Carteles de drogas llevan a Ecuador al estado de guerra

Ecuador vive una situación de emergencia nacional, tras una serie de ataques terroristas perpetrados por grupos del crimen organizado vinculados a los carteles mexicanos. El presidente Daniel Noboa ha declarado el estado de guerra y ha solicitado la ayuda internacional para enfrentar la amenaza.

¿Qué grupos criminales tienen relación con los carteles mexicanos?

Los principales grupos criminales que operan en Ecuador son Los Choneros y Los Lobos, que se disputan el control del territorio, las rutas del narcotráfico y otras actividades ilícitas. Estos grupos tienen una larga trayectoria en el país, y se han fortalecido en los últimos años gracias a su alianza con los carteles mexicanos más poderosos: el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los Choneros son el grupo más antiguo y numeroso, y se originaron en la provincia de Manabí, en la costa ecuatoriana. Su líder histórico fue Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, quien fue asesinado en diciembre de 2020 en un centro comercial de Manta. Los Choneros tienen una estrecha relación con el Cartel de Sinaloa, al que proveen de cocaína y le facilitan el transporte y el lavado de dinero.

Los Lobos son el grupo más reciente y violento, y se formaron en la provincia de Guayas, también en la costa ecuatoriana. Su líder actual es Adolfo Villamar, alias “Fito”, quien escapó de la cárcel en enero de 2024, desatando una ola de violencia en el país. Los Lobos tienen una fuerte alianza con el CJNG, al que le brindan seguridad y logística para sus operaciones en Ecuador y otros países.

¿Se ha perdido la gobernabilidad en todo el país?

Los hechos de violencia que se han registrado en Ecuador en los últimos días ponen en estado de guerra al país entero:

• El 7 de enero, un video circuló en las redes sociales, en el que un grupo armado amenazaba al presidente Noboa con una “sorpresa” si seguía el ejemplo del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien ha endurecido la política contra las pandillas en su país.
• El 8 de enero, se produjo una fuga masiva de presos en dos cárceles de Guayaquil y Latacunga, entre ellos “Fito”, el líder de Los Lobos. La fuga fue coordinada por el CJNG, que envió a sicarios desde México para rescatar a su aliado.
• El 9 de enero, se registraron enfrentamientos armados entre Los Choneros y Los Lobos en varias ciudades del país, dejando al menos 10 muertos y decenas de heridos. Los ataques se dirigieron contra objetivos civiles y policiales, como escuelas, hospitales, comisarías y medios de comunicación.
• El 10 de enero, se reportó el secuestro de 15 personas, entre ellas periodistas, maestros y estudiantes, en la provincia de Esmeraldas, en la frontera con Colombia. Los secuestradores exigieron la liberación de “Fito” y el pago de un rescate de 10 millones de dólares.

¿Y Noboa?

• El 8 de enero, declaró el estado de excepción por 60 días, que implica el toque de queda, la movilización de las fuerzas armadas y la suspensión de algunas garantías constitucionales.
• El 9 de enero, declaró el estado de guerra, que implica el reconocimiento de la existencia de una guerra contra grupos terroristas y beligerantes, y la autorización para usar la fuerza letal contra ellos.
• El 10 de enero, solicitó la cooperación internacional, especialmente de Estados Unidos, Colombia y México, para combatir al crimen organizado transnacional, y pidió el apoyo de la ONU, la OEA y la Unasur para resolver la crisis.

¿Qué consecuencias tiene el estado de guerra y la violencia en Ecuador?

La crisis de gobernabilidad y violencia en Ecuador tiene consecuencias graves tanto para el país como para la región, que se pueden resumir en:

• Un deterioro de la seguridad y el orden público, que afecta a la vida, la integridad y los derechos de los ciudadanos, y que genera miedo, angustia e incertidumbre en la población.
• Un debilitamiento de la institucionalidad y la democracia, que evidencia la fragilidad y la corrupción del Estado, y que pone en riesgo la legitimidad y la gobernabilidad del presidente Noboa, que asumió el poder hace apenas dos meses.
• Un aumento de la vulnerabilidad y la dependencia, que expone al país a la injerencia y la presión de actores externos, tanto legales como ilegales, que buscan aprovecharse de la situación para imponer sus intereses y agendas.

¿Qué se requiere para superar la crisis de gobernabilidad?

Se necesita una acción integral y coordinada de todos los sectores y actores involucrados, que busque:

• Restablecer la paz y la seguridad, mediante el control del territorio, la captura de los líderes y miembros de los grupos delictivos, el desmantelamiento de sus redes y operaciones, y la protección de las víctimas y los testigos.
• Fortalecer la justicia y el Estado de derecho, mediante la investigación y el castigo de los responsables de los hechos de violencia, la depuración y el fortalecimiento de las instituciones policiales y penitenciarias, y la reforma del sistema judicial y carcelario.
• Promover el desarrollo y la inclusión, mediante la generación de oportunidades y alternativas para los sectores más pobres y vulnerables, la prevención y la atención de las adicciones y la violencia, y la participación y el empoderamiento de la sociedad civil.

Un desafío urgente para la estabilidad regional

La crisis de gobernabilidad y violencia en Ecuador es un desafío histórico y urgente, que muestra la gravedad y la complejidad del problema del crimen organizado en el país y en la región. El estado de guerra, es una amenaza para la soberanía, la democracia y el desarrollo del país y de sus ciudadanos. La crisis de gobernabilidad y violencia en Ecuador es una responsabilidad de todos y todas, y que requiere de una solución pacífica y duradera.