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La nueva normalidad de Venezuela

La cuarentena, la necesidad y la carencia en el país más rico en petróleo del mundo

No hace falta explicar que las últimas semanas han sido tumultuosas y atípicas para toda Venezuela, y las vidas de todas las personas del planeta, han dado un giro de 360°, por lo que la nueva normalidad, como resultado del coronavirus, Venezuela no es una excepción, aquí se está patas arriba.

Durante el último mes, el presidente Nicolás Maduro ha puesto a Venezuela en una feroz cuarentena que, junto con la actual crisis humanitaria y una economía inentendible, ha exacerbado gravemente todas las aflicciones y tribulaciones a quien ha logrado sobrevivir a los apagones, los servicios públicos que apenas funcionales, la escasez de alimentos, medicamentos y ahora incluso la gasolina, toda una odisea.

Durante los últimos años, los venezolanos se acostumbraron a un festival de largas colas, suministros cada vez más reducidos y la ansiedad generada por tales circunstancias, incluso, luego de este mes y tanto de cuarentena social, la situación parece no haber afectado tanto a Venezuela.

Luego del estupor de los primeros días, después del anuncio del primer caso confirmado de coronavirus en Venezuela, muchos se llenaron de pánico, con multitudes que acudían a supermercados y farmacias, desesperados por poner sus manos en los suministros y comestibles que pudieran recibir y pagar, al igual que en tiempos pasados de acaloradas protestas.

Y las larguísimas colas, que no son un fenómeno nuevo para Venezuela, terminaron siendo la nueva normalidad, para entonces, por lo que el planeamiento de viajes semanales al supermercado para minimizar la cantidad de tiempo invertido en las colas, esperando fuera antes de que se abran las tiendas, parece ser la manera óptima de reducir la cantidad de tiempo invertido.

Afortunadamente, la cuarentena temprana impuesta por el gobierno, he podido asegurar una baja taza de contagios y el sistema de salud de Venezuela, ha salido de su ruina, para afrontar los pocos contagios y los apenas 11 muertos en dos meses de pandemia, pero ha llegado un fuerte aumento de precios debido al impulso del dólar paralelo o de mercado negro, que en un momento de cero demanda, ha aumentado artificialmente en un 150%, supuestamente impulsado, por los bajos suministros, la alta demanda y la drástica escasez de gasolina.

La nueva normalidad de Venezuela.
La cacofonía de bocinas de automóviles y otros ruidos ha estado ausente para más de un mes ahora, y las risas y vítores habituales de los niños que juegan fuera del edificio junto a mi habitación no están en ninguna parte para ser escuchado; compensa algunas tardes tranquilas, supongo.

Al igual que con todos los males y tribulaciones que se generan como resultado de la pandemia Venezuela está, pacíficamente siguiendo el llamado de Maduro

La volatilidad contrahecha del dólar paralelo en Venezuela, ha sido tan drástica que para cuando se está listo para comprobar, el tipo de cambio puede ser abismalmente diferente de lo que era cuando comenzó a hacer la cola fuera del supermercado.

Las amenazas de Maduro de restablecer los severos controles de precios y regulaciones se avecinan en el horizonte y aunque nadie daba un voto por el socialista, honestamente, en los últimos meses, ha tomado, todas las decisiones acertadas que Venezuela necesitaba, incluso Nicolás Maduro, impuso la cuarentena temprana, obligatoria y absoluta, un día antes de que la olla de la escasez de combustible le estallara en la cara.

Mientras Caracas, la ciudad capital y que a menudo está plagada del caos del tráfico, se presenta, como otras ciudades de Venezuela, muy cerca a, una ciudad fantasma, con puertos, acceso y aeropuertos, bajo control de la policía esparcidos por todas partes, asegurando que sólo aquellos que absolutamente necesitan salir son los que transitan por las calles casi estériles de esta ciudad.

Y aunque algún paño caliente, ha caído desde Miraflores, no todo el mundo tiene los recursos económicos para simplemente abastecerse y acurrucarse, muchos en Venezuela, no pueden alimentar adecuadamente a sus familias y tienen que vivir día a día, porque a la luz de ello, el régimen está probando una relajación de la cuarentena.

Esto se ha convertido rápidamente en la nueva normalidad en Venezuela, la cuarentena se ha extendido hasta mediados de mayo, aunque a pesar de todo, los tiempos difíciles están sobre Venezuela una vez que esta pandemia pase, la crisis que enfrentará el mundo, será el más fuerte tsunami que golpee las ya incapacitadas costas del país más rico en petróleo del mundo.

Fuente
ElEstimuloElPaísElNuevoHeraldElTiempo

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