Según la comisión organismos de seguridad torturaron a presuntos conspiradores
El pasado miércoles, Human Rights Watch y el grupo no gubernamental venezolano “Foro Penal” declararon que miembros de la dirección general de contrainteligencia militar, DGCIM y del servicio bolivariano de inteligencia nacional, SEBIN, otras fuerzas de seguridad y de inteligencia de Venezuela habían detenido, realizado torturas y abusado de personal militar y civil, acusado de “traición” y de “instigar a la rebelión”.
«El gobierno venezolano ha reprimido brutalmente a miembros del ejército acusados de conspirar en su contra», manifestó en un comunicado José Miguel Vivanco, director para América de Human Rights Watch, «no solo los agentes de inteligencia detienen y torturan a miembros del ejército, en algunos casos también persiguen a sus familias u otros civiles cuando no pueden encontrar a los sospechosos».
Según HRW, los casos presentados, no son aislados y el comunicado apunta a una práctica sistemática por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas desde 2014, mientras tanto, Nicolás Maduro prestó juramento el jueves para un segundo mandato como presidente del país, cuya crisis económica y social desafía la creencia.
Las organizaciones analizaron información sobre 32 personas afectadas en estos casos, donde las víctimas incluyen militares de diferentes rangos acusados de conspirar contra el gobierno y civiles acusados de colaborar con Oscar Pérez, un policía insubordinado que habría sido ejecutado extrajudicialmente luego de oponerse al gobierno venezolano.
En algunos casos, familiares, incluyendo familia directa e indirecta de los presuntos implicados fueron detenidos extorsivamente para dar con el paradero de los supuestos conspiradores y se informó que, en ciertos casos, sufrieron graves abusos.
Es de suponer que además de las narraciones presentadas, HRW tiene pruebas sobre las torturas
Los agentes de inteligencia sometieron a varios de los detenidos a abusos físicos y psicológicos, entre los abusos sufridos incluyen golpizas brutales, intentos de asfixia con bolsas de plástico, cortaduras con hojillas en las plantas de los pies, descargas eléctricas, privación de comida y acceso al baño, y amenazas de muerte.
Varios detenidos no tuvieron acceso a sus familiares o abogados de confianza por días, y durante su detención, que tuvo lugar en prisiones o en sedes de la DGCIM, los detenidos no han tenido acceso a tratamiento médico adecuado para diversos problemas de salud.
De la misma manera, los Estados Unidos sancionaron el martes a siete individuos venezolanos y 23 entidades involucradas en un esquema de corrupción diseñado para aprovechar las prácticas de cambio de moneda del gobierno de Venezuela, generando más de 2.4 mil millones de dólares en ganancias ilícitas y recientemente el viceministro de relaciones exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov, advirtió a los «entusiastas» en los Estados Unidos, contra un escenario militar en Venezuela.
