Ciudades que existieron gracias a una empresa

En toda Latinoamérica existen, muchas ciudades que son el vestigio viviente de la llegada de grandes y poderosas industrias, que en la mayoría de los casos crearon el entorno necesario para que sus trabajadores tuvieran los requerimientos mínimos para una vida tranquila, estas ciudades fueron el origen de cinturones de miseria y en otros casos, con el cierre de sus empresas matrices o por cambio en la economía mundial, quedaron en el olvido y es que estas pequeñas ciudades nacieron gracias a la necesidad de las grandes corporaciones de agrupar en un sitio común, casi siempre cercano a su actividad comercial, a sus trabajadores y sus familias, pasados los años no todas tuvieron buena suerte a la hora de prosperar.

De estas ciudades se sabe que muchas que aún existen en el mundo que fueron creadas gracias a industrias, por lo que muchas de ellas tomaron el nombre de la compañía que las impulsó y otras apelando al nacionalismo y a características del lugar tuvieron nombres más locales, de estas muchas han fenecido durante su historia, otras siguen en pleno funcionamiento y han crecido en su actividad, algunas hasta se convirtieron en museo y otras muestran sus ruinas.

Cuáles son las ciudades más sobresalientes que fundaron las empresas privadas en Latinoamérica

Ciudad Pemex, México

Ciudad Pemex es una localidad del estado mexicano de Tabasco, que se localiza en el municipio de Macuspana, la ciudad fue planificada en torno a la estatal petrolera Pemex de la que recibe su nombre por haber sido fundada como un asentamiento dedicado a albergar instalaciones y trabajadores de la paraestatal mexicana.

Fundada como Ciudad Pemex, fue creada en 1958 en torno a las instalaciones de la petrolera estatal en el estado de Tabasco, en sus mejores tiempos, «Llegó a tener un teatro, un auditorio y un hospital, aunque nunca superó los 5.000 habitantes», explica el periodista mexicano Carlos Marí, Pero si bien se construyeron todos los elementos centrales de una ciudad, con el paso de los años nunca creció.

«Fue un proyecto que daba paso a una ciudad totalmente dependiente de la petrolera, pero quedó con el título de ciudad nada más», afirma el periodista Mario Alberto Mendoza, natural de la zona, que añade, que «no existe municipalización que pueda rescatar la ciudad y la gente solo ve pasar los días porque no hay empleo».

El año pasado, la petrolera Pemex registró la producción más baja en casi cuarenta años, al producir 1.9 millones de barriles por día, lo que significó una caída de 9.6% según datos oficiales de Pemex exploración producción, PEP, «El declive de la ciudad comenzó hace unos tres años cuando empieza a desmantelarse el complejo procesador de gas Pemex y solo queda un receptor de gas de la producción regional», expone Mendoza

Ciudad Cooperativa Cruz Azul, México

Ciudad Cruz Azul, oficialmente llamada Ciudad Cooperativa Cruz Azul, y que antiguamente tuviese el nombre de Jasso, debido al fundador de la ciudad, es una ciudad industrial mexicana, ubicada en el Estado de Hidalgo, y un importante centro de desarrollo industrial cementero mexicano, inicialmente en Jasso se manejaba la industria de la distribución de cal y con la llegada de los ingleses y su tecnología empezaron a fabricar cemento portland.

Está ubicada en el municipio de Tula de Allende en el estado Hidalgo, al centro de México, y su nacimiento en 1954 está directamente asociado a la empresa cementera Cruz Azul, «Es una ciudad pequeña, un pueblo de unos 30.000 habitantes, donde viven los cooperativistas y es que la ciudad subsiste por la cementera.

Si bien la cementera es un distintivo de la ciudad, también es la cuna de una pasión deportiva, ya que «La Máquina» como se conoce al equipo de fútbol Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul es uno de los equipos más importantes de la nación azteca y que acumuló varios títulos en sus 90 años de historia.

Así que Ciudad Cooperativa Cruz Azul sigue viva con el paso de los años con la cementera como centro económico y el fútbol en el corazón de los locales.

