Cuando una estrella se come un planeta
Astrónomos capturan un raro momento mientras una estrella moribunda devora un planeta del tamaño de Júpiter
Astrónomos afirman que de manera similar a la desaparición de ZTF SLRN-2020, la Tierra también enfrentará el mismo destino fatal. Sin embargo, el final de la estrella local no reclamará la civilización por aproximadamente otros 5 mil millones de años.
Los hallazgos recientemente publicados revelaron el momento del impresionante acto celeste del final de una estrella. Mientras el moribundo acto, engulle completamente un planeta cercano a miles de años luz de distancia.
Los funcionarios detectaron el acto cósmico en mayo de 2020 durante las observaciones en la constelación de Aquila. Ésta se encuentra a unos 12 mil años luz de distancia. Los investigadores habrían estado detectando fusiones de la estrella, cuando encontraron el hallazgo.
«Los planetas con períodos orbitales cortos de aproximadamente menos de 10 días son comunes alrededor de estrellas como el sol. Estas, se expanden a medida que evolucionan y, por lo tanto, esperamos que sus compañeras planetarias cercanas sean engullidas», informaron.
«Lo que nos faltaba era atrapar la estrella en el acto, mientras tiene un planeta experimentando este destino en tiempo real»
Pero, la posibilidad de presenciar el momento en el cual el planeta es engullido tiene muy pocas posibilidades de ser detectado. Mientras sucede, «se alimentas las eyecciones de masa luminosa de la estrella anfitriona», escriben los autores del estudio. Los astrónomos, pertenecen en conjunto a el MIT, la Universidad de Harvard y Caltech.
«Esta fase nunca se habría directamente. Aquí informamos las observaciones de ZTF SLRN-2020. El estallido óptico de corta duración sucedió en el disco galáctico. Éste fue acompañado de emisiones infrarrojas brillantes y de larga duración».
A medida que la estrella estaba muriendo, se volvió 100 veces más brillante, en comparación, con el lapso anterior de solo 10 días. Luego se desvaneció lentamente. Se cree que el planeta que fue engullido se trata de un cuerpo celeste caliente de al menos el tamaño de Júpiter. Este se acercó demasiado y fue arrastrado por su atmósfera.
«Estábamos viendo la etapa final de la deglución», indicó el autor principal Kishalay De, en un estudio separado del MIT. De, explica que su atención fue atraída por primera vez al fenómeno por la luz de rápido crecimiento. Su descubrimiento fue accidental. Debido a que inicialmente estaba buscando signos de erupciones de sistemas estelares binarios.
«Estamos viendo el futuro de la Tierra», añade De. «Si alguna otra civilización nos estuviera observando desde 10 mil años luz de distancia, mientras el sol envolvía la Tierra, verían que el sol se ilumina repentinamente a medida que expulsa algún material, luego forma polvo a su alrededor, antes de volver a ser lo que era». Los hallazgos fueron publicados en la revista Nature, ésta semana.
