Ministerio de defensa venezolano amenaza con respuestas reciprocas
El martes, el comando sur de los Estados Unidos informó que el destructor de misiles de la armada estadounidense USS Nitze había llevado a cabo una misión de «libertad de navegación» en las cercanías de la costa de Venezuela, en una clara fanfarronería y lo que se ha señalado como un “Acto de Provocación” deliberado y sin razón.
El ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino, ha advertido a la armada de los Estados Unidos que no lleve a cabo operaciones cercanas a las aguas territoriales del país sudamericano. «Un destructor de la marina de los Estados Unidos se acercó a 48 kilómetros de la costa venezolana, en un claro acto de provocación. No se puede llamar de otra manera […] es un acto claro desafiante», afirmó Padrino en una reunión militar en el estado septentrional de Carabobo.
También advirtió que si el buque de guerra estadounidense o cualquier otro, lleva a cabo «operaciones militares» en aguas venezolanas, «recibirá una respuesta contundente de nuestras fuerzas armadas», reciproca ante tal provocación.
La declaración siguió a la noticia que el comando sur que, en un comunicado de prensa el martes señalara que la marina de los Estados Unidos condujo el destructor de misiles USS Nitze a la zona limítrofe. «llevó a cabo una operación de libertad de navegación […] en aguas internacionales fuera de la jurisdicción territorial de 12 millas náuticas de Venezuela».
Como todas las acciones norteamericanas, las sanciones y la actual provocación, evidencia del odio de los halcones de Trump hacia los venezolanos
Según el comunicado de prensa, los buques de la marina y la guardia costera norteamericana están operando actualmente en el Caribe «como parte de la operación reforzada contra narcóticos del presidente [Trump]», nunca como parte de alguna provocación beligerante.
El mismo objetivo antidrogas fue mencionado por la fuerza aérea norteamericana, la semana pasada, cuando enviaron dos aviones de vigilancia a una base ubicada a unas pocas docenas de millas de la costa venezolana en la Isla de Curazao.
El hecho precedió a la designación de Washington de varios altos funcionarios venezolanos, incluyendo al presidente Maduro, como «narcoterroristas», presentando acusaciones federales contra ellos y emitiendo recompensas multimillonarias por su captura, en un claro lobby a su consecuente acción en la zona, una movilización velada para acercarse a la nación petrolera en clara provocación.
Maduro refutó las acusaciones, subrayando que Estados Unidos «puso nuevos cargos falsos» e indicó que «Venezuela ha estado a la vanguardia de la lucha contra el narcotráfico ilegal durante 15 años». Las misiones de “provocación”, antinarcóticos de Estados Unidos se producen después de la llamada «presión máxima» de Washington sobre el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro que logró recibir un enorme envío de gasolina iraní a finales del mes pasado.
Las entregas fueron seguidas por Washington abofeteando más sanciones a los capitanes de cinco buques cisterna iraníes que entregaron aproximadamente 1,5 millones de barriles de gasolina a Venezuela, en una medida que fue distinguida por el ministro de relaciones exteriores venezolano Jorge Arreaza como «un estallido de arrogancia» y una vil provocación de un conflicto más amplio.
