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La guerra psicológica contra Maduro

La guerra no convencional contra Venezuela incluye la económica y la social

Durante conflictos mundiales los comités formado por representantes del ejecutivo norteamericano de guerra psicológica y política, operaciones especiales, servicio secreto de inteligencia, entre otros, se encargaban de difundir rumores de boca en boca o por la prensa internacional, esta propaganda subterránea desarrolló más de 9 mil líneas editoriales, para debilitar a los países con los que se peleaba, la inflación desmedida, las falsas deserciones, las acusaciones infundadas y hasta los acuerdo inventados, eran en ese entonces parte de la guerra psicológica, misma que siguen implementando muchos regímenes en el mundo.

Washington sigue aumentando la presión sobre Venezuela a pesar del empeoramiento de la economía estadounidense, que ha visto un número cada vez más alto de casos de Covid-19, el desplome de su PIB y el aumento del desempleo, el Dr. Heinz Dieterich, coordinador del proyecto mundial de investigación avanzada o WARP, explica cómo es probable que la guerra psicológica, evolucione al enfrentamiento armado entre Estados Unidos y Venezuela.

Después de acusar al presidente venezolano Nicolás Maduro junto con otros 14 ex y presentes funcionarios por presuntos cargos de narcoterrorismo el 26 de marzo, el departamento de estado norteamericano, propuso «celebrar una votación en Venezuela» en un intento de crear un gobierno interino en el país latinoamericano, poco más tarde, fortaleció su presencia naval en el Caribe, cerca de las costas venezolanos, con el pretexto de una operación «antinarcóticos».

https://twitter.com/EsperDoD/status/1245478372546883587

Todo el planeta se cuestionó, porque la operación más amplia en la región que se convirtió en el mayor despliegue militar desde la invasión estadounidense de Panamá en 1989, no se habría desencadenado antes, sino, durante la pandemia global de Covid-19 y tan sólo unos pocos días después de que se imputara a Maduro de narcotraficante, no de comunista, no de asesino, sino de narcotraficante.

Caracas denunció los intentos de Estados Unidos de inmiscuirse en los asuntos políticos internos de Venezuela y ordenó la movilización de artillería en las áreas estratégicas del país con el fin de garantizar la seguridad de su estado, mientras el supuesto «gobierno interino de Guaidó», habría llegado con la venia de Trump.

Guerra Psicológica.
«Dado que Maduro no aceptará la oferta estadounidense, la situación económica empeorará, eventualmente… por lo tanto, la soberanía de Venezuela está en peligro, porque sólo un país unido detrás de su liderazgo, una poderosa economía, una identidad militar y nacional, puede resistir a una guerra psicológica tan agresiva como la de Estados Unidos», advierte el Dieterich.

La imposición de líneas editoriales y de noticias falsas, son parte de la guerra psicológica, al igual del aumento no orgánico del precio de alimentos

«La agresión de Trump contra Venezuela sigue en fase de guerra psicológica, donde se utilizan todo tipo de presiones militares, económicas, políticas, mediáticas y culturales para desmoralizar al enemigo y fortalecer la determinación de sus aliados», explica el Dr. Heinz Dieterich, director del centro de ciencias de la transición de la universidad metropolitana autónoma de la ciudad de México, «El objetivo de esta fase es el cambio de régimen en Caracas, donde Trump quiere instalar un gobierno neocolonial, ad hoc, a los intereses de Washington», subraya.

La creación del llamado gobierno interino en Venezuela «sería útil para Trump, como un impulso para las elecciones de noviembre y para ayudar a distraer sus debacles en política exterior en Corea del Norte, Irán y Ucrania, así como su increíble incompetencia en el trato con el coronavirus», pura y dura guerra psicológica, afirma el profesor.

https://twitter.com/NicolasMaduro/status/1246256743350501382?ref_src=twsrc%5Etfw

Si bien Estados Unidos está precediendo y procediendo con la guerra psicológica a través de las severas sanciones económicas contra Venezuela, la intervención militar directa del comando sur es poco probable en este momento, ya que todas las principales concentraciones militares son casi imposibles debido a la amenaza Covid-19, observa Dieterich, «por ejemplo, las fuerzas tradicionales de intervención de Estados Unidos son los diez grupos de ataque de portaaviones que tiene la Marina», según el académico.

«Cuatro de los portaaviones, han estado amenazando a China durante los últimos años en el Pacífico Sur. Por el momento, no hay peligro militar, porque el coronavirus los eliminó a todos», pero además de las sanciones impuestas a los funcionarios venezolanos y a la industria petrolera del país, Washington está cortando cualquier financiamiento para el estado sudamericano.

La guerra psicológica, ha sido utilizada por los gobiernos norteamericanos en todos los conflictos

Después de entregar el control de las participaciones venezolanos en el banco de la reserva federal de Nueva York y los bancos asegurados federalmente al autoproclamado presidente del país, Juan Guaidó, Estados Unidos también facilitó la toma de control por parte de Guaidó de las empresas públicas venezolanos que operan fuera del país y aun así, no hay un registro abierto que arroje luz sobre cómo el llamado «presidente interino» está manejando los recursos del país.

Así, a mediados de abril de 2020, los legisladores alineados con Guaidó «autorizaron» la transferencia de 342 millones de dólares estimados en fondos bloqueados de una cuenta del banco Central Venezolano con Citibank a una cuenta de la reserva federal de Estados Unidos con la aprobación tácita de la administración Trump para allanar más el camino en la guerra psicológica.

Y eso no es todo, lo más destacado explica Heinz Dieterich, «Hace apenas unos días, la poderosa corporación petrolera transnacional Halliburton, cuyo CEO en el pasado era el ex vicepresidente estadounidense Richard Cheney, cesó sus operaciones en Venezuela», recordó, «lo mismo sucedió con la Repsol española y Trump, artífice de la guerra psicológica, rechaza todos los llamamientos para aliviar las sanciones económicas en medio de la pandemia, en unión con el artífice de la guerra económica, el fondo monetario internacional, que ha rechazado las solicitudes de crédito de Maduro».

Una guerra psicológica «inhumana», que parece estar funcionando a los ojos del gobierno de Estados Unidos, ya que las protestas callejeras y los saqueos están en aumento en Venezuela, señala, pero, «La escasez de gasolina y alimentos, junto con el aumento de los precios de los alimentos y una hiperinflación incontrolable hacen que la situación de las personas sea insoportable», señala el profesor, «los productos básicos tienen básicamente un precio en dólares, pero la gente se está pagando en bolívares, que devalúan por el día».

Fuente
PsyWarAPLATimesMPPRE

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