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Bukele afirma que la guerra es en Canadá

El presidente de El Salvador señala el pote de humo de Ucrania

Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, afirmó que la crisis en Ucrania es solo una distracción. Un pote de humo mediático. Mientras, la «verdadera guerra» de interés para liberar a las personas en todo el mundo, se está librando por los mandatos autoritarios del coronavirus en Europa, Canadá y Estados Unidos.

El presidente salvadoreño Nayib Bukele, estaba especialmente horrorizado por las imágenes de la policía antidisturbios francesa. Rodando en vehículos blindados contra una protesta al estilo de las manifestaciones del convoy de la libertad de Canadá.

Nayib, fue noticia el año pasado al convertirse en la primera nación en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. También resulta ser un gran admirador del ex candidato presidencial, destacado crítico de la política monetaria e ícono anti intervencionista Ron Paul.

El dictador más Cool, es un crítico de larga data de las imposiciones de vacunación. Nayib se jactó en diciembre de que las vacunas están «disponibles para todos, incluso para los turistas, incluidos los refuerzos». Su administración no impuso mandatos de vacunas, pasaportes o requisitos de prueba.

Nayib Bukele habla claro.
Nayib se presenta a sí mismo como un líder con visión de futuro. En su cuenta de Twitter escribe que es el «CEO de El Salvador», plantando cara a las jugadas de los gobiernos de todo el mundo.

Nayib Bukele o no sabe o no le importa a quien señala

«Cada uno hace su propia elección», indicó Nayib Bukele. «Hasta ahora, más del 70 por ciento ya está vacunado».

El Salvador comenzó a recibir vacunas de AstraZeneca a través del programa COVAX patrocinado por las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud en marzo de 2021.
A partir de febrero de 2021, aproximadamente el 78 por ciento de la población ya fue vacunada, según las estadísticas de uso.

Bukele se apresura a denunciar el comportamiento autoritario en América del Norte y Europa, tal vez porque él mismo fue acusado de autoritarismo.

Muchos de sus críticos lo señalan de hipócrita. Cuando en febrero de 2020, envió tropas al parlamento salvadoreño para presionar a los legisladores a votar a favor de un proyecto de ley que financiaría sus programas contra la violencia de las pandillas.

Críticos como Human Rights Watch condenaron la administración de Nayib Bukele como un «deslizamiento hacia el autoritarismo», una acusación que rechaza airadamente. Este insiste en que sus políticas tienen un fuerte apoyo del pueblo y que sus tácticas duras son necesarias para reformar los sistemas corruptos de El Salvador.

Fuente
NYTimesReuters

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