Arranca la represión militar en Honduras

Después de varios días de violentas protestas el presidente envía militares a la calle

El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, envió a las fuerzas armadas para imponer el orden luego de que las protestas contra su asediada administración se tornaron violentas de la noche a la mañana en partes de la capital de Honduras y se cobrara dos vidas, miembros de la policía militar se removieron barricadas y lanzaron gas lacrimógeno durante la protesta contra, Hernández, en Tegucigalpa.

Hablando desde el palacio presidencial después de reunirse con altos funcionarios de seguridad, Hernández comentó que había ordenado a los militares que mantuvieran los caminos abiertos, así como a proteger la propiedad privada y al público en el problemático país centroamericano.

«Así que las fuerzas armadas, la policía nacional y otras fuerzas de defensa y seguridad se están desplegando en toda Honduras y lo seguirán haciendo», afirmó Hernández.

Desde que las protestas se desbocaran, el presidente habría advertido que había llegado a un acuerdo con los operadores de camiones, cuyas huelgas en busca de tarifas más altas para el transporte de carga provocaron escasez de combustible en toda Honduras, más, sin embargo, las manifestaciones contra Hernández persistieron.

Miles de personas han huido de Honduras en los últimos años debido a la violencia y la inestabilidad económica

Hubo disturbios generalizados desde la noche del miércoles en Tegucigalpa después de que miembros de una fuerza de policía antidisturbios hondureña encargados de mantener el orden se retiraron a sus cuarteles para presionar al gobierno por mejores beneficios.

Las protestas contra Hernández se han ido acumulando en las últimas semanas sobre las reformas planeadas que, según sus críticos, conducirán a la privatización de los servicios de salud pública y educación, además de mantener el socavado poder adquisitivo en Honduras.

El malestar ha ejercido una mayor presión sobre Juan Orlando Hernández, cuyo gobierno ha sido cada vez más impopular desde que cambió las reglas para permitirle postularse para un segundo mandato en 2017, y aunque ganó la elección, fue ampliamente criticado por observadores internacionales y opositores quienes afirman que robó la victoria.

Los disturbios continuaron hasta el fin de semana y la policía militar desalojó a los manifestantes que instalaron barricadas y quemaron neumáticos en las carreteras de acceso sur a la capital, así como desde el bulevar del centro, informó el portavoz del ministerio de seguridad, Jair Meza.

Meza agregó que había bloqueos de carreteras en curso en la región sur de Choluteca y en Colón, en la costa atlántica, donde los contenedores de una unidad de la empresa estadounidense Dole Food Company fueron atacados hace unas semanas.

Durante los disturbios, 17 personas sufrieron heridas de bala, dos de las cuales murieron en el hospital universitario HEU en Tegucigalpa, indicó Laura Schoenherr, portavoz del hospital; Hernández respondió llamando a un consejo de defensa y seguridad para restablecer el orden en el país.

Hay por lo menos 25 mil miembros de las fuerzas armadas hondureñas, incluida la policía militar, advierten los expertos en seguridad, y estos podrían ser desplegados en su totalidad con el fin de mantener las protestas a raya.