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Los incendios asolan el Amazonas

  1. La selva amazónica de Brasil ha visto un número récord de incendios este año

Los incendios también se han desatado en el Amazonas y se unen a la deforestación y al indiscriminado uso de pesticidas, las quemas que se están generando en este período, según datos satelitales mostraron un aumento del 83% en el mismo período que en 2018, informó el instituto nacional de investigación espacial del Brasil, INPE.

La información se produce semanas después de que el presidente Jair Bolsonaro despidiera al jefe de la agencia en medio de disputas sobre sus datos de deforestación, pero el humo de los incendios provocó un apagón en la ciudad de Sao Paulo el lunes.

El apagón durante el día, que duró aproximadamente una hora, se produjo después de que fuertes vientos trajeron humo de los incendios forestales que ardían en los estados de Amazonas y Rondonia, a más de 2 mil 700 km de distancia.

Los conservacionistas han culpado a Bolsonaro, afirmando que ha alentado a los madereros y agricultores a limpiar la tierra y el INPE indicó que había detectado más de 72 mil deflagraciones entre enero y agosto, el número más alto desde que comenzaron los registros en 2013.

El instituto espacial explicó que había observado más de 9 mil 500 incendios forestales desde el jueves, principalmente en la región amazónica, las imágenes satelitales mostraron el estado más al norte de Brasil, Roraima, cubierto de humo oscuro, mientras que la vecina Amazonas declaró una emergencia por las igniciones.

Incendios en el Amazonas.
Durante la última década, los gobiernos anteriores habían logrado reducir la deforestación allí con la acción de agencias federales y un sistema de multas. Pero Bolsonaro y sus ministros criticaron las sanciones y supervisaron la caída de las confiscaciones de madera y las condenas por delitos ambientales.

Los incendios, la deforestación, los plaguicidas y Bolsonaro son los mayores peligros que enfrenta la Selva amazónica

Los incendios forestales a menudo ocurren en la estación seca en Brasil, pero también se inician deliberadamente en un esfuerzo por deforestar ilegalmente las tierras para la cría de ganado, Bolsonaro descartó los últimos datos e indicó que era la «temporada de la queimada», cuando los agricultores usan el fuego para limpiar la tierra.

Bolsonaro afirmó a los medios: «Solía ​​llamarme Capitán Motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas», sin embargo, el INPE señaló que la cantidad de quemas no estaba en línea con los reportados normalmente durante la estación seca, «No hay nada anormal sobre el clima este año o la lluvia en la región amazónica, que está un poco por debajo del promedio», expresó el investigador del INPE, Alberto Setzer.

«La estación seca crea las condiciones favorables para el uso y la propagación del fuego, pero iniciar un incendio es el trabajo de los humanos, ya sea deliberadamente o por accidente», Ricardo Mello, jefe del programa amazónico del fondo mundial para la naturaleza, WWF, comentó que los incendios fueron «una consecuencia del aumento de la deforestación visto en cifras recientes».

Los informes de un aumento en los incendios forestales se producen en medio de críticas sobre las políticas ambientales de Bolsonaro, científicos indican que el Amazonas ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el presidente asumió el cargo en enero, con políticas que favorecen el desarrollo sobre la conservación.

El mes pasado, el presidente de extrema derecha acusó al director de INPE de mentir sobre la magnitud de la deforestación en la Amazonía y tratar de socavar al gobierno, lo que se produjo después de que INPE publicara datos que mostraban un aumento del 88% en la deforestación en junio en comparación con el mismo mes del año anterior.

El director de la agencia más tarde anunció que estaba siendo despedido en medio del escándalo, el INPE ha insistido previamente en que sus datos son 95% precisos y la fiabilidad de la agencia también ha sido defendida por varias instituciones científicas, incluida la academia de ciencias de Brasil.

Fuente
LaVanguardiaAméricaEconomia

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