Lo que los movimientos ambientalistas enseñan al COP28
Cinco ejemplos de iniciativas ambientalistas locales que están luchando por un cambio sistémico y una transición ecológica y social

La justicia climática es un concepto que reivindica que la acción climática y a los ambientalistas, debe basarse en la equidad. Dentro de los derechos humanos y la participación de los más afectados por la crisis climática.
Se trata de reconocer que el cambio climático no afecta a todos por igual, sino que agrava las desigualdades existentes entre países, regiones, comunidades y grupos sociales.
La justicia climática implica que los responsables históricos de las emisiones de gases de efecto invernadero asuman su responsabilidad. Y que, apoyen a los ambientalistas y a los más vulnerables a adaptarse y mitigar los impactos del calentamiento global.
También implica que las soluciones al cambio climático no se limiten a medidas técnicas o económicas. Sino que aborden las causas estructurales del problema, como el modelo de desarrollo, el sistema energético, el consumo, la producción o la distribución de la riqueza.

Se trata de impulsar una transición ecológica y social y a los ambientalistas
Una que garantice el bienestar de las personas y del planeta, respetando los límites ecológicos y los derechos de las generaciones presentes y futuras.
En este sentido, los movimientos ambientalistas de base son actores clave para promover la justicia climática. Ya que desde sus territorios y realidades están impulsando iniciativas ambientalistas que cuestionan el statu quo y proponen alternativas sostenibles y solidarias.

Estos son algunos ejemplos de movimientos ambientalistas. Contra el cambio sistémico.
Quienes podrían inspirar a los líderes mundiales que se reúnen en la COP28 en Dubai
- El Movimiento de Afectados por Represas (MAB) de Brasil: Que agrupa a miles de personas que han sido desplazadas. Y a los afectadoas por la construcción de grandes represas hidroeléctricas en Brasil, que suponen graves impactos sociales y ambientales. El MAB denuncia que estas obras responden a los intereses de las grandes corporaciones. Y no a las necesidades energéticas de la población, y que además contribuyen al cambio climático al emitir metano y destruir ecosistemas. El MAB propone un modelo energético basado en fuentes renovables, descentralizadas, democráticas y populares.
- La Alianza Global de Comunidades Territoriales Indígenas: Reúne a más de 500 organizaciones indígenas de 72 países. Representan a más de 400 millones de personas. Su objetivo es defender sus derechos colectivos, sus territorios, sus conocimientos ancestrales. Y su papel en la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. La alianza exige que se reconozca y se apoye la contribución de los pueblos indígenas a la mitigación y la adaptación climática. Y que se les consulte e involucre en las decisiones que les afectan.
- La Coalición de Mujeres por el Clima: Esta coalición, lanzada en 2016. Por la exsecretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Christiana Figueres. Juanto a la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, busca empoderar a las mujeres como agentes de cambio en la acción climática. La coalición apoya a las mujeres líderes en diferentes sectores y regiones. Promueve la igualdad de género y los derechos de las mujeres como elementos esenciales para la justicia climática.
- La Red de Justicia Climática y Energía de África: Fundada en 2012. Reúne a más de 150 organizaciones de la sociedad civil de 45 países africanos. Estos, trabajan por una transición justa hacia un futuro libre de combustibles fósiles en el continente. La red aboga por el acceso universal a la energía renovable. Soberanía alimentaria, la protección de los derechos humanos y la participación de las comunidades. Para la toma de decisiones: sobre el clima y la energía.
- El Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil: Este movimiento, surgido en 1984. Lucha por la reforma agraria y la justicia social en el campo brasileño. El MST denuncia el modelo agroindustrial dominante, basado en el monocultivo, el uso intensivo de agrotóxicos y la concentración de la tierra y el poder. El MST propone un modelo agroecológico, basado en la diversidad, el respeto a la naturaleza y la soberanía alimentaria. El MST también defiende el derecho a la educación, la salud, la cultura y la participación política de los campesinos y campesinas.
Y hay más sobre ambientalistas
Estos movimientos son solo algunos ejemplos de la diversidad y la riqueza de las experiencias de la justicia climática en el mundo. Estos movimientos que no solo resisten al sistema que genera la crisis climática. También construyen alternativas que apuntan a un cambio profundo y radical.
Son movimientos que no solo reclaman sus derechos, sino que también asumen sus responsabilidades con el planeta y con las generaciones futuras. No solo exigen a los gobiernos y a las instituciones que actúen, sino que también actúan ellos mismos, desde abajo y desde adentro. y son movimientos que tienen mucho que enseñar al COP28 y al mundo.