Continua la presión contra la selva amazónica

La deforestación de la selva del Amazonas se ha disparado antes de la estación seca
La deforestación de la selva amazónica en Brasil aumentó un 43% en abril en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos del gobierno.
Un total de 1 mil 157 kilómetros cuadrados de selva tropical fueron destruidos en los primeros cuatro meses de 2021. Esto fue un 4% menos que un año antes.
El Amazonas es una tienda de carbono vital que ralentiza el ritmo del calentamiento global. Los científicos afirman que la pérdida de grandes extensiones de la selva, se ha acelerado desde que el presidente brasileño Jair Bolsonaro asumió el cargo en 2019.
El presidente ha alentado las actividades agrícolas y mineras en la selva tropical más grande del mundo, y ha revertido la legislación ambiental y la protección de los predios indígenas.

Condenan la propuesta de legislación que podría legalizar la ocupación privada de la selva
Los conservacionistas temen lo peor antes de la estación seca de este año, cuando la deforestación suele alcanzar su punto máximo de mayo a octubre.
Para noviembre del año pasado, la agencia espacial del país, Inpe, informó que la deforestación de la selva Amazónica, había aumentado a su nivel más alto desde 2008.
En los últimos meses, la comunidad internacional, liderada por la administración estadounidense, ejerce una mayor presión sobre Brasil para reducir la deforestación de la Amazonía.
La cumbre sobre el clima encabezada por Estados Unidos el mes pasado, Bolsonaro prometió duplicar el dinero reservado para la aplicación del medio ambiente. Y poner fin a la deforestación ilegal para 2030.
Los críticos han cuestionado su compromiso. Señalan un reciente recorte del presupuesto del ministerio de medio ambiente como ejemplo de que el presidente Bolsonaro reniega de sus promesas.