Grupo de Lima, los forajidos internacionales
El grupo creado el 8 de agosto de 2017 por solicitud norteamericana, ha roto la integridad Latinoamericana
Las intervenciones encubiertas y abiertas que tienen lugar contra Venezuela por parte del Grupo de Lima, encabezado por los Estados Unidos y sus aliados, son una forma de agresión y una violación de los principios fundamentales de la carta de las naciones unidas que hacen que las naciones involucren a forajidos internacionales.
El intento de golpe de estado contra el presidente Maduro de Venezuela puede haber fallado por ahora, pero los chacales que lo instigaron no han renunciado a su objetivo de obligar a la mayoría de los venezolanos que se benefician de la revolución bolivariana iniciada por el presidente Chávez, a la miseria que la revolución está tratando de provocar.
Salvarlos de Estados Unidos y sus gobiernos y medios de comunicación aliados, en colaboración con los servicios de inteligencia civil y militar norteamericana, están bombeando un flujo constante de propaganda sobre el comienzo de los asuntos en Venezuela para engañar y manipular a sus propios pueblos para que apoyen su agresión y socaven a los venezolanos que apoyan su revolución.
Hemos visto este tipo de propaganda antes, las historias falsas sobre abusos de «derechos humanos», las condiciones económicas, los gritos de «democracia», la propaganda sobre un líder «autoritario», un «tirano», «dictador», todas las etiquetas han usado antes contra líderes de naciones que luego han asesinado.
El presidente Arbenz, Allende, Torrijos, Habyarimana, Milosevic, Hussein o Gadafi, son ejemplos que vienen rápidamente a la mente, por lo que las mismas amenazas contra Maduro o las cristalizaron contra Evo Morales, no son solo propaganda sino amenazas físicas directas.
Vemos los mismos pretextos para la agresión militar utilizados y los mismos eufemismos empleados, los mismos gritos de «intervención humanitaria», que ahora sabemos que no son más que ecos modernos de los pretextos de Hitler para la invasión de Checoslovaquia, para «salvar a los alemanes oprimidos».
Estados Unidos es el protagonista principal del Grupo de Lima
Las mismas mentiras presumidas y misma la hipocresía sobre el estado de derecho, cuando se jactan abiertamente de su violación del derecho internacional con cada paso que dan y hablan como si fueran dioses que gobiernan el mundo.
Norteamérica es el actor principal en todo esto, pero tiene a su lado, entre otras naciones flacas, quizás la peor de todas, Canadá, que ha sido un socio entusiasta en el crimen de los estadounidenses desde el final de la segunda guerra mundial.
No podemos olvidar su papel en la agresión contra Corea del Norte, la Unión Soviética, China, su papel secreto en la agresión estadounidense contra Vietnam, contra Irak, Ruanda, Yugoslavia, Afganistán, Siria, Ucrania, Haití, Irán y en los últimos años contra Nicaragua, Cuba, Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Canadá tomará la iniciativa en la agresión contra Venezuela el lunes 4 de febrero, cuando se organiza una reunión en Ottawa de un grupo de conspiradores internacionales de crímenes de guerra, conocida como El Grupo de Lima, un grupo de América Latina, del Caribe, de los Estados Unidos, incluidos México y Canadá, que fue establecido por los Estados Unidos en una reunión en Lima, Perú, el 8 de agosto de 2017 con el propósito expreso de derrocar al presidente Maduro.
La veterana en asuntos exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, declaró recientemente a la prensa que: “Canadá necesita jugar un papel de liderazgo en el Grupo de Lima porque la crisis en Venezuela se está desarrollando en el patio trasero global de Canadá. Este es nuestro barrio y tenemos un interés directo en lo que sucede en nuestro hemisferio”.
“¿En el patio trasero global de Canadá?”, es sorprendente leerlo. ¿Canadá considera al mundo como su patio trasero?, ella logra revelar un caso severo de megalomanía e insultar al resto de las naciones del mundo al mismo tiempo, y su afirmación de que Venezuela «es nuestro vecindario» es casi una adopción directa del reclamo estadounidense de hegemonía e «intervencionismo”.
Pero, al hacerlo, la élite canadiense se muestra enemiga del progreso y la justicia económica y social; muestra que son los reaccionarios anti humanos que son y también se hacen forajidos mundiales.
Unas consideraciones finales que poner en la mesa
En 1981, la asamblea general de la ONU, aprobó la «Declaración sobre la inadmisibilidad de la intervención y la interferencia en los asuntos internos de los Estados» mediante la Resolución 36/103 y uno de los deberes impuestos a los estados por la Declaración fue:
«El deber de un Estado de abstenerse de intervención armada, subversión, ocupación militar o cualquier otra forma de intervención e interferencia, abierta o encubierta, dirigida a otro Estado o grupo de Estados, o cualquier acto de interferencia militar, política o económica en los asuntos internos de otro Estado, incluidos los actos de represalia que impliquen el uso de la fuerza».
Además, la Declaración hizo un llamado a los estados a abstenerse de cualquier acción que busque interrumpir la unidad o socavar o subvertir el orden político de otros Estados, capacitar y equipar mercenarios o bandas armadas, propaganda hostil, entonces, ahí lo tienen en la Ley.
El mundo puede ver que el Grupo de Lima, a quien le gusta usar la frase “el estado de derecho” en sus dictados a otros, está cometiendo crímenes atroces bajo el derecho internacional y juntos estos crímenes son componentes del supremo crimen de agresión de guerra.
Por comedimiento de la ONU, el Grupo de Lima debe ser considerado un grupo de conspiradores y criminales internacionales y cada individuo involucrado es un criminal de guerra, por lo que, cuando los conspiradores de Lima emitieron su comunicado de prensa después de la reunión de Ottawa, planeando la agresión contra Venezuela y solicitando el derrocamiento del presidente Maduro, mientras lo criminalizaban en el idioma habitual del agresor, faltaban al estado de derecho internacional.
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