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Uruguay dicta cátedra en la revolución verde

La revolución de la energía verde en Uruguay crea una clase magistral en Latinoamérica sobre energía y señala el camino al planeta

El país sudamericano logró en menos de una década pasar de depender de los combustibles fósiles a generar casi el 100% de su electricidad con fuentes renovables, principalmente eólica. Su ejemplo muestra que es posible una transición energética rápida, sostenible y económica.

¿Qué factores impulsaron la revolución verde de Uruguay y qué beneficios obtuvo?

Uruguay se enfrentó a una crisis energética a principios del siglo XXI, cuando una sequía prolongada redujo su capacidad hidroeléctrica, que representaba el 90% de su matriz eléctrica, y lo obligó a importar petróleo y energía de sus vecinos a precios elevados. Esta situación motivó al gobierno a buscar alternativas para diversificar sus fuentes de energía y garantizar su seguridad y soberanía energética.

En 2008, el gobierno aprobó un plan energético a 25 años, que apostó por las energías renovables no convencionales, como la eólica, la solar y la biomasa, para complementar la hidroeléctrica y reducir la dependencia del petróleo. Para ello, creó un marco regulatorio favorable, que ofreció incentivos y garantías a los inversores privados, y contó con el apoyo de organismos multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Entre 2010 y 2015, el Estado y el sector privado invirtieron más de 7 mil millones de dólares en proyectos de energías renovables, que duplicaron la potencia instalada del país. La energía eólica pasó de cero a más de 800 megavatios, convirtiendo a Uruguay en el líder regional y uno de los primeros del mundo en este rubro. La energía solar y la biomasa también se desarrollaron, aunque en menor medida.

Los beneficios de la revolución verde de Uruguay fueron múltiples, tanto para el país como para el planeta. Entre ellos se destacan:

  • Un aumento de la seguridad y la soberanía energética, al reducir la dependencia de las importaciones de energía y petróleo, y al aumentar la capacidad de autoabastecimiento y de exportación de energía limpia a sus vecinos.
  • Una disminución de los costos y las tarifas eléctricas, al aprovechar los recursos naturales abundantes y baratos. Generando una mayor competencia y eficiencia en el mercado eléctrico.
  • Una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, al sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables. Para contribuir a la mitigación del cambio climático y al cumplimiento de los compromisos internacionales de Uruguay en esta materia.
La Revolución verde en Uruguay.
El mayor desafío, sin embargo, fue cambiar la «narrativa» sobre las energías renovables.

¿Qué desafíos enfrenta Uruguay para consolidar su revolución verde y qué lecciones deja para el mundo?

Uruguay ha logrado un avance notable en su transición energética. Perp, aún enfrenta algunos desafíos para consolidar su revolución verde y mantener su liderazgo en el sector. Entre ellos se encuentran:

  • El desafío técnico, que se refiere a la necesidad de mejorar la infraestructura y la gestión del sistema eléctrico. Para adaptarse a la variabilidad e intermitencia de las fuentes renovables, y para garantizar la calidad y la confiabilidad del servicio.
  • Un desafío económico, que se relaciona con la necesidad de diversificar la matriz energética más allá del sector eléctrico. Abarcando otros sectores como el transporte, la industria y el residencial, que aún dependen en gran medida de los derivados del petróleo.
  • Y el desafío social, que se vincula con la necesidad de promover la participación y la conciencia ciudadana. Para fomentar el uso racional y eficiente de la energía, y para generar una cultura de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.

La experiencia de Uruguay deja varias lecciones para el mundo

Muchas de ellas, pueden servir de inspiración y referencia para otros países que quieran emprender una transición energética hacia un modelo más limpio y renovable. Entre ellas se encuentran:

  • Visión y voluntad política: que muestra la importancia de tener un plan estratégico y de largo plazo, que defina objetivos claros y ambiciosos. Que cuente con el respaldo y el compromiso de las autoridades y los actores políticos, sociales y económicos.
  • Una lección de innovación y cooperación: que demuestra la relevancia de crear un marco regulatorio e institucional adecuado. Que incentive y facilite la inversión privada, y que se apoye en la asistencia técnica y financiera de los organismos internacionales y regionales.
  • Eficiencia y equidad: que evidencia el beneficio de aprovechar los recursos naturales disponibles y competitivos. Para generar un sistema energético que reduzca los costos y las tarifas, y que mejore la calidad de vida y el bienestar de la población.

Ejemplo de liderazgo y sostenibilidad

Uruguay dicta cátedra en la revolución verde, al haber logrado en pocos años una transformación radical de su matriz energética. Que lo ha convertido en un referente mundial en materia de energías renovables. Uruguay demuestra que es posible una transición energética rápida, sostenible y económica, que contribuya al desarrollo del país y al cuidado del planeta.

Fuente
ElGuardianAmericaEconomiaIdbInvest

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