Retórica belicista y desglobalización son sus temas en agenda
Entre los ataques de Bolsonaro contra los gobiernos socialistas y las pretensiones de Trump de desglobalizar el mundo, quedó abierta la 74 asamblea general de las naciones unidas, AGNU, Bolsonaro se mofó de los ecologistas y de el amarillismo de los medios sobre los incendios del Amazonas y finalmente Trump atacó como era de esperar a Venezuela y su gobierno.
Tras el mensaje de apertura del secretario general, Antonio Guterres, el presidente brasileño Jair Bolsonaro iniciará la secuencia de discursos presidenciales, seguido por Donald Trump y aunque no se espera mucho de estas intervenciones, son las más importantes de toda la AGNU.
Trump en la AGNU: «El futuro no pertenece a los globalistas, el futuro pertenece a los patriotas»
«Siete décadas de historia han pasado por esta sala en su riqueza y drama», comienza Donald Trump en su tercer discurso ante la ONU, aunque hoy está hablando gravemente, lo cual es interesante pues el año pasado la cámara estalló en una risa espontánea por uno de sus comentarios.
«El futuro no pertenece a los globalistas, el futuro pertenece a los patriotas», afirma el republicano, que entiende que el mundo sólo llega a la frontera norteamericana, Trump está retomando su camino gastado de promover la «soberanía» por encima de las relaciones internacionales.
Y habló sobre la economía estadounidense y el comercio mundial, luego indicó que está listo para llegar a un gran acuerdo comercial con el Reino Unido, de cara a su salida de la unión europea, Trump habló de Boris Johnson, quien puede no quedarse en la asamblea general el tiempo suficiente para hacer su discurso de debut debido a la crisis en su gobierno.
No fue corto su discurso en la AGNU y en el sólo se llegó a lugares comunes como el descredito de China y de los gobiernos socialistas y su interés por hacer su economía grande nuevamente, a costa de todo lo que pueda absorber del mundo, hablo de Irán y de su hegemonía en el terrorismo del medio oriente, con lo que finalmente calló sobre Venezuela y la necesidad de convertir nuevamente a Latinoamérica en su tras patio.
Bolsonaro: «El Amazonas no es el pulmón del mundo»
Bolsonaro habla sobre la persecución religiosa, luego de su agradecimiento a Donald Trump, quien celebró una reunión especial de libertad religiosa en la ONU ayer cuando la ONU se centró en el cambio climático, poco antes de la AGNU.
El presidente brasilero entró en una larga y extraña disertación contra la » ideología», que según, “ha invadido el alma humana misma para expulsar a Dios de ella», comentó, la «ideología» ha llevado a la «muerte y destrucción», incluso cuando fue apuñalado.
A cada orador se le asignan 15 minutos para sus comentarios, pero Bolsonaro ha mantenido la tradición de los líderes que hablan mucho más allá de ese límite y sus comentarios registraron alrededor de 30 minutos.
Terminó agradeciendo la «gracia y gloria de Dios», pero no dejó oportunidad de recalcar que “El Amazonas no está siendo devastado” y que efectivamente esta selva necesita estar abierta para los negocios.
Para presentar este caso, Bolsonaro citó unas supuestas conversaciones que ha tenido con líderes indígenas y también explicó que los países fueron «irrespetuosos» y «colonialistas» al criticar la respuesta de Bolsonaro ante los incendios en la Amazonía.
Agradeció a Donald Trump, antes de continuar explicando cómo el resto del mundo ha abordado la situación en la Amazonía de una manera colonialista, Bolsonaro afirma que los indígenas no quieren ser pobres sentados en las tierras más ricas del mundo.
«No podemos olvidar que el mundo necesita ser alimentado», indicó Bolsonaro, «Francia y Alemania utilizan hasta más del 50% de sus territorios para la agricultura», y expresa que el 61% del territorio de Brasil está preservado y que solo el 8% de su tierra es para alimentos.
El Amazonas no está siendo devastado, ni está siendo consumido por el fuego, como dicen los medios, ha asegurado, pero vale la pena señalar, una vez más, que la mayoría de los líderes indígenas de Brasil están horrorizados por lo que llaman el asalto histórico de Bolsonaro en la Amazonía y sus planes «colonialistas y etnocidas» para abrir territorios indígenas a las compañías mineras.
