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Ortega declara la guerra a Abelardo Mata

El obispo declara ser un perseguido político de un gobierno comunista

El gobierno de Nicaragua parece estar persiguiendo a miembros y líderes de la Iglesia Católica y cometiendo «asesinatos y crímenes contra la humanidad» durante más de un año desde que comenzaron las protestas en favor de la democracia, expresó el obispo Abelardo Mata.

Los católicos no tienen la libertad de adorar como quieran u organizarse para vivir las enseñanzas de Jesucristo, formuló monseñor Juan Abelardo Mata, obispo de la diócesis de Estelí, en una entrevista telefónica.

Nicaragua es casi un 85% y aproximadamente la mitad católica, pero esto no ha impedido que el gobierno sandinista, dirigido por Daniel Ortega, reprima la fe cristiana, el frente Sandinista de liberación nacional o FSLN, que lidera Ortega, ha gobernado Nicaragua durante la mayor parte de las últimas cuatro décadas.

El propio Ortega lideró el país primero de 1979 a 1990 y luego de 2007 a hoy y ha designado a su esposa, Rosario Murillo, vicepresidenta de la nación, como se recordará las protestas estallaron en Nicaragua contra el régimen de Ortega en abril de 2018, inicialmente contra un recorte de los pagos de pensiones del gobierno.

Ortega respondió a las protestas contra la política, derogando la disposición y usando a la fuerza policial contra los manifestantes, las protestas se extendieron a todo el país y dieron pie a bloqueos de carreteras, saqueos y destrucción de edificios gubernamentales para exigir elecciones libres y justas y la restauración de la democracia en el país que continúan hasta hoy.

Según informes de veedores de los derechos humanos, las fuerzas militares y policiales bajo el control de Ortega y Murillo, han matado a cientos y arrestado a miles; Mata afirma que las pandillas no oficiales que aterrorizan a los manifestantes son particularmente activas en las zonas rurales donde los periodistas tienen dificultades para penetrar.

La iglesia católica ayudó activamente al movimiento en favor de la libertad, mediando con los sandinistas y ofreciendo santuario a los estudiantes que lo buscan en las iglesias, en ello, Mata se encontraba entre el clero católico para mediar con el gobierno y, después de que fracasaron las conversaciones de paz, instó a Ortega a regresar a la mesa de negociaciones y detener la violencia.

“El gobierno local solicitó la intervención de la conferencia episcopal de Nicaragua para buscar una solución al problema, hicimos lo nuestro, ayudamos a crear órganos de la sociedad civil para dialogar con el gobierno”, explicó Mata y añadió que, “el gobierno recurrió a asesinatos y crímenes contra la humanidad».

Mata comentó que Ortega está «cometiendo crímenes contra la humanidad y no quiere ceder de ninguna manera los espacios necesarios para que las personas, utilizando los poderes que tienen, puedan manifestar su voluntad», afirmó.

El obispo culpó a «la ideología que rige este gobierno, que se basa en el pensamiento marxista-leninista», de gran parte de la violencia, aunque rechazó la idea de que la oligarquía de Ortega fuera más leal a los principios del comunismo que su propia riqueza personal.

«En la práctica, es un capitalismo de amigos… que ni siquiera responde a la idea del comunismo porque el acceso a la riqueza generada por el gobierno solo está disponible para aquellos cercanos al gobierno», señaló.

Monseñor Juan Abelardo Mata.
Los líderes católicos y evangélicos protestantes en Nicaragua, fueron rutinariamente víctimas de represalias, incluidas calumnias, investigaciones arbitrarias por parte de agencias gubernamentales por cargos infundados, retención de exenciones fiscales, reducción de las apropiaciones presupuestarias, y negativa de los servicios religiosos a los presos políticos.

El obispo Abelardo Mata, ha buscado apoyo para la intervención en Nicaragua en los EE.UU.

El régimen de Ortega ha matado a cientos de manifestantes y, en el apogeo de las protestas, torturó a los arrestados, incluido al menos un ciudadano estadounidense de nombre Marco Noel Novoa, quien fue arrestado en mayo de 2018 y que fue objeto de violación, electrochoque, inmersión en agua y tortura psicológica a manos de los “matones marxistas de Ortega”, indicó Mata.

“Pronto descubrimos que el gobierno no tenía la voluntad de encontrar una solución, sino simplemente vender la idea de que era un gobierno abierto a soluciones democráticas a los problemas, de mayo, a principios de junio, el diálogo terminó y nos quedamos en el aire”, explicó monseñor Mata.

“Hay una campaña de hostigamiento permanente contra sacerdotes, obispos y acoso contra personas involucradas en las actividades de la Iglesia porque han sentido en la Iglesia Católica una energía muy fuerte que va en contra de sus planes y programas para mantener el poder a toda costa usando solo el poder de las armas”.

“La persecución, algunas veces abierta y otras encubiertamente, el asesinato de organizadores, particularmente en áreas rurales, pero no solo los organizadores civiles, sino también en la Iglesia misma, porque los líderes del régimen sienten que estas personas … pueden ser enemigos potenciales”, argumenta el obispo.

Tras el llamado de los obispos a nuevas negociaciones, Monseñor Mata explicó que Ortega y sus compañeros «nos llamaron golpistas que estaban a la vanguardia de esta discordia social y expusieron que éramos satánicos».

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«Quieren quitarnos la paz», afirmó Ortega sobre los manifestantes en un discurso en julio, «¡Esto es una secta satánica, por favor, señor obispo, exorcice a estos demonios!», el obispo cree que el insulto «satánico» estaba vinculado a los manifestantes que respondieron a los obispos que llamaban a los católicos a rezar la oración del Papa León XIII al Arcángel San Miguel.

«Sé nuestra protección contra la maldad y las trampas del diablo … por el poder de Dios, arrojen al infierno a Satanás y a todos los espíritus malignos que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas «.

“Pedimos a la gente que rezara la oración de San Miguel, la oración de Leo XIII, y pensaron que los estábamos llamándolos satánicos, ¡En absoluto!”, Monseñor Mata indicó que, «creemos que el mal no es una persona individual: es un pensamiento, una forma de ser que obstaculiza las mentes de las personas y las hace actuar contra la dignidad humana».

Monseñor Mata expuso que los obispos ahora están trabajando para organizar la ayuda de la comunidad internacional y, en los Estados Unidos, contactó al vicepresidente Mike Pence, quien ha priorizado la libertad religiosa internacional durante su mandato.

Fuente
CruxnowElPeriodico

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