El Periné es el último gran secreto de la anatomía humana

Desde que siempre hemos escuchado a ginecólogos hablar sobre la importancia de un periné fuerte y existen docenas de artículos, doctores y parteras recomiendan el Kegels o ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo que sirven para fortalecer los músculos pélvicos, hay quien advierte que es mejor durante el embarazo, hay afirmaciones de fortalecimiento de los huevos de jade y cómo las mujeres francesas reciben fisioterapia electrónica después de dar a luz. El mensaje es claro, un periné saludable merece un lugar en la lista de cosas de las que preocuparse.

No hay duda de que este sistema de músculos, ligamentos, nervios y tejidos conectivos es crucial para hombres y mujeres, está conectado con la vejiga, el útero, la vagina, el recto y les ayuda a funcionar mejor, en el mundo hay millones de mujeres con problemas en el periné o piso pélvico, la incontinencia y el prolapso e incluso los hombres que también tienen un piso pélvico, también sufren de trastornos, pero los problemas son menos comunes y la versión masculina no sufre el estrés del parto.

Janis Miller, profesora de obstetricia y ginecología e investigadora de suelo pélvico en la Universidad de Michigan, comenta que «No hemos profundizado en la anatomía de esto», y afirma que, aunque le cueste admitirlo, el piso pélvico «es una de las últimas fronteras de la anatomía, comparable con el cerebro».

El suelo pélvico o periné es una de las últimas fronteras de la anatomía

El piso pélvico de hecho, sigue siendo una «parte misteriosa del cuerpo» que el público y gran parte de la comunidad clínica no comprende, afirma Miller, pero, ¿por qué el misterio?, lo más probable es que sea una combinación de la complejidad del sistema del periné, vergüenza y la simplicidad del sexismo.

El piso pélvico es una estructura altamente integrada que requiere que órganos, músculos y nervios trabajen juntos, dice Emily Lukacz, uroginecóloga especializada en trastornos del periné femenino en la universidad de California en San Diego. «Hay muchos otros sistemas complejos, como el corazón y el intestino, pero no están controlados voluntariamente», dice Lukacz. «Eso es lo que lo hace único», el sistema está oculto debajo de los huesos de la pelvis, por lo que es físicamente inaccesible.

La anatomía del piso pélvico es extremadamente compleja y está entrelazada, con nervios y tejido conectivo que no son discretos, según Victoria Handa, profesora de ginecología y obstetricia de la Universidad Johns Hopkins, que se centra en la salud pélvica y la cirugía reconstructiva, además, aunque los problemas del periné pueden afectar significativamente la calidad de vida de una mujer, no son potencialmente mortales, por lo que reciben menos atención pública que otras preocupaciones de salud.

Aunque todas esas barreras podrían ser secundarias al tema principal, «desafortunadamente, durante muchos siglos solo nos preocupamos por la anatomía masculina», dice Handa. «La anatomía femenina era una especie de variante de la anatomía masculina», explica la especialista, «esto va de la mano con toda la historia de la investigación sin fondos de los problemas que afectan principalmente a las mujeres «, dice Lukacz.

La investigación también se ha visto obstaculizada por un sentimiento de vergüenza y decoro sobre un área íntima femenina, pues se trata de » una parte del cuerpo de las mujeres que no se ha discutido fácilmente en las arenas públicas, por lo que la posibilidad de ir al congreso y pedir dinero para estudiar esto es un poco más difícil», dice Miller. Esto también significa que no hay un vocero público que concientice sobre los problemas del piso pélvico.

Aun así, se han realizado más investigaciones en los últimos años, incluido el trabajo de Miller y sus colegas de la universidad de Michigan que utilizan la resonancia magnética para detectar lesiones causadas por el parto.

Las imágenes permiten ver el musculo elevador del ano, un músculo que a veces se desgarra durante el parto, creando una lesión que puede causar prolapso de órganos pélvicos y un periné débil, existen muchas estadísticas, pero las estimaciones de la frecuencia con que esto sucede varían, una revisión encontró que las lesiones del músculo ocurren entre 13 y 36% de los partos vaginales, aunque Miller estima de manera conservadora que “entre el 5 y el 15% de los partos vaginales provocan una rotura, puesto que las mujeres con un músculo elevador del ano desgarrado generalmente nunca lo saben”, dice Miller.