Ciudad Hershey, Cuba

Su nombre oficial es Camilo Cienfuegos, aunque el central azucarero Hershey fue construido por  Milton Hershey en los años 20 del siglo pasado, con el objetivo de garantizar el suministro de azúcar para su fábrica de chocolates en Pennsylvania, con criterios urbanísticos establecidos por el movimiento de “Pueblos Modelos”, entre sus premisas se planteaba una serie de facilidades comunitarias, así como el carácter autosuficiente de los conjuntos urbano-industriales.

El pueblo está ubicado en Cuba a mitad de camino entre La Habana y Matanzas, se mantuvo viva gracias a la azucarera que vio crecer y desaparecer al pueblo hace más de 100 años.

Yuris Nórido, periodista cubano, comenta que este «es un pueblo típico que construyeron los americanos en Cuba, de pequeños chalets, con trazado de cuadriculas, pero que con el tiempo se ha deteriorado», pero en 1946, Hershey vendió la fábrica y en 2002 esta se cerró definitivamente.

«Cuando cerraron, el pueblo entró como en una especie de crisis, de recesión. Allí no hay vida industrial ni económica. La gente vive de los servicios, pero no hay un motor económico», afirma Nórido, al estar relativamente cerca de la capital cubana, no corrió la misma suerte que el resto de los pueblos azucareros que se vieron paralizados económicamente.

Y en este caso, «El atractivo del ferrocarril y la lógica urbanista de avanzada al estilo americano hacen del pueblo un lugar con encanto pese a la decadencia. Y como está cerca de La Habana, ellos viven del turismo, de la gente que quiere ver cómo era una central azucarera», describe Nórido, por lo que aun cuando no existe casi actividad en la región, el pueblo se niega a morir.

Ciudad Guayana, Venezuela

Ciudad Guayana es una ciudad del estado Bolívar, en Venezuela, planificada a partir de un concepto desarrollado propuesto por un equipo de profesionales venezolanos liderado por el general Rafael Alfonzo Ravard en colaboración con el instituto tecnológico de Massachusetts​ y la universidad de Harvard,  en el sector de Puerto Ordaz, se estableció a lo largo de la margen norte del río Caroní, donde se asentaron las primeras residencias y en aquel entonces la Orinoco Mining Company, fue creada en 1961 por la empresa minera y la Corporación Venezolana de Guayana.

Con el paso de los años, la zona se fue transformando en un conglomerado de compañías para producir energía hidroeléctrica, acero, aluminio, y la explotación de varios recursos naturales.

«Cuando se crea Siderúrgica del Orinoco (Sidor) en 1964 y con el boom petrolero (de 1975 y 2004), Guayana se expande de una forma extraordinaria», recalca José María Fernández, exprofesor de la universidad nacional experimental politécnica, UNEXPO en Puerto Ordaz.

Damián Prat, periodista venezolano, afirma que, aunque «fue un plan industrial y urbano. Tuvo su momento de crecimiento y llegó a albergar hasta a 1 millón de personas», ciudad Guayana fue una ciudad planificada para albergar a los trabajadores del conglomerado de industrias en el noreste de Venezuela y su producción no solo abastecía a gran parte del territorio venezolano, sino que era una fuente de ingresos por exportaciones, pero «En los últimos años se ha vivido un declive terrible y una destrucción industrial. Sidor producía 43 millones de toneladas de acero líquido al año, hoy solo produce 340 mil», afirma Prat.

A pesar de esto, «la industria sigue funcionando y, en teoría, sigue siendo el sustento de la ciudad que depende de eso», asegura el periodista y añade que «al día de hoy la producción de Guayana es cero y la ciudad está prácticamente paralizada», «Todo el crecimiento de la ciudad se paró y todo se ha venido a menos, incluso la electricidad y el agua, todo está en el suelo», asegura Prat.

