Jefe de la ONU, afirma que la «brecha de emisiones» pone al mundo en camino hacia una «catástrofe» climática
El mundo, especialmente las naciones más ricas en contaminantes de carbono, siguen «muy atrás». No están haciendo lo suficiente. Ni siquiera prometen hacer lo suficiente, para alcanzar ninguno de los objetivos globales que limitan el calentamiento futuro. Una brecha de emisiones señalada en el nuevo informe de las Naciones Unidas.
Esa inacción «altamente inadecuada» significa que la ventana se está cerrando. Pero, aún no del todo, para los esfuerzos de mantener el calentamiento futuro a solo unas décimas más de grado de donde está ahora cerrando la brecha de emisiones. Esto lo afirma el informe Emissions Gap del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
«Los compromisos climáticos globales y nacionales se están quedando lamentablemente cortos», explicó hoy el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. «Si no cerramos la brecha de emisiones, nos dirigimos a una catástrofe global».
El mundo se está destetando de los combustibles fósiles demasiado lentamente, expresaron el informe y los expertos. El informe confirma el ritmo completamente glacial de la acción climática, a pesar del inminente precipicio de los puntos de inflexión climáticos a los que nos acercamos.
La brecha de emisiones es la diferencia entre la cantidad de contaminación entre ahora y 2030 y los niveles para mantener el calentamiento en menos de 1.5°C
El científico climático Bill Hare, jefe de Climate Analytics, también examina lo que los países prometen y hacen sobre las emisiones de carbono en su propio análisis. Explicando que la brecha de emisiones es muy grande. Y los países no quieren hacer algo para cambiarla.
El objetivo es limitar el calentamiento a 1.5 o 2 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales. Pero, los objetivos globales establecidos por el acuerdo de París de 2015 y la forma en que el mundo está actuando ahora, llegaran a los 2.8°C para el año 2100.
Según el informe de la ONU. las promesas concretas de los países reducirían eso a 2.6 grados, pero, el planeta, ya se calentó en 1.1 grados desde tiempos preindustriales.
«Con toda probabilidad pasaremos por 1,5», señaló la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen. Ella no expresó cuándo cree que eso sucedería. «Todavía podemos hacerlo, pero eso significa una reducción de emisiones del 45%» para 2030.
«Realmente se trata de entender que cada pequeño dígito que trasquilamos es una perspectiva menos catastrófica», expuso Andersen.
El informe indica claramente: «A medida que se experimentan los crecientes impactos del cambio climático en todo el mundo, el mensaje de que las emisiones de gases de efecto invernadero deben disminuir, es inequívoco».
Sin embargo, encuentra que «la comunidad internacional está muy por debajo de los objetivos de París, sin un camino creíble hacia 1.5°C en su lugar. Solo una transformación urgente de todo el sistema puede evitar el desastre climático». Guterres explicó que «la brecha de emisiones es un subproducto de una brecha de compromisos. Una brecha de promesas. Una brecha de acción».
