
Los colombianos ven un aumento desmedido de la violencia doméstica y los asesinatos
Latica Estacio esperaba que la ola de violencia de género que aumentó durante el bloqueo del coronavirus en Colombia se desaceleraría después de que el país sudamericano aliviara las restricciones a principios de septiembre. Pero después de que se levantó el bloqueo de cinco meses, los feminicidios aumentaron.
Un promedio de casi tres mujeres al día, fueron asesinadas en Colombia en septiembre, con más de 86 feminicidios registrados en el mes. Es el total mensual más alto que los investigadores del observatorio de femicidios de Colombia han documentado desde que comenzaron a rastrear los asesinatos en 2017.
Los veedores han afirmado que el aumento de la violencia contra las mujeres es un producto de agravar los efectos de la ondulación a largo plazo de la pandemia, un resurgimiento de la violencia de los grupos armados y las consecuencias económicas, que afectan desproporcionadamente a las mujeres.
«Cada día el conflicto empeora y empeora. El narcotráfico, los asesinatos y los feminicidios», señaló Estacio, una líder de 52 años en la ciudad costera occidental de Tumaco. «Es increíblemente pesado, y aún más para las mujeres.»

Los feminicidios son la segunda causa de muerte por violencia en Colombia
Al comienzo de la pandemia, los países de todo el mundo vieron aumentos en la violencia doméstica cuando las restricciones de bloqueo encerradas a las mujeres con sus abusadores. América Latina, una región que registró altas tasas de violencia de género antes de la pandemia, consideró un aumento de feminicidios más agudamente.
Estacio y otros líderes de Tumaco, un centro de narcotráfico y conflictos armados, se vieron abrumados por un aumento inicial de los casos de violencia doméstica después de que el país entrara en un encierro nacional en marzo.
Pero a medida que el estado desvió recursos de algunas partes del país para centrarse en controlar muchas cosas, pero no al brote de coronavirus, un mosaico de grupos criminales, combatientes de izquierda, paramilitares de derechas y bandas narcotraficantes, se trasladó a zonas desalojadas por el gobierno y libró una guerra territorial.
Como resultado, los asesinatos masivos y un derramamiento de sangre similar que recuerdan a tiempos anteriores al proceso de paz del país de 2016 han saltado en todo el país.