Ciudad Ojeda, Venezuela

Ciudad Ojeda, conocida como la primera ciudad planificada de Venezuela, es la capital del municipio Lagunillas construida en terrenos de la compañía petrolera inglesa Shell, y fue fundada el 19 de enero de 1937, por el presidente Eleazar López Contreras como un núcleo para albergar en tierra firme a los habitantes de la población de Lagunillas de Agua que habría sucumbido tras varios incendios, en ella predomina comercialmente la industria hidrocarburífera y afines, que ha generado una fuerte tendencia al intercambio comercial de bienes y servicios relacionados con la misma.

Bautizada con el nombre del cartógrafo español Alonzo de Ojeda, quien descubrió el lago de Maracaibo, se mantiene viva gracias a la actividad que no a cesado en los últimos 100 años, ya que es uno de los centros neurálgicos de la economía petrolera, como Maracaibo, Cabimas y Lagunillas.

Durante la década de los 60, Ciudad Ojeda toma un auge definitivo por encontrarse en el corazón de la zona petrolera, se hace capital del municipio y es el más importante centro del dinamismo comercial de la COL, poblaciones agrícolas y pecuarias que contrastan con el paisaje petrolero de otros poblados del municipio y que también le dan hoy un impulso claro al desarrollo de este privilegiado territorio Zuliano.

Elaine Pire, presidenta de la cámara municipal de Lagunillas, hace una reflexión, “para 80 años hay mucho por recorrer, hay que ver el presente y todo el potencial que se tiene para llevar a esta ciudad hacia adelante”, indicó.

Aunque de todas, esta es la más activa y pujante, la actual crisis política, económica y social que vive el país petrolero, ha dejado mella en la actividad de la ciudad y muchas de las industrias que vieron el sitio, como un verdadero centro de desarrollo, lo han abandonado, dejando detrás muchas edificaciones vacías, como imagen premonitoria de lo que se pudiese convertir en un pueblo fantasma. 

Ciudad Sewell, Chile

La ciudad minera de Sewell fue una ciudad minera chilena, ahora abandonada, ubicada en al pie de la cordillera de los Andes, que actualmente pertenece a la comuna de Machalí, y está emplazada a 150 km al sur de Santiago, capital de Chile, la ciudad fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 2006, por su incalculable valor histórico y cultural para el mundo.

La ciudad Sewell, situada en el centro de Chile y a 2 mil metros de altitud, nació en 1905 gracias a la empresa estadounidense Branden Copper Company, que por ese entonces era dueña del yacimiento minero de cobre El Teniente, uno de los más grandes y productivos de Chile, fue construida a lo largo de una ladera al pie de la cordillera de los Andes y dadas las condiciones del suelo que no permite la circulación de vehículos con ruedas, la ciudad se edificó en torno a una gran escalera que funciona como una calle principal.

Paula Molina, periodista chilena, narra que, «es un lugar muy bonito porque es una especie de pequeño pueblo con una plaza, una iglesia y se trata de recrear las comodidades de los ejecutivos estadounidenses», Sewell fue diseñada para las comodidades los directivos de la minera y los trabajadores, aunque había una gran diferencia de jerarquías, «tenían una piscina climatizada y una cancha para jugar a bolos, pero también tenían salones en los que no podían entrar las personas chilenas», cuenta Molina que en su apogeo alcanzó a albergar a 15 mil personas.

Desde 1967 y en el marco de la nacionalización del cobre, Chile adquirió la compañía y más tarde, en la década de 1970, la ciudad fue abandonada por casi todos sus pobladores, en 2006, la Unesco declaró a la ciudad minera Sewell como patrimonio de la humanidad porque «en su ambiente hostil es un ejemplo sobresaliente del fenómeno global de las ciudades creadas por compañías, establecidas en partes remotas del mundo a través de una fusión de mano de obra local con recursos de naciones ya industrializadas, para extraer y procesar cobre de alto valor», publica la dependencia cultural de la ONU.

«Sewell es como un gran museo, aunque nadie vive allí, pero puedes visitarlo, conocerlo y hasta lo sientes un poco», describe Molina.