La incómoda verdad sobre sancionar a Rusia
Esta semana y uniéndose a las sanciones norteamericanas, el canciller de Alemania, Olaf Sholz, ordenó la suspensión del proceso de certificación para Nord Stream 2. El gasoducto ruso impulsará significativamente el suministro de gas ruso a Alemania.
La medida se produjo poco después del inicio agresiones y tras la decisión de Rusia de enviar tropas al Donbass. Las sanciones fueron aplicadas, A pesar que Moscú afirma la desmilitarización de Ucrania y para fines de mantenimiento de la paz.
Todos los gobiernos de la UE, el Reino Unido y los Estados Unidos denunciaron la medida y aplicaron sanciones. Pero, por extraño que parezca, ninguna de las sanciones se dirigió a la industria energética masiva de Rusia.
El Reino Unido, en su campaña de sanciones, congeló los activos de cinco bancos rusos y tres individuos rusos. El parlamento del Reino Unido también indicó que prohibiría a las empresas británicas hacer negocios en las dos regiones. La UE atacó a los políticos con acciones punitivas.
Las sanciones serán un golpe duro a la economía del planeta
Estados Unidos anunció que las ordenanzas, incluyen poner a dos grandes bancos rusos y lo que denominó élites rusas y sus familias en la lista de nacionales especialmente designados de los Estados Unidos. Que efectivamente corta el acceso de estas personas al sistema financiero de los Estados Unidos.
El otro objetivo era la deuda soberana rusa. Como indicó Biden, las sanciones contra Moscú básicamente le impiden pedir prestado en el extranjero. Una medida que envió ondas de choque a través de la industria del comercio de deuda.
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Es muy probable que las sanciones estén en la agenda para más adelante. Pero dado el dolor que estas van a infligir a los países europeos y tal vez incluso a los propios Estados Unidos, podrían convertirse en un último recurso.
Para empezar, la suspensión de Nord Stream 2 será mucho más dolorosa para Alemania que para Rusia. Si es que el gasoducto permanece suspendido a largo plazo. El objetivo de Nord Stream 2 era aumentar los flujos de gas a Alemania a medida que el país cerraba sus centrales nucleares y de carbón. Entonces, si no hay gasoducto, Alemania tendría que reemplazar el gas barato del gasoducto con GNL más costoso.
En cuanto al dolor de Rusia, Gazprom selló recientemente un acuerdo con China para duplicar la capacidad de su gasoducto Power of Siberia que suministra gas al norte de China. A corto plazo, el varamiento del proyecto Nord Stream 2 de 12 mil millones de dólares sería desagradable, pero no será el final de Gazprom.
Pero, ¿por qué nadie sancionó el petróleo, el gas o los metales rusos? Primero, hay muchas compañías occidentales grandes e importantes que trabajan en petróleo, gas y metales rusos. En segundo lugar, Rusia es un importante proveedor mundial de productos básicos y las sanciones interrumpirían una economía global ya sacudida.
Las sanciones extensas serían realmente problemáticas para el sector energético, incluso si no apuntan directamente a las exportaciones. No son funcionales, a juzgar por cómo se desarrollaron las sanciones en Venezuela.
Lo que sucederá es que las compañías deberían abandonar el país. Pero, es algo que BP, por ejemplo, odiaría hacer dada su participación bastante lucrativa en Rosneft.
