De emperadores a presidentes, la historia de la violencia política de Haití está de vuelta
El asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise ha resucitado el espectro secular del derramamiento de sangre política en la nación caribeña azotada por la pobreza que fue la primera en deshacerse de los grilletes del colonialismo y la esclavitud europeos.
Al joven Jovenel Moise, lo asesinan en la madrugada del miércoles 7 de julio. Él no fue la primera víctima de violencia política en Haití desde que se independizó de Francia en 1804.
El regreso a la constitución republicana no trajo ni el fin de las crisis políticas. La mayoría de los presidentes durante el siguiente medio siglo sucumben derrocados por la violencia.
Después de varios golpes más, Haití cayó bajo 29 años de dictadura por François ‘Papa Doc’ Duvalier y su hijo Jean-Claude ‘Baby Doc’ Duvalier. Su escuadrón de la muerte con temática vudú, el Tonton Macoute, torturó y mató a decenas de miles de haitianos sospechosos de deslealtad.
La junta militar que siguió hizo un intento efímero de regresar a la democracia en 1988 con la elección de Leslie Manigat, pero lo sacó del poder pocos meses después.
Haití sufre una nueva espiral de violencia política y caos social
Un retorno a la democracia en 1991 vio a Jean-Bertrand Aristide, del movimiento Lavalas. Primero elegido, sólo para ser destituido en un golpe militar siete meses después.
El sucesor de Arístides, René Préval, fue el primer presidente en la historia de Haití en recibir el poder constitucionalmente de su predecesor y cumplir un mandato completo.
Aristide, también elegido de nuevo en 2000, calló en otro golpe de Estado en 2004. Cuando lo llevan a la fuerza a Jamaica por las fuerzas estadounidenses y en contra de su voluntad.
El asesinato de Moise, que se afirma, sucede a manos de la administración para el control de drogas de Estados Unidos, arrastra a Haití de nuevo a los oscuros días de golpes de estado y asesinatos.
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