El nuevo presidente mexicano, de origen y tendencia izquierdista ha prometido gobernar para el pueblo, por el pueblo y con el pueblo, una condición que lo convierte en el primero en tomar como base de su plan de gobierno, en función de la terminación del periodo de marcada desigualdad, que ha creado una migración desmedida, una criminalidad que bate récords y una profunda enemistad del pueblo con sus gobernantes, el eterno bipartidismo reinante en México, ha producido el enraizamiento de la corrupción en las instituciones del estado y la desatención de los menos favorecidos.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha manifestado durante su campaña, que se encargará de producir en el territorio azteca una nueva revolución de las ideas, sin separarse de la legalidad y respetando las instituciones reguladoras de su gobierno, pero el golpe de timón es cada vez más evidente en su verbo y ha traído un cumulo de propuestas para México, con el deseo de convertir a la nación en una potencia productora de bienestar para todos.
¿Qué propone López?
Una de sus mayores preocupaciones es la educación, para ella López Obrador garantizará el acceso gratuito desde la primera etapa, y pretende crear un programa que otorgará becas mensuales para todos los jóvenes que cursen la fase media superior y dará una ayuda mensual a estudiantes de bajos recursos, pero no sólo se queda allí, López ha manifestado que siendo los maestros servidores públicos y teniendo en sus manos el futuro del país, los sueldos de estos últimos deberían ser mejores a los de otros funcionarios, reconocidos como de alto nivel, por ello ha propuesto reducir los sueldos de diputados y senadores y aumentar consistentemente el sueldo a los maestros.
AMLO, se ha comprometido en aumentar los salarios y tiene planificado crear más de un millón de empleos, a través de un plan que promueva la contratación para unos dos millones de jóvenes que actualmente están sin trabajo, con un sueldo de aprendices y luego de aprobar una capacitación para el oficio, con lo que dotará a la industria de mano de obra más fresca y económica, lo que se revertirá en el aumento de la producción en las zonas urbanas.
No sin olvidar la promoción de los sectores agropecuario, pesquero y forestal, como parte integral de su proyecto económico, que impulsará la descentralización del gobierno federal, dando mayor poder a los estados, para que, con recurso bien dirigidos, se cree una mayor producción de los sectores de materia prima, y como incentivo a la inversión, no serán creados nuevos impuestos o aumentados los actuales.
Enfrentándose actualmente el estado mexicano a una escalada de la delincuencia y el narcotráfico, no se puede pensar, que el nuevo gobierno, dejará desasistido este sector, pues AMLO, proyectó la conformación de la secretaría de seguridad pública, que será dirigida directamente por el jefe de estado, para mantener una línea directa a través de encuentros con las autoridades estatales y municipales, con el fin de buscar en conjunto, medidas contra los delitos y los delincuentes acaecidos en la federación.
Un panorama que no se divisa muy alentador, si se piensa en que este ha sido, uno de los años con más violentos, con más de 33 mil personas desaparecidos y más de 130 políticos asesinados, López manifestó que «El único propósito es explorar todas las posibilidades para detener la violencia y garantizar la tranquilidad del pueblo de México», afirmó.
El otro pilar de su gestión, será el de la salud, pues la atención médica y los medicamentos serán gratuitos para la población, lo que se aprecia como una medida paternalista, aunque ha manifestado que “No caerá en la trampa que convierte incentivo en populismo”, mientras que a las personas que tengan alguna discapacidad y en función del nuevo estado socialista, se les asignará una pensión, prerrogativa que será adicional al doble para los adultos mayores.
La más preocupantes de las condiciones para su nuevo gobierno y que fue, lo que le dio el empujón final en las encuestas, es que ante las constantes denuncias por corrupción, AMLO ha propuesto, la supresión de fueros y privilegios para funcionarios públicos en altos cargos que se convertiría es una de sus estrategias para acabar con la descomposición de las instituciones en México, así como crear una política de estado mediante la cual exista una transparencia total en la presentación de cuentas sobre los presupuestos públicos.
Entre otras más importantes, se destacan la obligatoriedad de los compromisos del estado, pues ha manifestado que “El Estado asumirá su responsabilidad apoyando a los damnificados de los sismos lo cual incluye un amplio programa de vivienda», pues, aunque el gobierno ha manifestado y creado partidas para encargarse de los compromisos adquiridos, estos recursos no han llegado a quien debe llegar, desde el 2017.
AMLO, manifestó que mantendrá en buenos términos sus relaciones con los países asociados en materia de frontera y con sus aliados comerciales en tratados multilaterales como el TLCAN y otros convenios que en materia diplomática ya están establecidos, su gobierno mantendrá una política exterior de no intervención y en la autodeterminación de los pueblos, aunque «No aceptaremos el maltrato a los migrantes por parte de Estados Unidos», afirmó el novel mandatario.
