México participa en el mundial de Fútbol para ciegos
El equipo de invidentes se enfrentará a selecciones de todo el mundo entre 7 al 17 de junio en España
Un suceso histórico para México significa que, por primera vez en los anales del futbol para ciegos y débiles visuales, el seleccionado azteca participará en una cita mundialista. El conjunto forma parte de los 16 clasificados para la edición que se disputará en España del 7 al 17 de junio.
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José Eduardo Cerezo Rivera, Francisco Javier Rangel Monreal, Edgar Javier Carrillo Montes de Oca, Moisés Cerezo Rivera, Omar Otero Muñoz, Jorge Lanzagorta Gallardo, Tadeo Daniel Viera Ruiz, Gustavo Arana Magaña, Michael Charles Smithers Garcíaruiz y Javier Augusto Amozorrutia Castro, conforman la convocatoria y competirán en el grupo C del evento, contra las selecciones de China, Rusia y Corea del Sur.
Los invidentes aztecas comenzarán su participación, enfrentándose al seleccionado ruso el sábado 9 de junio y después se medirán contra los equipos de China el 19 y el martes 12 de este més se enfrentarán ante la representación de Corea del Sur.
¡Silencio por favor!
A diferencia de otras veces en las que el partido de fútbol hace las delicias de vuvuzelas, pitos y tambores, en esta ocasión las gradas tendrán que permanecer en silencio absoluto, porque si presenciamos un partido de fútbol donde los jugadores son invidentes o débiles visuales, el silencio es vital para que los jugadores, que en su mayoría son ciegos, sin contar al portero, y para que los jugadores sepan donde se encuentra el balón en cada momento, ya que tiene un dispositivo que lo hace sonoro e igualmente para que puedan escuchar las instrucciones del portero, el entrenador y el guía, que todos los equipos posees.
Los asistentes, guías, entrenadores y el mismo portero son los encargados de dirigir los movimientos en el campo porque su voz, junto con el sonido del balón y las vallas laterales, son las únicas referencias que tienen los jugadores para situarse y saber en qué parte del campo están en cada momento.
Los jugadores tienen el deber de explicar, en forma clara y audible, la palabra «voy» para impedir golpes y ubicar al jugador rival, los guardametas de cada grupo también dan instrucciones a su defensa, los guías se ubican atrás del arco de la portería y emplaza a los integrantes, por lo tanto, el silencio no es una pretensión en el fútbol para ciegos, como ocurre en el tenis o el golf, aquí es una condición.
Si como muchas personas, no has tenido la oportunidad, ni la satisfacción que produce ver en vivo y directo un partido de esta clase, desde hoy y hasta el día 17 de este mes cuando se disputará la final, en el Colegio Sagrado Corazón de Chamartín en Madrid, España, se acogerá en sus instalaciones el campeonato del mundo de Fútbol 5 para Ciegos.
En el encuentro 130 jugadores invidentes y 32 porteros de 16 selecciones se enfrentarán en 44 partidos y más, en una contienda deportiva en busca del máximo trofeo tras la medalla en los Juegos Paralímpicos.
Es la segunda vez que un Mundial de fútbol para ciegos se celebra en el País ibérico, siendo en primera ocasión en Jerez de la Frontera en el año 2000, el equipo español se ha coronado en siete oportunidades campeona de Europa y dos como subcampeona del mundo, y está aspirando conquistar su primer oro mundial en su propia casa y ante su gente.
Los equipos se encuentran más preparados que nunca y en este sentido el seleccionado ibérico se ha preparado mejor que nunca, pues desde enero ha realizado 10 concentraciones, ha comentado Jesús Bargueiras, seleccionador español y ha afirmado, «Son muchas. Ya tenemos ganas de que llegue el primer partido. Es un reto jugar en casa. A priori, tenemos la ventaja de tener el factor cancha, pero la desventaja de tener que demostrarlo ante nuestra gente», pondera.
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«Se nos resiste el oro mundial. Brasil y Argentina son, en principio, las favoritas, pero estamos preparados y tenemos jugadores para conseguir el Campeonato del Mundo. El objetivo es ganarlo», ha afirmado Bargueiras sin dudarlo, al igual que el resto de cuerpo técnico y de porteros, ha tenido que cogerse vacaciones o pedir una excedencia para poder preparar el mundial y disputarlo ahora a lo largo de 11 días
