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Las familias piden respuestas

Las familias de los guatemaltecos muertos en accidente exigen respuestas

Los migrantes guatemaltecos involucrados en el accidente mortal del camión en México ya no hablan. Sus familias señalan que están desesperados por noticias de sus seres queridos.

Miembros de múltiples familias, se sienten olvidados por los gobiernos que ofrecen pocas oportunidades y ninguna protección en la peligrosa ruta a los Estados Unidos.

Hace apenas cuatro días, Domingo Yobani Raymundo Mateo, de 18 años, salió de su pequeño pueblo de Chajul, una comunidad maya Ixil a unos 260 kilómetros de la ciudad de Guatemala.

Este fue un segundo intento de llegar a los Estados Unidos. Pero en esta ocasión las familias, vendieron una casa para pagar su viaje. Arropando la esperanza de que consiguiera trabajo después de cruzar la frontera.

Esperanzadas, las familias, sólo recibieron la noticia de que habría fallecido. Tan solo un día después cuando el camión que transportaba a más de 160 personas volcó en una curva a las afueras de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, en el estado mexicano de Chiapas.

Familias piden respuestas.
Ni México, ni Guatemala identificaron públicamente a las 55 personas que fueron asesinadas. Mientras las familias afirman: «No nos dan información. No contestan el teléfono».

Consternadas por este y otros sucesos, las familias pierden las esperanzas

Al menos 55 personas, en su mayoría de Guatemala, murieron. No obstante, esta no es la peor cifra de muertes de migrantes en México en la última década. Las familias hacen constancia de ello.

“Un amigo de mi hijo que viajaba con él sobrevivió y nos informó que Domingo estaba muerto”, afirmó su padre, Pedro Raymundo Caba, en Chajul. “Su amigo explicó que cerró los ojos y se cubrió la cara con una toalla que llevaba en su mochila”.

El incidente pone de relieve los peligros que enfrentan los migrantes en el camino a la frontera con Estados Unidos. A manos de traficantes de personas conocidos como coyotes, miles de migrantes fallecieron por violencia o accidentes en México en la última década.

Las familias de los migrantes muertos o heridos en el accidente afirman que están desesperados por obtener información sobre el paradero o el estado de estos. Mientras que reciben pocas respuestas de los gobiernos.

El esposo de Lucrecia Alba, Celso Escun Pacheco, de 34 años, estaba entre las decenas de personas heridas cuando el tráiler volcó.

Salió de su casa en las tierras altas de Guatemala días antes, despidiéndose de su esposa y sus dos hijas pequeñas antes de partir hacia el peligroso viaje a los Estados Unidos, donde esperaba encontrar un trabajo bien remunerado.

En la casa de la familia en Pamezabal, un pequeño pueblo en Santa Lucía Utatlán, un municipio en la provincia de Solola, Alba explicó que la cantidad de incidentes mortales que involucran a migrantes hizo que las familias se sintieran dejadas atrás por las autoridades estatales.

«No es la primera vez que ocurre un accidente de este tipo. Creo que a ningún gobierno le interesan… Ha sucedido muchas veces», afirmí Alba.

El accidente subraya las condiciones extremas, incluida la pobreza severa y la violencia de las pandillas, de las que huyen los migrantes de los países centroamericanos.

Tras el accidente, funcionarios guatemaltecos instaron a Estados Unidos a invertir en la región para impulsar el desarrollo. Estados Unidos, México, Guatemala y otros países se comprometieron a tomar medidas enérgicas contra las redes internacionales de tráfico de personas a las que culparon por el accidente del jueves.

Fuente
BBCAljazeeraEfe

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