Las imágenes muestran al oficial empujando al menor contra la baranda
A menos de un mes antes de que Chile vote si desea reemplazar su constitución de la época de Pinochet, la policía ha reprimido brutalmente a los manifestantes en la capital, Santiago. Durante la arremetida carabineros lanzan a un joven desde un puente, despertando la indignación de todos.
Oficiales de la policía de Carabineros utilizaron gases lacrimógenos y chorros de agua a alta presión para dispersar a los manifestantes que se congregaron en Plaza Italia, donde estalló la violencia en medio de una fuerte presencia policial.
Los videos muestran a un chico de 16 años siendo pasado sobre las barandillas de un puente por un oficial de carabineros. El niño cayó en el sucio canal de hormigón del río Mapocho, donde yacía inmóvil, boca abajo en las aguas poco profundas.
«Mientras los manifestantes huían, vimos el momento en que el oficial interceptó al niño y lo arrojó desde el puente», señaló Pavel Pavelic Jofre, quien dirigió una compañía de voluntarios en las protestas.
El oficia de carabineros empujaría al adolescente contra la valla del puente mientras este huía de las bombas lacrimógenas
«Logramos que dos de nuestro grupo derribaran para ayudarlo, y después de estabilizar su estado, el cuerpo de bomberos pudo sacarlo del río para ser llevado al hospital», explicó Pavelic.
Al abordar el incidente en un discurso televisado, el general Enrique Monrás, portavoz de los Carabineros, no descartó la responsabilidad de la fuerza por lo que había sucedido, pero expresó que, en su opinión, el muchacho «perdió el equilibrio y cayó» durante un arresto.
Monráz explicó que, carabineros tenía su propio conjunto de videos que los absolvían de culpa, aunque no informó lo que mostraban. Se dijo que el niño se encontraba en una condición estable en la clínica Santa María, a poca distancia de donde tuvo lugar el incidente.
A medida que las imágenes comenzaron a filtrarse en las redes sociales, los Carabineros se enfrentaron a una renovada presión para actuar sobre una cultura percibida de brutalidad. Los políticos de la oposición pidieron al general Mario Rozas, jefe de los Carabineros, que renunciara tras una serie de violaciones de los derechos humanos.
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