Manifestantes incendiaron oficinas electorales en tres ciudades de todo el país
Bolivianos comienzan una nueva protesta después de que las autoridades electorales del país afirmaron que Evo Morales estaba cerca de obtener una victoria absoluta en su intento por un cuarto mandato histórico como presidente, en medio de la furia generalizada y las acusaciones de fraude electoral, estallaron violentas escaramuzas, cuando los manifestantes incendiaron las oficinas electorales en tres ciudades de todo el país.
El organismo electoral del país dejó de publicar abruptamente los resultados electorales el domingo por la noche, lo que provocó que los opositores sugirieron que los funcionarios estaban tratando de ayudar a Morales a evitar una segunda vuelta e inició la protesta en la calle.
Morales en ese momento, tenía una ventaja de 45.3% a 38.2% sobre el candidato del segundo lugar, el ex presidente Carlos Mesa, pero a última hora del lunes, el organismo renovó su recuento y expresó que con el 95% de los votos contados, Morales llevó el 46.41% al 37.06% de Mesa.
Ese resultado sugirió inicialmente que, habría una segunda vuelta, lo que provocaría celebraciones en el campo de campaña de Mesa, quien declaró con júbilo: «¡Hemos llegado a la segunda ronda!», pero cuando se resolvieron los resultados, se alarmó de fraude a los bolivianos.
El martes, la UE indicó que la interrupción inesperada del conteo electrónico «generó serias preocupaciones que deben abordarse completa y rápidamente» y pidió una investigación exhaustiva, al igual que la OEA, que también expresó su «profunda preocupación y sorpresa ante el cambio drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares revelados después del cierre de las urnas» e instó a la calma y a cesar la protesta.
La protesta se ha extendido a casi todas las ciudades de Bolivia violentamente
Los grupos de oposición no han atendido a la llamada de terminar la protesta y el expresidente Carlos Mesa, que había advertido que la votación podría ser manipulada para evitar una segunda vuelta, pidió a los bolivianos «que lleven a cabo una batalla en protesta y en defensa de la votación».
La policía abrió fuego con gas lacrimógeno el lunes por la noche cuando los manifestantes se enfrentaron con simpatizantes del gobierno frente a las oficinas locales del tribunal electoral en la capital, La Paz, pero rápidamente la protesta se extendió a las ciudades de Oruro, Potosí y Cochabamba.
Morales, es el primer presidente indígena de Bolivia, lidera a Bolivia desde 2006 y si ganara estas elecciones, estaría en el poder hasta 2025; ha sido elogiado por sus políticas sociales y es popular entre muchos bolivianos indígenas, pero muchos dicen que ignoró el resultado de un referéndum de 2016; en esa votación, los bolivianos rechazaron su sugerencia de deshacerse de los límites del mandato presidencial, lo que significa que los líderes bolivianos solo pueden cumplir dos mandatos.
Pero más tarde el tribunal constitucional dictaminó que los límites de mandato eran una violación de los derechos humanos de los candidatos, lo que permitió a Morales presentarse a un cuarto mandato consecutivo sin precedentes.
Muchos cuestionaron si un decreto aprobado por Morales, que cuadruplicó la cantidad de tierras que los agricultores pueden limpiar para la producción agrícola, contribuyó a los incendios.
