colombia no logró detener la producción de coca. Por más de que se sacrificaron vidas y se gastaron miles de millones de dólares en ello. En algunos casos incluso puede haberla empeorado.
Cuando los agricultores tienen sus cultivos erradicados, simplemente establecen nuevas parcelas, a menudo a pocos kilómetros más profundo en el dosel del bosque, expresó Murillo. «La guerra contra las drogas comenzó hace 40 años, pero todos saben dónde está la coca: en el mismo lugar donde siempre han estado».
