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Caudillo: el culto a la personalidad en Venezuela

Con la llegada de Guaidó, los antiguos líderes han pasado al olvido

En algún momento durante una ruidosa manifestación en Caracas, Venezuela, se ve al líder de la oposición Juan Guaidó, montado en un andamio aupado por sus partidarios, por un breve momento, parecía casi que se iba a lanzar a bucear en la multitud, nadar la muchedumbre habría sido totalmente inadecuado para el político, por supuesto, pero extrañamente en consonancia con la manía que han tenido los venezolanos a través de su historia a seguir caudillos y líderes transitorios.

Alrededor de Guaidó se arma la pila de problemas de Venezuela, el recrudecimiento de la hiperinflación y cientos de problemas que afectan innegablemente a los venezolanos, y es por ello que muchas personas normales buscando alguien que prometa el cambio.

Luego de que el 23 de enero, Guaidó, jefe de la asamblea nacional, que hasta entonces era poco conocido fuera de Venezuela, se declaró presidente interino, tomó inmediatamente el estado de estrella de rock.

Una encuesta reciente realizada por la firma Datanalisis muestra que está disfrutando de más del 60% de popularidad, para ganar una elección presidencial por más del 75%, pero Venezuela ha estado en esta posición muchas veces antes.

Cuando el fallecido líder venezolano Hugo Chávez, el primero que irrumpió en el escenario nacional como una figura mesiánica que iba a salvar un país roto en política y economía, se montó en la ola de popularidad que, ahora se ve desde empequeñecida.

«Siempre es una línea muy, muy, muy fina,» comenta el representante para la prensa de Guaidó, Edward Rodriguez, «la gente empieza a pensar que el mesías resolverá todos sus problemas y evidentemente hay una atmósfera alrededor de Guaidó en el momento en que piensan que él solucionará todos sus problemas».

A pesar de la adoración que simpatizantes de la oposición están prodigando en Guaidó, su secretario de prensa insiste que el líder de la oposición debe mantener los pies en la tierra.

Los partidarios del presidente Nicolás Maduro se burlan de la idea de que Guaidó tome el poder, «¿Cómo puede él declararse presidente?, quiero decir, ¿qué es eso?» afirma Rosely Riera, hablando sobre los alcances de la política de Chávez.

«Él es muy consciente de ese peligro y mantiene su ego bajo control,» dijo el Sr. Rodríguez. «Él es consciente de que esta ha sido una larga lucha de 20 años para poner fin a la usurpación del poder, para crear un gobierno de transición y elecciones libres».

Aún hay quien proyecta la imagen de Chávez como el líder absoluto, riendo y avocándose a la gente de bajos recursos, cantando canciones de izquierda y compartiendo los logros que para muchos de sus seguidores no están en el recuerdo, pues son tangibles.

Hay quien se niega de culpar de las malas cosechadas del sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, y el caos económico del país, «Nicolás está haciendo todo lo humanamente posible», insisten, «esto es contra todos nosotros, no culpa del presidente, porque Chávez no cometió ningún error».

Caudillo Moderno.
El fallecimiento de Chávez a causa del cáncer en 2013 facilita el ascenso al poder Nicolás Maduro, sobre quien recayó la culminación del fallido experimento socialista y populista, con menos carisma e inteligencia que Chávez, Maduro aceleró el colapso económico de Venezuela.

Los caudillos han estado arraigados a la historia de Venezuela en los últimos 100 años

Para Héctor Navarro, la situación es distinta, durante más de una década, fue un miembro clave del círculo íntimo de Chávez, ministro de todo, desde educación a energía eléctrica, y que hoy ha roto completamente con Maduro, que él acusa de «cooptación» de Hugo Chávez y el movimiento chavista.

«En nombre de Chávez, Nicolás Maduro está destruyendo el socialismo, está destruyendo el chavismo, está destruyendo las ideas progresistas en América Latina y alrededor del mundo», y añadió, «la CIA no han hecho un trabajo mejor».

Navarro, que ha vuelto a la enseñanza, admitió que se cometieron errores con Chávez, en particular el culto a la personalidad que fue fomentada a su alrededor, sin embargo, fue fruto de la necesidad, tal era el clamor de un líder fuerte del ala izquierda en 1999 y según Navarro, Maduro es simplemente un pobre imitador de Chávez.

«Algunos aquí lo llamaría una cleptocracia, estimaciones conservadoras dicen que unos 300 mil millones de dólares han desaparecido en Venezuela, otros dicen que son tantos como 450 mil millones”, «yo diría que es un gobierno improvisado, de derecha, que constantemente se mueve más cercano al fascismo».

Según Navarro, el «fascismo significa la negación de los demás, te machaco simplemente porque puedo… Y es un gobierno de derecha porque da prioridad a los sectores económicos de la derecha».

Maduro pasó parte del aniversario de la muerte de Chávez fijando medallas a militares que, en sus órdenes, impidieron la entrada de la supuesta ayuda humanitaria a Venezuela desde Colombia, tan sólo trata de mantenerse en el poder, y necesita su ayuda en las próximas semanas.

La mayoría de los venezolanos están agotados por la situación actual y simplemente quieren cambiar, por lo que muchos buscan en Guaidó, el riesgo del tal vez, por lo que están depositando todas sus esperanzas en el hombre.

José Antonio Páez, Julián Castro, José Tadeo Monagas, Ezequiel Zamora, Juan Crisóstomo Falcón, Antonio Guzmán Blanco, Joaquín Crespo, Cipriano Castro, Carlos Rangel Garbiras, hasta más modernos como Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez, fueron líderes incidentales que ofrecieron una ruptura al uso en su momento por lo que mesianizar a un líder es una conducta que Venezuela conoce muy bien.

Pero son diversas las causas del caudillismo en Venezuela, destacando las crisis políticas, los vacíos de poder, los intereses personales y comerciales, la deformación del estado de derecho y finalmente el desconocimiento de un gobierno legítimo.

La carencia de doctrinas políticas sólidas de algunos líderes históricos en Venezuela, ha llevado a la distorsión de los conceptos que ellos mismos defendían en sus luchas, estos personajes, aunque expresaban tener un accionar que se determinaba por un proyecto político, se conducían de manera personalista.

Este actuar no permitía la cohesión de los diferentes líderes regionales e impedía una centralización de las ideas, perpetuando el fenómeno del caudillismo, que aún sufre el país petrolero.

Como consecuencia más general del caudillismo en Venezuela es que dicho fenómeno contribuyó a dar forma a lo que es el estado venezolano del siglo XX y XXI, pues la presencia histórica del caudillismo en Venezuela ha mantenido al país en un estado de preocupación constante de llegar a convertirse en un estado fallido.

Esta preocupación y las iniciativas centralistas para combatir esta posibilidad se evidencian en las políticas de los lideres venezolanos del siglo XX, incluyendo al movimiento bolivariano de Hugo Chávez y la llamada oposición de Juan Guaidó.

Fuente
DiarioDeLosAndesElNuevoDia

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