Los intereses comerciales han dirimido los destinos de Latinoamérica
Un siglo después de alimentar el separatismo en Panamá, los intereses económicos de Norteamérica siguen dominando agresivamente la región, incluida Venezuela, Colombia o Guyana, una intervención sostenida en la historia reciente de Latinoamérica hasta el día de hoy, poco antes de que se celebre el 100 aniversario de la dedicación del canal de Panamá.
El canal de Panamá abrió sus puertas en agosto de 1914 pero no está dedicado hasta el 12 de julio de 1920, es una vía fluvial artificial de 82 km de largo construida por Norteamérica y que, atraviesa el istmo que une América del Norte y del Sur y conecta los océanos Atlántico y Pacífico. El canal estaba bajo el control único de Washington hasta que una agencia conjunta estadounidense-panameña asumió el cargo en 1979. El gobierno panameño asumió el control total en 1999.
El canal considerado una de las rutas marítimas más estratégicas del mundo que estuvo en control de Norteamérica, con alrededor de 14 mil buques que lo cruzando cada año, lo que representa aproximadamente el 5% del comercio mundial. Sirve 144 rutas marítimas y conecta 160 países, según afirma la autoridad del canal de Panamá, ACP.
El canal tiene una historia geopolítica muy controvertida, su creación vista como el producto final de la Doctrina Monroe, donde Norteamérica declaró su intención de establecer la hegemonía sobre el hemisferio. En 1903, Washington apoyó una rebelión que permitió a Panamá obtener la independencia de Colombia, lo que permitió a los norteamericanos obtener la plena posesión de la zona del canal a través de un tratado.
La doctrina Monroe de Norteamérica, está viva y bien, tristemente para la gente de América Latina
El abogado de derechos humanos, historiador y analista de América Latina Dan Kovalik, comentó las maquinaciones políticas de Norteamérica y los golpes militares orquestados para desestabilizar y mantener el control de la región centroamericana y del sur que, continúan sin cesar hasta el día de hoy. Además de robar una fuente potencial de grandes ingresos para Colombia, esta acción de apoyar a los paramilitares atormentaría a esa nación durante muchos años.
«Como sabemos, Norteamérica ayudó a crear y financiar fuerzas militares en 1903 para rebelarse contra el gobierno colombiano y separar Panamá de Colombia para tomar el control de lo que se convertiría en el Canal de Panamá», indicó Kovalik, quien enseña derechos humanos internacionales en la facultad de derecho de la universidad de Pittsburgh.
«Colombia ha sufrido conflictos civiles internos desde entonces, incluso de fuerzas paramilitares que han seguido levantando su fea cabeza, muchas veces con el apoyo de Norteamérica, hasta la actualidad. Colombia sigue sufriendo terribles abusos contra los derechos humanos cometidos por tales fuerzas que ahora dominan gran parte del campo».
El director del centro de instituto independiente sobre la paz y la libertad, Iván Eland, estuvo de acuerdo en que los Estados Unidos continuaron ignorando el derecho internacional y todavía utilizaron la doctrina Monroe de 1823 para justificar sus repetidas intervenciones en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas.
