La baja en los suministros de maíz puede tener graves repercusiones para el país
A finales de la década de 1980 y antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte o TLCAN, las PYMES no entendían los efectos de la apertura de la economía mexicana a la inversión extranjera. Por lo que cientos de productores de maíz, cayeron en desgracia.
Los productores de maíz mexicanos asistieron a las conferencias donde los oradores repetían: «Esperen lo mejor, pero prepárense para lo peor». Siguiendo ese consejo, los grandes sobrevivieron, pero muchos de los más pequeños y locales no lo hicieron y pronto se encontraron frente a la bancarrota.
Hoy México enfrenta el mismo problema y los más afectados son el 47% de los que viven por debajo de la línea de pobreza y no están prestando atención. La palabra clave es maíz. Para resumir: Los cuatro mayores países exportadores de maíz son Estados Unidos, Argentina, Brasil y Ucrania.
El segundo mayor importador de maíz en el mundo es México, donde el producto es el alimento básico más importante para la elaboración de tortillas. Los pequeños agricultores de Maíz, tampoco son conscientes de que partes del Medio Oeste de los Estados Unidos donde se cosecha están sufriendo de sequía.
El maíz es el centro de la dieta latinoamericana, pero la escasez del grano, está señalando un camino hacia una posible hambruna
Pero, lo más terrible, es que no son conscientes de que el presidente Biden insiste en que los productores de maíz conviertan esto en etanol como sustituto a la luz de los crecientes precios de la gasolina. Los pobres pueden ser conscientes de que hay una guerra en curso entre Rusia y Ucrania. Pero, no tienen idea de que a nivel mundial esto afectó el suministro de maíz en el mundo.
Aquellos mexicanos que viven por debajo de la línea de pobreza, desconocen totalmente estas realidades globales que inevitablemente tendrán un grave efecto en su bienestar. Lo que señala a prior a una hambruna parcial. Estos mexicanos, no reconocen la economía mundial, que está afectando a todo el planeta, debido a la escasez de granos.
Estos, tampoco pueden prepararse para la próxima crisis. Una que está en ciernes y que causará el mayor déficit de alimentos que apenas se comienza a sentir. Muchos no tienen capacidad de ahorro, ni de acopio de alimentos, dado que viven al día.
La complicación, se presenta, cuando los gobiernos, y en especial el de México, no parece tener algún plan para resistir en embate. Por todos es conocido, que destinó miles de millones de dólares en proyectos, innecesarios, inadecuados y extremadamente caros. Incluso, durante la pandemia, destinó grandes cantidades en estos proyectos, pero no en la compra de vacunas o medicamentos.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, entre mayo y junio, la inflación de México cerró en 7.88%. En el caso de México, según el INEGI, diversos productos siguen sufriendo un alza de precios. Entre ellos se encuentran el pollo con 2.28%, las papas y otros tubérculos con 16.79%, y el huevo con 2.66%.
Las afectaciones mundiales tienen un impacto en México, por lo que tres de cada 10 personas enfrentan algún grado de inseguridad alimentaria. Las mujeres y los menores de edad están significativamente más vulnerables y expuestos al hambre; es decir, que 4.8 millones de mexicanos no han comido hoy, esto según los datos de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
