Alfredo Cristiani y ex militares son acusados por masacre de seis sacerdotes jesuitas en 1989
Los fiscales de El Salvador acusaron al expresidente Alfredo Cristiani por la masacre de seis sacerdotes jesuitas en 1989 que provocó indignación internacional.
Por el asesinato de los jesuitas, los fiscales también anunciaron cargos contra una docena de otras personas, incluidos ex oficiales militares. La lista de cargos aparentemente incluirá asesinato, terrorismo y conspiración.
El fiscal general, Rodolfo Delgado, escribió en su cuenta de Twitter que su oficina «está decidida a perseguir a los acusados de ordenar este lamentable y trágico evento contra padres jesuitas».
El ex presidente, que sirvió de 1989 a 1994, ha negado cualquier participación o conocimiento del plan para matar a los sacerdotes jesuitas, con el afán de silenciar sus prácticas comunistas.
Se convino que la masacre de los jesuitas pareciera un acto terrorista y no de estado
El 16 de noviembre de 1989, una unidad de comando de élite mató a los seis sacerdotes, cinco españoles y un salvadoreño, junto con su ama de llaves y la hija de esta en la residencia de los sacerdotes. Los asesinos trataron de hacer que la masacre pareciera como si hubiera sido llevada a cabo por guerrilleros de izquierda.
Los intentos dentro de El Salvador de investigar y enjuiciar a los autores intelectuales de los asesinatos durante la guerra civil del país. Los avances, desviados por maniobras legales, resultaron en que el alto tribunal declarara inconstitucional la amnistía de 1993 establecida después de la guerra en 2016.
La investigación quedó en suspenso cuando los oficiales militares apelaron el caso ante la corte suprema en 2019. Pero en enero de este año, el tribunal ordenó la reapertura de la investigación.
Nueve miembros del ejército fueron inicialmente llevados a juicio, pero un tribunal absolvió a siete de ellos. Dos oficiales cumplieron condenas cortas, y fueron liberados en 1993 en virtud de la amnistía.
Después de que la Corte Suprema declarara inconstitucional la amnistía, un juez ordenó que uno de esos oficiales, el coronel Guillermo Benavides, volviera a prisión donde permanece actualmente.
Mientras el caso se estancaba en casa, un tribunal español en 2020 condenó al ex coronel salvadoreño. Inocente Orlando Montano purgará 133 años por los asesinatos de los sacerdotes jesuitas.
El tribunal calificó la masacre de «terrorismo de estado» llevado a cabo por poderosos intereses, entre ellos Cristiani, con el objetivo de «aferrarse a sus posiciones de privilegio dentro de las estructuras de poder».
