La política norteamericana contra la migración mantiene al país azteca como último recurso
La política reciente de la administración Trump, de permanecer en México, conocida como MPP, significa que los inmigrantes que buscan asilo en los Estados Unidos tienen que permanecer en el país mientras esperan sus audiencias judiciales, lo que ha reducido drásticamente el número de refugiados que aceptará el próximo año a solo 18 mil, el más bajo en décadas.
Las dos políticas están complicando un sistema ya sobrecargado en México y los refugios para migrantes están luchando para hacer frente a las solicitudes de asilo, el refugio situado en una calle lateral de la ciudad de México, hay un amplio patio abierto rodeado de coloridos murales, donde las imágenes muestran diferentes etapas en la ruta de los migrantes hacia el norte a los Estados Unidos.
Sin embargo, los inmigrantes dentro de este refugio discreto están aquí porque abandonaron ese traicionero viaje y eligieron establecerse en México, la casa, llamada Cafemin, está dirigida por un grupo de monjas católicas progresistas con la ayuda de la agencia de refugiados de las naciones unidas, el ACNUR.
Cafemin, brinda capacitación básica para ayudar a los solicitantes de asilo a encontrar trabajo, con una instalación precaria, y una pequeña cocina, donde voluntarios enseñan al grupo de refugiados a hornear pasteles y galletas para fomentar algún trabajo justo.
Entre los refugiados del Cafemin, Nelcy, una solicitante de asilo hondureña de 24 años del grupo étnico garífuna, se esmera en aprender y sugiere que ya sabe cómo hornear un pastel en condiciones.
Los migrantes como Nelcy a menudo enfrentan una lucha real fuera de los muros de Cafemin, pues México puede ser un lugar difícil para integrarse y el número de personas que buscan asilo en el país ha aumentado rápidamente.
Las solicitudes de asilo se han disparado en un país que tiene una infinidad de problemas propios aderezados por la violencia
Las naciones unidas afirman que ha habido un aumento de más del 3 mil 500% en las solicitudes de asilo en México en los últimos siete años y se espera que hasta 80 mil personas presenten su solicitud solo este año.
Este problema se agrava aún más por la falta crónica de fondos para servicios básicos de asilo y refugiados del gobierno mexicano dirigido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, indica la madre superiora de Cafemin, la hermana Magdalena Silva.
«No esperamos mucho, de hecho, no esperamos nada de este gobierno, un gobierno que está arrodillado ante su vecino del norte», expresa sin rodeos, esta es una evaluación condenatoria de lo que ella ve como el consentimiento del gobierno mexicano a la administración Trump.
Según la política de permanecer en México o MPP, los solicitantes de asilo deben permanecer en México mientras sus casos legales se procesan en los EE.UU., por lo que la hermana Magdalena explica que la política tiene la intención de disuadir a los posibles migrantes de incluso salir de sus países de origen al obligar a aquellos que han llegado a la frontera de los Estados Unidos a esperar meses en ciudades fronterizas peligrosas.
«México se ha convertido en un muro de contención, esta es una política migratoria de contención, de decirles: Ni siquiera lo intentes. No entrarás», no obstante, a principios de este mes, el alto comisionado de las naciones unidas para los refugiados, Filippo Grandi, visitó Cafemin y vio dormitorios recién pintados, nuevos armarios y literas provistas de dinero de su agencia.
Cafemin pudo hacer algunas pequeñas mejoras en su refugio con su presupuesto limitado, pero en su viaje, Grandi también visitó otros refugios para migrantes en las fronteras norte y sur de México, donde la situación es más grave.
Por lo que instó al gobierno mexicano a aumentar el presupuesto de su propia agencia de asilo, la comisión mexicana de asistencia a refugiados o COMAR.
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