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¿Y si el planeta se queda sin árboles?

De los incendios del Amazonas ahora se sabe que, esta es una posibilidad

Muy pocos se han puesto a pensar en lo serio de la situación del Amazonas, pues la quema indiscriminada de árboles en varias partes del mundo, aunada al aumento de los incendios forestales y el acrecentamiento de la temperatura pueden llevar al planeta en un tiempo muy, pero muy corto a la desertificación, o lo que sería un páramo yermo y sin vida, sin árboles, toda esperanza parece perdida.

Si parece que ese escenario pudiese ser abrumador, es justificado, pues «los bosques son la línea de vida de nuestro mundo», como afirma Meg Lowman, directora de Tree Foundation, una organización sin fines de lucro en Florida que se dedica a la investigación, exploración y educación sobre los árboles, «sin ellos, perderíamos funciones extraordinarias y esenciales para la vida en la Tierra».

Los servicios que prestan los árboles a este planeta van desde el almacenamiento de carbono y la conservación del suelo hasta la regulación del ciclo del agua, mientras apoyan los sistemas alimentarios naturales y humanos y proporcionan hogares para innumerables especies, incluidos los humanos, a través de materiales de construcción.

Sin embargo, a menudo tratamos los árboles como objetos desechables, que sirven para cosechar con fines económicos o como un inconveniente en el camino del desarrollo humano y desde que nuestra especie comenzó a practicar la agricultura hace unos 12 mil años, hemos talado casi la mitad de los 5,8 billones de árboles estimados en el mundo, según un estudio de 2015 publicado en la revista Nature.

Gran parte de la deforestación ha sucedido en los últimos años, tan sólo desde el comienzo de la era industrial, los bosques han disminuido en un 32%, especialmente en los trópicos, muchos de los tres billones de árboles restantes del mundo están cayendo rápidamente, con cerca de 15 mil millones de cortes cada año, según el estudio de Nature.

En muchos lugares, la pérdida de árboles se está acelerando, como informó el instituto nacional de investigación espacial de Brasil, que mostró un aumento del 84% en los incendios en la selva amazónica en comparación con el mismo período en 2018, pero la tala y quema también está especialmente en aumento en Asia, África y Europa. 

Sin una catástrofe inimaginable, sin embargo, es poco probable que se puedan derribar todos los árboles del planeta, pero imaginar un mundo distópico en el que todos los árboles de la tierra murieran repentinamente puede ayudarnos a apreciar cuán perdidos estaríamos sin ellos.

Para empezar, si los árboles desaparecieran de la noche a la mañana, también lo haría gran parte de la biodiversidad del planeta; la pérdida de hábitat ya es el principal impulsor de la extinción en todo el mundo, por lo que la destrucción de todos los bosques restantes sería «catastrófica» para plantas, animales, hongos y muchos más.

Jayme Prevedello, ecólogo de la universidad estatal de Río de Janeiro en Brasil, afirma que «habría extinciones masivas de todos los grupos de organismos, tanto a nivel local como global» y esta ola de extinciones se extendería más allá de los bosques, agotando la vida silvestre que depende de árboles individuales y pequeños grupos de árboles también, en 2018, porque la riqueza general de especies es de un 50% a un 100% más alta en áreas con árboles, que en áreas abiertas.

«Un solo árbol aislado en un área extensamente abierta, puede actuar como un imán de biodiversidad, atrayendo y proporcionando recursos para muchos animales y plantas, por lo que, perder incluso árboles individualmente afecta severamente la biodiversidad, señala Prevedello.

Sin Árboles...
Como podemos apreciar su importancia en la vida del planeta es fundamental … Uno de los problemas más graves que enfrentan los árboles son los humanos.

Los árboles no solo dan aire, ofrecen sustento a toda la vida en la tierra

El clima del planeta también se vería alterado drásticamente a corto y largo plazo, pues los árboles median el ciclo del agua actuando como bombas biológicas: absorben agua del suelo y la depositan en la atmósfera transformándola de líquido a vapor y al hacer esto, los bosques contribuyen a la formación de nubes y precipitaciones.

Los árboles también evitan las inundaciones atrapando agua en lugar de dejarla precipitarse en lagos y ríos, y protegiendo a las comunidades costeras de las marejadas ciclónicas, mantienen el suelo en un lugar que de otro modo se arrastraría bajo la lluvia, y sus estructuras radiculares ayudan a las comunidades microbianas a prosperar.