El diagnóstico de las lesiones en el parto es clave para individualizar el tratamiento de los problemas del periné que previamente ha sido en gran parte ideal para todos, dice Miller. Esos ejercicios de Kegel a menudo promocionados no funcionarían para las mujeres con un músculo roto, por ejemplo, «en el extremo, estamos pidiendo a algunas mujeres que fortalezcan un músculo que quizás ya no tengan», afirma la doctora Miller, «lo que a menudo se observa como debilidad es en realidad músculo desgarrado».

Otra prioridad de investigación es descubrir las formas más efectivas de prevenir los problemas del periné antes de que comiencen, y determinar exactamente qué mujeres corren el mayor riesgo, a lo que algunos expertos recomiendan ejercicios de suelo pélvico para la prevención de la incontinencia y el prolapso, pero otros no creen que haya suficiente evidencia, aunque por el momento, los mejores factores de riesgo comprobados para los problemas del suelo pélvico son el envejecimiento, el parto vaginal y la obesidad .

Donde casi todos los expertos convergen es en que «Es muy difícil saber qué decirles a las mujeres que hagan porque vamos a preocuparnos y molestar a muchas personas sanas sin la evidencia científica allí», dice Handa de Johns Hopkins, pues, «la mayoría de las mujeres no tienen trastornos del periné. Pueden ser muy gravosos, pero también pueden ser bastante menores. Y no son peligrosos. Tengo dudas en decirles a las mujeres que hay un fuerte mensaje sobre una carga de prevención que se supone que deben soportar en este momento «.

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Al final del túnel siempre hay una luz y la buena noticia es que a medida que los científicos continúan tratando de comprender todo sobre la anatomía y la función del suelo pélvico, existen tratamientos para mujeres con problemas y aunque no parezca, los problemas del periné son bastante comunes. Incontinencia urinaria, prolapso de órganos pélvicos o incontinencia fecal, según son los más frecuentes.

Mientras que los problemas del periné se vuelven más frecuentes con la edad, las mujeres jóvenes también los tienen. La investigación ha documentado la incontinencia generalizada entre atletas profesionales y universitarias, por ejemplo. Una revisión encontró que más de un tercio de los atletas estudiados experimentaron una fuga de orina, a veces causada cuando el ejercicio intenso ejerce presión sobre el abdomen.

Y también los controles son muy comunes, la incontinencia urinaria por esfuerzo, por ejemplo, ese pequeño accidente que sucede cuando estornuda, tose, salta o levanta algo pesado, a menudo se trata con ejercicios musculares pélvicos, cambios en el estilo de vida como el evitar demasiados líquidos, terapia física y biofeedback, en el que usan sensores electrónicos para ayudar a trabajar los músculos correctos. Se puede insertar un dispositivo llamado pesario en la vagina para sostener la vejiga a través de un procedimiento quirúrgico llamado sling midurethral, que una opción reconstructiva y la opción más usada.

De cara al futuro, la investigación del suelo pélvico está lista para nuevos descubrimientos. «Si observas cosas como la enfermedad cardíaca o la diabetes, han estado estudiando esas afecciones durante 50 o 100 años», dice Lukacz, «es raro que haya un gran avance. Estamos en la etapa realmente emergente de este campo. Con la cantidad de información que estamos obteniendo de la investigación actual que está sucediendo, tenemos cambios masivos probablemente cada cinco a 10 años».

Miller, espera que junto con los avances científicos se logre una comprensión personal, no más estrés, para las niñas y las jóvenes, ella sugiere enseñar a las niñas a apretar los músculos del periné cuando tosen o estornudan y después de usar el baño, si desde pequeñas aprenden cómo usar esos músculos en una fase temprana, sabrán más adelante en la vida si algo anda mal o si funcionan bien, afirma Miller, «Si las niñas y adolescentes pudieran simplemente… ser conscientes de este músculo, en lugar de ser algo secreto y oculto, y comenzar a usarlo, entonces no tendríamos que reservar un tiempo todos los días para hacer los ejercicios de Kegel». Miller dice, con suerte, eso significa un elemento menos en la lista de cosas de las que preocuparse.