Estados Unidos y México piden fuerza internacional para romper el dominio de las pandillas en Haití
Estados Unidos, Canadá y México proponen el despliegue de una fuerza multinacional para ayudar a romper el dominio de las pandillas en Haití. Sobre la distribución de combustible, agua y otros bienes básicos.
Se presentó una resolución en una sesión especial del consejo de seguridad de la ONU. la enviada de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield. Quien, pidió «una misión limitada y cuidadosa fuera de la ONU dirigida por un país socio con la experiencia profunda y necesaria», contra las pandillas en Haití.
La sesión del consejo se adelantó a partir del viernes, en vista de las terribles condiciones del puerto principal y la terminal de combustible bloqueados por pandillas en Haití. Donde la hambruna generalizada y un brote de cólera, están diezmando la población.
Cuando se convocó la sesión, hubo manifestaciones en todo Haití, pidiendo la renuncia del primer ministro, Ariel Henry. Pero, las negociaciones con los grupos de oposición destinadas a resolver la crisis llegan a un punto muerto.
Las pandillas en Haití bloquearon el principal en la capital, incluida la principal terminal de combustible del país
Thomas-Greenfield indicó que el objetivo de la fuerza sería «mejorar la situación de seguridad en el terreno. Para que la entrega de la ayuda que se necesita desesperadamente pueda llegar a los necesitados y abordar la actual crisis de cólera».
No sería una fuerza de la ONU de cascos azules, sino la resolución de Estados Unidos y México. Una, que sería respaldada por el consejo de seguridad y se le otorgaría autoridad para usar la fuerza si es necesario bajo el capítulo VII de la Carta de la ONU.
No estaba claro si Estados Unidos estaba listo para enviar tropas como parte de la fuerza. O simplemente suministraría fondos y apoyo logístico como lo hizo Washington con la misión de mantenimiento de la paz de la ONU Minustah.
Greenfield indicó que Estados Unidos «consideraría los medios más efectivos para apoyarlo, habilitarlo y asignarle recursos directamente». Y que «dependerá del apoyo de los estados miembros de la ONU y este proyecto de resolución solicitó explícitamente contribuciones de personal, equipo y otros recursos».
El embajador adjunto de China, Geng Shuang, cuestionó si una fuerza extranjera sería bienvenida por el pueblo haitiano. O enfrentaría la resistencia de los grupos de oposición.
«En un momento en que el gobierno haitiano carece de legitimidad y no puede gobernar. ¿El envío de una fuerza de acción tan rápida a Haití recibirá la comprensión, el apoyo y la cooperación de las partes en Haití, o enfrentará resistencia o incluso desencadenará una confrontación violenta de la población?» Preguntó Geng.
«Muchos grupos de oposición piden no permitir una intervención extranjera. Y se refieren con razón, por decirlo suavemente, a una experiencia no muy exitosa con la interferencia externa en los asuntos del país», indicó Polyanskiy.