Sin árboles, las áreas anteriormente boscosas se volverían más secas y más propensas a las sequías extremas y al llegar las lluvias, las inundaciones serían desastrosas; La erosión masiva impactaría los océanos, sofocando los arrecifes de coral y otros hábitats marinos.

Las islas despojadas de árboles perderían sus barreras al océano, y muchas serían arrastradas por el agua, «Eliminar árboles significa perder grandes cantidades de tierra en el océano», señala Thomas Crowther, ecólogo de sistemas globales en ETH Zurich en Suiza y autor principal del estudio Nature 2015.

Además de mediar el ciclo del agua, los árboles tienen un efecto de enfriamiento localizado, proporcionan sombra que mantiene la temperatura del suelo y, como la cosa más oscura del paisaje, absorben el calor en lugar de reflejar y en el proceso de evapotranspiración, también canalizan la energía de la radiación solar para convertir el agua líquida en vapor.

Con la pérdida de todos esos servicios de enfriamiento, la mayoría de los lugares donde los árboles se encontraban anteriormente se calientan de inmediato a escala global, pues los árboles combaten el calentamiento causado por el cambio climático al almacenar carbono en sus troncos y eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.

Sin Árboles...
Los árboles han tenido en cuenta las religiones animistas desde la prehistoria y desempeñan papeles prominentes en otras religiones importantes practicadas hoy en día, en la Torá y el Antiguo Testamento, Dios hace árboles en el tercer día de la creación, incluso antes que los animales o los humanos.

La humanidad, tan ligada a las plantas está en riesgo de devastación

La deforestación ya representa el 13% del total de las emisiones globales de carbono, según un informe del IPCC publicado en agosto, mientras que el cambio en el uso de la tierra en general representa el 23% de las emisiones.

Sin árboles en el planeta, los ecosistemas se convertirían en una fuente de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera y grandes cantidades de carbono llegarían a los océanos, causando una acidificación extrema y matando posiblemente a todo, exceptuando a las medusas

Sin embargo, el sufrimiento de la humanidad comenzaría mucho antes del catastrófico calentamiento global, pues el aumento del calor, la interrupción del ciclo del agua y la pérdida de sombra tendrían un costo mortal para miles de millones de personas y ganado.

La pobreza y la muerte también caerían en muchas de los 1 mil 600 millones de personas que actualmente dependen directamente de los bosques para su sustento, incluso para cosechar alimentos y medicinas.

Asimismo, los sistemas agrícolas se saldrían de control, los cultivos de sombra disminuirían drásticamente, al igual que los que dependen de los polinizadores, aves, abejas, etc., que habitan en los árboles y debido a las fluctuaciones de temperatura y precipitación, en corto tiempo, los suelos cultivables de todas partes se agotarían rápidamente.

El calentamiento adicional eventualmente haría que la mayoría de los lugares no sean ni cultivables, ni habitables, además de estos cambios devastadores estarían los impactos en la salud, pues los árboles limpian el aire absorbiendo contaminantes y atrapando partículas en sus hojas, ramas y troncos.

Investigadores del servicio forestal de los Estados Unidos han calculado que solo los árboles en los norteamérica, eliminan 17.4 millones de toneladas de contaminación del aire cada año, y como resultado, se salvan al menos 850 vidas y se evitan al menos 670 mil casos de problemas respiratorios agudos.

Habría brotes de enfermedades raras o nuevas, transferidas de especies con las que normalmente no se tiene contacto, científicos descubrieron que la transferencia del ébola a los humanos se produce en zonas críticas de fragmentación forestal.

Por lo que la pérdida repentina de bosques podría desencadenar el aumento de la exposición a infecciones zoonóticas como el Ébola, el virus del Sica, así como enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria y el dengue.

Finalmente, los seres humanos lucharían por sobrevivir en un mundo sin árboles dentro de comunidades, habilitadas por la tecnología y completamente divorciada de la existencia que siempre hemos conocido.

Incluso si se pudiera vivir en un mundo sin árboles, ¿quién querría hacerlo?, este planeta es único de todo lo que conocemos actualmente en el universo debido a esta cosa inexplicable llamada vida, y sin árboles todo estaría condenado.

Fuente
NatureFAOFSIpbs

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