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El populismo toma el control de Latinoamérica

El fantasma del populismo está desafiando a las élites políticas de la región

América Latina se prepara para vivir los próximos meses un calendario electoral intenso y determinante para el futuro del continente. A la espera de lo que suceda, en este escenario político, el populismo, en contra de lo que pudiera parecer, está más vivo que nunca.

La fortuna de América Latina ha estado inextricablemente ligada a los precios de los productos básicos. A medida que los precios del cobre, el oro y el petróleo suben, también lo hacen las fortunas políticas y el populismo como su antagónico.

Desde el mal manejo de la pandemia hasta su excesiva dependencia de los productos básicos, los líderes están siendo desafiados por los populistas.

Y con 13 países que irán a las urnas en los próximos meses, ganan más el poder los partidos de izquierda. Pero los populistas, no son solo socialistas. También los hay de derecha.

Populismo en Latinoamérica.
Si desde 1998 lo que predominó en la región fue el populismo vinculado al “socialismo del siglo XXI”, el “populismo rentista de izquierda”, lo que se empieza a percibir es la aparición de otra clase de populismo situado en la derecha del espectro.

El populismo ha ido mostrando su capacidad de resistencia a desaparecer, madurando en terrenos apropiados

En este momento, a medida que la pandemia golpea a la región con más fuerza que cualquier otra. Millones de personas caen en la pobreza, y la economía se hunde casi un 8 por ciento en 2020.

Más allá de sus desplazamientos ideológicos pendulares por América, el populismo empieza a generar fórmulas similares de liderazgo allá donde surge

 A los nuevos líderes populistas les une el carisma, el autoritarismo, la incorrección política o la metonimia de tomar su parte como el todo.

Y al igual que comparten aversión por los matices, maniqueísmo, A los populistas también les une el rechazo visceral a una clase política que consideran mera mafia del poder, o la asombrosa capacidad de capitalizar en beneficio propio todo tipo de votos de castigo.

Estos nuevos populismos, nacidos, en su inmensa mayoría, al margen del “socialismo del siglo XXI”, siguen teniendo una fuerte carga de autoritarismo.

Por lo que apuestan por el proteccionismo, por liderazgos carismáticos y por rechazar las instituciones y la institucionalidad. Se siguen nutriendo de esas deficiencias que alimentaron, y continúan alimentando, el nuevo renacimiento de nuevos tipos de populismo.

Fuente
IdeasJournalsNuso

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