Los ánimos se exasperan cuando el hijo del señor de la guerra es elegido para liderar proyecto de apoyo a las víctimas
El hijo de un reconocido líder del escuadrón de la muerte AUC, ha sido nombrado para dirigir los programas del gobierno neogranadino de Iván Duque, para las víctimas colombianas de la larga guerra civil del país, lo que provocó furia entre los sobrevivientes, Jorge Rodrigo Tovar estuvo esta semana a cargo de un plan para compensar a las víctimas del conflicto, muchos de los cuales fueron aterrorizados por su padre, Rodrigo Tovar, más conocido en Colombia como «Jorge 40».
A finales de los años 90 y principios de la década de 2000, el anciano Tovar lideró el bloque norte de las fuerzas unidas de autodefensa de Colombia o AUC, que fue responsable de una serie de masacres y el asesinato de cientos de civiles a lo largo de la costa caribeña de Colombia.
En febrero de 2000, milicianos del AUC, bajo su mando torturaron y desmembraron a más de 60 campesinos en la aislada aldea de El Salado, en uno de los peores actos de violencia individuales en la guerra de cinco décadas. Las víctimas, entre ellas una niña de seis años y una anciana, fueron apuñaladas, golpeadas y estranguladas hasta la muerte.
El padre de Iveth Jiménez, Víctor Manuel, un líder sindical, fue desaparecido por la fuerza en 2002 por miembros de la milicia del AUC de Jorge 40. Estaba horrorizada por la noticia de que su hijo estaba coordinando la respuesta del gobierno a las víctimas. «No tienen derecho a jugar con la memoria de todos los que Jorge 40 ha asesinado, torturado, desaparecido y desplazado», señaló Jiménez. «Es ofensivo, es insensible y está muy mal».
Sus sentimientos se hicieron eco de Luz Marina Hache, la portavoz de Movice, un grupo que representa a las víctimas de crímenes cometidos por agentes del estado y las AUC. «¿Qué justicia pueden esperar las víctimas con este anuncio?» preguntó Hache.
Jorge 40 y las AUC está asociado con los crímenes más atroces que se hayan cometido en el país
El conflicto entre el estado colombiano y los grupos rebeldes de izquierda, incluidas las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia o Farc, dejó 260 mil muertos y desplazó a más de 7 millones. Grupos paramilitares alineados por el estado y AUC, como el liderado por Jorge 40, cometieron algunas de las atrocidades más sangrientas de la guerra civil de 52 años.
En 2004, Jorge 40 participó en un controvertido programa de desmovilización y confesó unos 600 crímenes, aunque no se culpó de ningún asesinato. Las pruebas en su computadora portátil mostraron que las AUC a menudo colaboraban con miembros del gobierno.
Jorge 40 fue extraditado a los Estados Unidos en 2008 y está cumpliendo una sentencia de 16 años por delitos de narcotráfico. No enfrentó cargos en los tribunales estadounidenses relacionados con la conducta de su milicia durante la guerra. Poco se sabe sobre el joven Tovar, de 30 años, un abogado que ha participado en varios eventos con antiguos miembros del Farc, que a su vez se desmovilizaron en 2016 tras un histórico acuerdo de paz.
En declaraciones a la revista local Semana, Tovar afirmó que no tiene intención de renunciar a su nuevo trabajo. «Todo lo que está pasando me llena de la promesa», indicó, «para demostrar que hago un buen trabajo y que el trabajo puede hablar por mí».
Algunos observadores vieron su nuevo puesto como evidencia de la reconciliación en acción. La politóloga Katherine Miranda describió su nombramiento como «un ejemplo de reconciliación y paz», tuiteando: «Demuestra que el odio y las guerras inútiles no se pueden heredar, sino que se pasa la página y sigue adelante».
