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Humo argentino llega a Paraguay

Paraguay asfixiada por colosal nube de los incendios forestales argentinos

Una nube de ceniza masiva y de rápido movimiento de cientos de metros de altura y varios kilómetros de ancho barrió el sur de Paraguay, mientras las tormentas soplaban escombros de los incendios forestales que asolaban la vecina Argentina después de dos años de severa sequía.

El colosal banco de smog envolvió a Asunción, la capital de Paraguay, el lunes por la noche, envolviendo la ciudad y sus suburbios en una espesa neblina gris con el aroma de la vegetación quemada.

Los meteorólogos advirtieron a los residentes en Paraguay, que se quedaran adentro para evitar respirar el miasma ahumado. El humo puede causar daños a los pulmones y afecciones respiratorias.

En el distrito sureño de Ayolas, donde los incendios están ardiendo desde principios de enero. Las condiciones eran tan oscuras que las aves subieron a los árboles pensando que era de noche, señaló Ray Mendoza, un bombero voluntario.

Incendio en Argentina, humo en Paraguay.
Los incendios están diezmando la vida silvestre insustituible en los vastos humedales del noreste de Argentina, matando y desplazando jaguares, osos hormigueros, carpinchos, aves y anfibios.

El humo, dejó en plena oscuridad durante horas la capital de Paraguay

Fue algo indescriptible, «en cuestión de minutos la ciudad cayó en completa oscuridad», afirmó Mendoza. «Es la primera vez en 20 o 25 años que hago esto que he visto algo así».

Un índice que mide las partículas en el aire se disparó de un solo dígito a más de 180. Cerca de los niveles considerados «muy insalubres» por la agencia de protección ambiental.

Impactantes videos en las redes sociales mostraron la imponente pared de polvo y hollín corriendo sobre el río Paraná desde la provincia de Corrientes, en el norte de Argentina. A tan sólo 250 km al sur de la capital de Paraguay y sofocando playas, granjas y carreteras.

Los automovilistas se vieron obligados a encender sus faros y detenerse cuando la visibilidad cayó a casi cero. Mientras la oscuridad cayó a primera hora de la tarde. «Señor Jesús, Dios mío», exclamó un pasajero.

Un frente meteorológico de aire frío del sur actuó «como una escoba», explicó Eduardo Dose, un hidrólogo paraguayo. Recogiendo hollín de pastos y bosques quemados, así como polvo de humedales afectados por la sequía.

Los fuertes vientos canalizaron la nube asfixiante por el río Paraguay y directamente a la capital. Las tormentas violentas son normales para la región subtropical, agregó Dose. «Pero si vamos a hablar de lo que causa los incendios, allí podemos hablar sobre el cambio climático».

«Hemos tenido algo de lluvia en los últimos días, pero no es suficiente para apagar todos los incendios en la zona», afirmó Mendoza.

Fuente
ElGuardianOLEEuroNews

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