Maduro anuncia la captura de espías que volarían refinerías
El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció que, han sido capturados espías norteamericanos que habrían estado apuntando a un ataque a las refinerías de petróleo del país. Según el presidente, un espía fue capturado en el estado de Falcón en la costa noroeste cerca de la frontera con Colombia.
La trama de espías, se circunscribe a un ex marine estadounidense que trabajaba para la CIA en Irak y fue capturado con armas pesadas y una «gran cantidad» de dólares estadounidenses, según se ha monitoreado.
Según los informes, estaba apuntando a instalaciones petroleras en Amuay y Cardón en algún tipo de ataque de espías, con bombas. Venezuela se vio obligada a cerrar las dos refinerías después de que estas fueran estranguladas por las sanciones estadounidenses les privó de las partes necesarias.
Sin embargo, la refinería Cardón de 310 mil barriles por día se reinició con éxito en abril después de que Irán proporcionara material vital para reiniciar su unidad de agrietamiento catalítico. La ayuda fue seguida poco después por cinco petroleros llenos de gasolina para ayudar a compensar la aguda escasez creada por Washington.
Los espías se encontraban en el estado petrolero de Falcón al noroccidente de Venezuela
El petróleo es vital para el país sudamericano, ya que forma la mayor parte de las exportaciones del país y, por lo tanto, la base de su economía. Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas contra Venezuela, alegando que la reelección de Maduro en 2018 fue ilegítima y promete que cualquier nación o entidad que compre petróleo venezolano recibirá un castigo.
El arresto dentro de la trama de espías, también se produce pocos meses después de que el equipo de mercenarios estadounidense Silvercorp hiciera un intento desafortunado de navegar a Venezuela desde Colombia y secuestrar a Maduro por una fuerte recompensa.
Sin embargo, ocho de los mercenarios fueron asesinados y el resto fue detenido rápidamente por varios pescadores venezolanos que forman parte de la milicia local, y Washington desautorizó el conocimiento y la responsabilidad de la incursión.
