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América Latina pierde la batalla contra el Covid-19

Los países luchan por contener el rebrote, entre desesperación, protestas por el hambre y recortes de empleo

Miles de personas en América Latina como Hilda Benavides cocina para 100 personas en Puente Alto, una de las zonas más pobres alrededor de la capital chilena de Santiago, y entre las más afectadas por el nuevo coronavirus. La abuela pasó la tarde entregando las comidas empaquetadas a sus vecinos. Por la noche, repartió pañales donados a familias jóvenes que estaban sin trabajo. Ese día, Benavides también descubrió que su hija de 21 años, que vive con ella, había dado positivo para Covid-19.

«Muchas de las personas infectadas, lo están porque salieron a trabajar», señaló Benavides, cuya pequeña operación es voluntaria. «Tenían que trabajar para comer, porque el apoyo financiero que el gobierno está dando no es suficiente». Escenas como esta están enconando en comunidades de toda América Latina, que se encuentra en las fauces de la pandemia que se ha cobrado más de 400 mil vidas en todo el mundo.

Brasil ha notificado más de 850 mil casos y 42 mil muertes, solo superado por Estados Unidos. El virus también se está propagando agresivamente por toda América Latina, países como Chile y Perú, con casos que aumentan en México, Costa Rica y Panamá.

A medida que los países en América Latina, luchan por contener nuevos brotes, la amenaza inminente del invierno y otras enfermedades respiratorias como la gripe y la neumonía complicarán aún más las cosas. La desesperación económica que nace de los bloqueos que se han prolongado durante meses está planteando su propia amenaza. Las protestas han estallado por el hambre y los recortes de empleo.

«La pandemia de Covid-19 ha llevado a nuestra región al límite», indicó la semana pasada la Dra. Carissa Etienne, directora de la organización panamericana de la salud. El problema se agrava en América Latina por la insuficiencia de pruebas, o la intromisión de los gobiernos en las estadísticas, que han puesto en duda las cifras oficiales.

Covid-19 en América Latina.
En América Latina ha sido como una guerra, donde los muertos caerían sin oír un solo disparo, en los primeros días del brote en la región, muchas zonas han luchado para compensar el fracaso por parte de los gobiernos, que son responsable de los sistemas de salud pública.

Las experiencias en América Latina, son tan diferentes como diversa es su cultura

«Los problemas estructurales de la América Latina la convierten en el peor lugar para el epicentro», señaló María Victoria Murillo, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York.

«La desigualdad es muy alta. La urbanización es muy alta. Eso significa que tienes una gran cantidad de viviendas informales, y personas que viven en condiciones de hacinamiento sin acceso al agua, lo cual es perfecto para el contagio y hace que sea muy difícil observar el distanciamiento social, o lavarse las manos».

Las cuestiones estructurales se extienden a la situación fiscal. Muchos países de la América Latina ya estaban luchando económicamente antes del golpe de la pandemia. Y con la mitad de la fuerza laboral de la región en el sector informal, llegar a ellos con asistencia financiera es su propio problema. Aquellos justo por encima de la línea de pobreza se deslizan debajo de ella.

Al ejemplo, Perú, con una población de 31 millones de habitantes, todavía está bajo un bloqueo impuesto a mediados de marzo y ha reportado más de 200 mil casos y 6 mil muertes. El gobierno estaba en una posición económica más fuerte que muchos de sus vecinos para proporcionar ayuda financiera. Pero gran parte de la población no tiene cuentas bancarias, ni vive en comunidades sin bancos, por lo que tuvieron que viajar distancias y exponerse al virus para cobrar un bono estatal. Sin refrigeradores en sus hogares, muchas personas tenían que ir a la comunidad con más frecuencia.

La América Latina, «es una cadena de problemas que intensifican la posibilidad de contagio», comentó Paula Muñoz, profesora de ciencias políticas de la universidad del Pacífico de Lima. Pero dados los problemas estructurales, «no estoy seguro de si podría haber habido otra manera». «Puedo durar un mes más. Tal vez dos. Pero si estamos hablando de cuatro meses, no es posible».

Fuente
AljazeeraBBCEstatistaCNN

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