Nicaragua ha confirmado sólo ocho muertes, pero grupos de derechos creen que el número es mucho mayor
Médicos en Nicaragua, advierten del inminente caos del coronavirus en el país, donde las familias de las víctimas y la oposición acusan al gobierno del presidente Daniel Ortega de ordenar «enterramientos expresos» para ocultar el verdadero número de infecciones, a la fecha, el país centroamericano ha confirmado sólo 25 casos de coronavirus y ocho muertes, pero grupos de derechos humanos y expertos en salud afirman que las cifras del gobierno están maquilladas y que los afectados son muchos más.
«Estamos entrando en una fase de rápida propagación comunitaria del virus», expresó el epidemiólogo Álvaro Ramírez, y «a medida que la curva exponencial sigue aumentando y más personas se infectan, vamos a tener una situación caótica», en contraste con las restricciones en otros países de América Latina, Nicaragua ha sido criticada por una ausencia casi total de medidas para contener el virus.
El gobierno de Ortega ha mantenido las escuelas y oficinas abiertas y ha mantenido eventos multitudinarios como la liga nacional de fútbol de Nicaragua, el personal del hospital central ha informado de un sistema de salud abrumado por pacientes con enfermedades respiratorias, y los familiares indican que los cuerpos de sus seres queridos están siendo saqueados en camiones pick-up para «entierros expresos» sin su consentimiento.
«Los dolientes se ven obligados a perseguir camiones con el ataúd para averiguar dónde están enterrados sus seres queridos», señaló la opositora coalición nacional en un comunicado que devela el secreto del gobierno, los familiares «están amenazados por la policía o los paramilitares para que no digan la verdad sobre las causas de la muerte», indicó.
Una de las víctimas de los manejos oscuros de la crisis fue Consuelo Mendoza, quien señaló que, nunca tuvo la oportunidad de despedirse de su marido, Alberto «Paraíso» Mendoza fue un popular ex jugador de softbol de 74 años que fue hospitalizado por problemas respiratorios el 2 de mayo, ese fue el último día que lo vio, «Tenía fiebre, tos y pulmones obstruidos», indicó Consuelo, no se le permitió visitarlo durante todo el período de 11 días que estaba siendo tratado antes de morir.
Según los reportes oficiales del Ministerio de Salud, en Nicaragua se confirmaron 8 casos de Covid-19
Después de su muerte, ella tuvo tres horas para organizar un entierro, y sólo una de sus hijas pudo asistir, el certificado de defunción de Alberto Mendoza expresa que murió de «insuficiencia respiratoria y neumonía atípica», pero su familia sospecha que fue víctima del Covid-19.
Mendoza murió en la ciudad occidental de Chinandega, que es vista como el epicentro de la crisis de Nicaragua, la tensión resultante del secreto oficial de Nicaragua en torno a la crisis del coronavirus es palpable y la policía uniformada y de paisano custodia las entradas a hospitales y cementerios para mantener alejados a los periodistas y fotógrafos y evitar que hablen con los familiares de los pacientes.
La asociación médica de Nicaragua explicó que, al menos 74 trabajadores de la salud habían sido infectados con Covid-19, su presidente, Gretel Solís, afirma que el país ya se encuentra en la fase de «transmisión comunitaria» de la pandemia, al igual que, el neumólogo Carlos Quant, quien informó que, muchos médicos «están trabajando a ciegas» sin pruebas Covis-19 adecuadas.
«Muchos pacientes están llegando a los hospitales con datos que sugieren Covid-19, tanto clínica como radiológicamente, pero no hay pruebas disponibles… Por lo tanto, muchos de estos casos terminan con un diagnóstico de neumonía atípica», indicó Quant, que trabaja en un centro médico privado.
Las empresas privadas no están autorizadas a realizar pruebas Covid-19, por lo que el observatorio ciudadano, una organización no gubernamental compuesta por trabajadores de la salud y activistas, afirmó que 266 personas habían muerto de Covid-19 hasta el 13 de mayo, con 1 mil 270 casos sospechosos de la enfermedad.
«Las familias de los asesinados por el Covid-19 se enfrentan a un gobierno que les está mintiendo, dándoles certificados de defunción que no corresponden a la verdad diagnóstica», expresaron los políticos de la oposición, la vicepresidenta de Nicaragua y la esposa de Ortega, Rosario Murillo, acusaron a la oposición de difundir mentiras para avivar el sentimiento antigubernamental.
