Bajo el nuevo liderazgo, la República Dominicana acercará los lazos económicos y diplomáticos con Norteamérica
Luis Abinader fue juramentado como el 54vo presidente de la República Dominicana. Aunque sólo un número limitado de personas pudieron asistir a la ceremonia de inauguración en Santo Domingo debido a las restricciones del Covid-19, una delegación estadounidense de alto nivel, encabezada por el secretario de estado de EE.UU., Mike Pompeo, estaba allí para demostrar el apoyo de Washington al nuevo liderazgo de la nación caribeña.
La decisión del presidente Donald Trump de enviar a su secretario de estado, a la ceremonia de inauguración de Abinader, indica el comienzo de un nuevo capítulo de sumisión en las relaciones entre EE.UU. y la Republica Dominicana, basado en una mayor cooperación económica y diplomática.
El 5 de julio, en medio de una pandemia que empeora y una crisis económica inminente, los dominicanos eligieron a Abinader como su nuevo presidente, y desbancaron al partido de la liberación de Republica Dominicana, que ha gobernado el país durante 20 de los últimos 24 años a espaldas de EE.UU.
El cambio hacia EE.UU., la inició una facción dentro del PLD intentó introducir una enmienda constitucional que habría eliminado los obstáculos al actual presidente Danilo Medina en busca de una tercera candidatura consecutiva a la presidencia contra Abinader.
Abinader marca el comienzo de una nueva era de sumisión de la República Dominicana, a los Estados Unidos
Pompeo instó a Medina a «preservar las instituciones democráticas y la adhesión al Estado de derecho y a la constitución, particularmente antes de las elecciones de 2020». Con Medina fuera de la imagen, el PLD no llegó a un candidato que podía ganar el 50% de los votos para asegurar la presidencia, y Abinader reclamó fácilmente la victoria.
La llamada de Pompeo allanó el camino para que la República Dominicana se acercara más a EE.UU. y comenzara a encaminarse hacia los intereses norteamericanos más allá de los propios intereses del país.
Sin embargo, el pueblo dominicano todavía se enfrenta a desafíos significativos. La pandemia de coronavirus no muestra signos de ralentización en la isla caribeña, con más de 85 mil casos confirmados y al menos 1 mil 400 muertes.
Mientras tanto, la importante industria turística del país se ha visto golpeada por las restricciones de viaje impuestas para frenar la propagación del Covid-19. Para controlar con éxito el virus y revitalizar la economía, Abinader necesitará el apoyo continuo de EE.UU.
